Mentalidad utópica. Utopía
e ideología. Utopías relativas y absolutas
No nos debe extrañar que el pensamiento utópico y la
mentalidad utópica hayan tenido tanta importancia en la historia de la
humanidad, el hombre se ha ocupado con harta frecuencia de los objetos que
trascienden su existencia, y las formas reales y concretas de la vida social se
han edificado sobre la base de estados de espíritu “ideológicos”, incongruentes
con la realidad.
Piénsese en la deformación impuesta al busto y cintura de
las mujeres en la época de los corsés. Lo que pensamos que debemos ser influye
en lo que somos, nuestra concepción de la belleza, de la justicia o de la
verdad, transfiguran lo que somos. Lo que pensamos, aunque no pase, pesa mucho en nuestras vidas, a veces
más de lo que realmente sucede. El mundo no es sólo lo que acontece, más lo que
decimos científicamente que sucede, como pretendieron los neopositivistas;
nuestro mundo está siempre bien poblado de mitos, ilusiones, esperanzas, desafíos,
proyectos, planes, sueños…