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Depósito de ponencias, discusiones y ocurrencias de un grupo de profesores cosmopolitas en Jaén, unidos desde 2004 por el cultivo de la filosofía y la amistad, e interesados por la renovación de la educación y la tradición hispánica de pensamiento.

martes, 22 de noviembre de 2011

(A)Lucina


En la web de la editorial Lucina se pueden encontrar jugosos vídeos y textos, tanto de Agustín García Calvo como de Isabel Escudero (en el blog "Baúl de trompetillas"), biografía, artículos y panfletos, tertulias, conferencias, fototeca... del que Lola Lara, en reciente entrevista de Cuadernos de Pedagogía (nº 416, octubre 2011), llama "filólogo libertario":  http://www.editoriallucina.es/cms/agustin-garcia-calvo.html

lunes, 14 de noviembre de 2011

Amelia Valcárcel en la televisión

Dado que le dedicamos algo de nuestro interés a Amelia Valcárcel, me parece que se merece un lugar en el Mochuelo el programa que le dedicaron en "Pienso luego existo" hace una semana.

http://www.rtve.es/alacarta/videos/pienso-luego-existo/pienso-luego-existo-amelia-valcarcel/1242494/

Me pareció una mujer coherente, con la cabeza encima de los hombros como no es muy común. Con una trayectoria filosófica bien explicada, sin obviar las duras circunstancias de ser mujer nacida en el franquismo, la educación que recibió en el colegio y la ruptura y liberación que fue su llegada a la enseñanza pública, en la que de pronto se sintió persona con habilidades y donde se enseñaban y aprendían cosas interesantes en lugar de pretender "formar el carácter".

 El descubrimiento de Hegel en la juventud, anima a leer entera la "Fenomenología del Espíritu", por las mismas razones que ella lo hizo: es un texto difícil. Y además sin la Fenomenología de Hegel, no se entiende a Heidegger.

No es mi gusto, pero prefiere a Hume.
La apuesta de Amelia Valcárcel por la ilustración y sus valores es de notar. Su rebeldía.
Curioso que en España nos hayamos desilusionado de la Ilustración sin casi haberla puesto en práctica. La posmodernidad nos cae muy a contrapie, dado que muchos de las consignas ilustradas todavía no las disfrutamos totalmente. Véase la nítida separación entre lo que es del César y lo que es de Dios, logro ilustrado que se ha quedado por estas latitudes a medio camino.

La filosofía siempre en el borde entre lo que aparece y lo que está detrás, sin perder ni uno ni otro lado del tapiz.
Victoria Camps señala sus diferencias con ella en lo que respecta al feminismo, Amelia señala que la mujer es individuo.


Su canto a las bondades de la universidad, que facilita la lectura y la investigación.
Su explicación de la ética como un pensamiento que surge ante el relativismo, como registro abstracto en el que puedan coincidir pensamientos en lucha, la Ilustración sería un gran ejemplo. No nos conformamos con la tradición, hay que dar las razones para escoger una solución antes que otra.

Su feminismo de la igualdad que batalla por el poder enfrentándose a él y usándolo para los fines que haga falta cuando haga falta.
Está muy convencida de la necesidad del ecologismo, nos vamos a quedar aquí y no tenemos donde ir.
Y de la paz, que no es fácil de conseguir. Ecologismo y paz son los desafíos actuales de la humanidad.


La lectura de Herder le descubrió que es necesario tomar la religión en serio. Son los depósitos de saber más antiguos de la humanidad.  Justamente por su gran potencia la religión no debe de ser dueña del espacio público. Los valores compartidos, lo más alto que ha llegado la humanidad son los derechos humanos, ellos deben de ser la base de la convivencia, dice Amelia Valcárcel.

Nuestra poca experiencia de perdón, la guerra terminó hace mucho, pero el escenario de perdón no se ha abierto todavía.

El Feminismo hijo de la Ilustración y de la democracia, las mujeres como sujetos de derechos, sin que el nacer mujer suponga una condena en vida. Como esto no se ha conseguido en todos los países el feminismo es un internacionalismo. Feminismo es reclamar para la mujer, espacio, poder, libertad. Un mundo con derechos para las mujeres sería mucho más abierto.

Admira a Simone Weil, con la que no coincide filosóficamente pero que le causa un gran respeto por su coherencia hasta el final.

Haber dejado el mundo sólo un pelín mejor de como lo encontraste, aunque no seamos recordados, es algo maravilloso que puede dar sentido a la vida.