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Depósito de ponencias, discusiones y ocurrencias de un grupo de profesores cosmopolitas en Jaén, unidos desde 2004 por el cultivo de la filosofía y la amistad, e interesados por la renovación de la educación y la tradición hispánica de pensamiento.

martes, 24 de enero de 2017

UNIDAD EN LA DIFERENCIA



CAOS Y ORDEN

escrito por Ana Azanza

Escotado en 2009 nos regaló estas consideraciones que parten de los nuevos descubrimientos de la física y de las matemáticas en el siglo XX para extenderse a otros dominios más difíciles como la finanza y la política. Sirve de perfecta ilustración para el tema de las cosmovisiones científicas, en especial para explicar el paso desde el determinismo moderno a la indeterminación, que afecta a toda la realidad material. Y por extenxión a la realidad humana.

Lo que más me ha llamado la atención es que el modelo newtoniano basado en la materia inerte afectada por fuerzas exteriores que la traen y la llevan, es en realidad un modelo sacado del absolutismo político y religioso y trasladado a la física. Nada hay inerte en el mundo y la verdadera unidad nace de la combinación de múltiples diferencias.


El determinismo de antaño asociado a la ciencia newtoniana mantenía que las mismas causas producen los mismos efectos siempre y en todo lugar. Hoy ya no podemos separar lo ordenado de lo caótico ni dudar de que la innovación es fruto de una realidad en desequilibrio, el azar irrumpe creativamente. El tiempo ha dejado de ser el sensorio divino que proponía Newton y ha vuelto a “medida del movimiento”, como enseñó Aristóteles, imponiendo simultaneidad, aleatoriedad y necesidad en cada acción.
 Resultado de imagen de caos y orden escohotado
Los sistemas abiertos intercambian energía y materia con su medio, si crecen mucho se desintegran o se reorganizan.

También la sociedad exhibe el orden por fluctuaciones, pasan cosas imprevistas, como por ejemplo que se dispare el valor de la información.

La sociedad reacciona a las crisis estrechando el nexo entre sus elementos con algo novedoso: la cohesión buscada no es unidad que se contrapone a la diferencia sino unidad basada en cultivar la diferencia, confiando en el mantenimiento de la pluralidad.

Las supuestas leyes eternas de la materia, hoy sólo resultan aplicables a algunas regiones de lo real, el orden, la estructura, puede surgir espontáneamente del desorden.

Ante un orden que se derramaba sobre el mundo como providencia divina o como mecánica de masas inertes, la tendencia clásica era atribuir el orden a un regalo externo al sistema, el orden venía de fuera en definitiva.

Se han realizado interesantes experimentos con hormigueros, separando los individuos diligentes de los perezosos en dos diferentes comunidades.  Parecería a priori que sólo prosperaría el hormiguero trabajador, pero lo que se observa es que los rendimientos dependen de la relación de cada individuo con su entorno, entre las perezosas algunas hormigas se vuelven diligentes y entre las diligentes algunas se vuelven perezosas.

La sociedad conserva la diferencia de potencial que excluye la nivelación. El experimento muestra la vitalidad de un sistema alejado del equilibrio, cuyo presupuesto primario es mantener la diferenciación.

Si organizamos un pelotón de soldados sin decirles donde van, sólo dando órdenes, derecha, izquierda, alto…sale una trayectoria muy quebrada. Ahorraría pasos y voces decir a la tropa “vamos aquí o allí”. La estructura mando-obediencia florece en la historia humana y es el modelo clásico de la organización eficaz. Sin embargo hoy el orden de la orden se contrae en beneficio de modalidades que disponen la energía de otra manera. Lo coercitivo cede ante lo cognoscitivo. Esta vida entre nacimiento y muerte se ha vuelto más santa, con valor por sí misma y en sí misma.

El sentimiento de la santidad de esta vida  invadió a Escohotado visitando el Louvre. Entró por la parte arqueológica, vió el escriba sentado, la estela de Hammurabi, bajorrelieves asirios, sarcófagos egipcios…Y sin aviso entró en las salas dedicadas a Grecia. En lo alto de la escalera resplandecía la Victoria de Samotracia, blanca como la nieve, decapitada y semidesnuda entre sus grandes alas: al final de los escalones le esperaba el Hermafrodito, níveo y desnudo. Aquí y allí otras estatuas danzaban y festejaban, cinceladas como por los propios dioses.

No era un cambio de paralelo y meridiano sino un cambio de universo. Comparado con aquella armonía de hiperrealismo y forma pura ¿qué civilizaciones pardas y tristes eran las previas? Las figuras helénicas recordaban vagamente algunos iconos actuales, las mesopotámicas y egipcias sugerían moldes del Medievo. En manos de los griegos la piedra se llenaba de ingravidez y maestría: otros la coagulaban en representaciones de pueril hieratismo. Grisura homogénea y plañideras para los unos; competitivas diferencias y orgía para los otros.

¿Dependía de que los griegos festejaban la vida y los pueblos anteriores la muerte?
Repletos de soberanos inmensos y súbditos diminutos los tesoros de Asia Menor parecían una amalgama de infantilismo y senilidad. Los griegos en cambio buscaban maneras de vivir que reconciliasen con el más acá, prefigurando la posterior andadura de la humanidad. Los griegos fueron capaces de elegir la democracia frente a la seguridad del despotismo que pone orden a la fuerza, prefirieron aventurarse en el conocimiento racional frente a las certezas de cualquier dogma, el resultado de esa elección les llenó de inventiva e inestabilidad, como hoy nos pasa.

Esa experiencia del cambio que supuso Grecia para la humanidad la vivió quien esto escribe visitando el British Museum: en la planta baja, en la entrada misma del museo, pocos pasos separan las colosales estatuas egipcias del maravilloso friso del Partenón que representa la procesión de las Panateneas. Patée todas las plantas del museo como suelo, pero no recuerdo nada, sólo la sensación de que lo mejor era ese contraste entre lo gigantesco e imponente y la gracilidad, ligereza, elegancia, humanismo y amor a la vida del arte griego.

Nos diferencia de la Grecia Antigua, que ellos creían aún y nosotros conjugamos menos el verbo creer. Nuestro reto es perder las certidumbres sin que ello nos quite capacidad de obrar ni sentido crítico.


Todos podemos juzgar de los temas económicos, políticos, científicos. La jerga suele esconder ignorancia.
El modelo newtoniano reenvía a principios religiosos y de organización política más que a una observación imparcial de la naturaleza. Fuerza no es un concepto físico
Masa inerte que se usa para la materia y luego para los conjuntos humanos. Pero nada es totalmente inerte: cuando chutamos a una pelota se abomba, en movimiento es un objeto irregular, el espacio que atraviesa se ve afectado por sutiles remolinos, con diferentes temperaturas y densidad del aire. Ningún objeto acaba de obedecer, cuanto más atendemos a los pormenores, menos inerte se muestra la materia. Basta observar el goteo de un grifo no hay regularidad, por mucho que estemos mirando.

La idealización es en parte pura práctica y en parte pura teoría.
En arquitectura, ingeniería, el balón es reducido a punto, a esfera ¿qué pasa al desplazar objetos no abstractos?

Se reduce a esfera o a punto para defender que la realidad ha sido hecha obedeciendo a principios matemáticos. La reducción ofrece lo exacto en sí (platonismo). Demócrito veía  en lo real azar y energía. Los átomos succionados por el vacío entren en una dinámica de turbulencia que produce estructura, uniendo la materia y la forma (inventada por Aristóteles) el mundo físico se presentaba animado de parte a parte, con lugares y planetas vivientes. Su dinamismo parecía un proceso de cumplimiento, cuando toda materia estuviera penetrada de forma el mundo sería información.

Dios Cristiano, Dios rey. En vez del caos, en el principio era la nada. Newton reduce los fenómenos a leyes matemáticas, tods la dificultad está en demostrar los fenómenos a partir de las fuerzas. El científico promete exactitud, va a poder predecir el juego exacto de la naturaleza. Cesura entre sustancia extensa y sustancia pensante. Dueño y siervos, soberano y súbdito. Sustancia pensante según Newton significa pura voluntad.
La sustancia extensa conserva su situación hasta verse compelida por una fuerza. Hay 3 planos, teológico, físico y político cuyo eje es la relación amo-esclavo. La inercia universal de la materia, masa obediente a la solicitud de una u otra fuerza. Vis=fuerza=imperium, prerrogativa del soberano. El movimiento sería un estado como lo es el reposo, mantenido por algún motor. El motor, efecto de la materia en Demiurgo y Epicuro, pero la gravedad es actio in distans, sin contacto.

Las cosas no suceden son forzadas a cualquier resultado.
Caer y fuerza gravitacional son el mismo acto físico pero el análisis nos descubre una diferencia entre obedecer y regir, legislado y legislador. La lluvia cae con pasividad absoluta sumisa a lo espiritual. Moliere se burlaba: la fuerza dormitiva del opio.
El análisis de las formas físicas que acaba supeditado a las supuestas fuerzas. La Forma: proporción áurea define el Partenón, la cruz cristiana, la espiral de los moluscos, la distribución de las hojas en una alcachofa, las pipas del girasol o el rizo de las olas, proceso que construye sin sacrificar cualidad.

Dios=dueño=pantocrator. Rige no desde dentro como alma del mundo sino como dueño (Newton, Principia matemática)


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