El pensamiento occidental se originó en Atenas ¿dónde ha quedado la herencia de Jerusalén? La filosofía de cuño europeo se ha liberado del dominio de la religión. Pero con el triunfo del platonismo se enterró una parte de la tradición, el nuevo libro del nonagenario Habermas promete una aclaración al respecto.
También una historia de la filosofía, la constelación occidental de la fe y el saber |
Ya casi se ha olvidado pero hace treinta años apareció en la editorial Suhrkamp un libro homenaje con motivo del 60 aniversario de Jürgen Habermas, era un pequeño ensayo del teólogo Johann Baptist Metz, que diagnosticaba la crisis de las humanidades. El cristianismo, en su fase de formación, se basó unilateralmente en la mentalidad griega y se sirvió de las categorías helenísticas para explicar la fe. En ese proceso, el pensamiento genuinamente judío salió de la escena, se dejó por el camino la estructura anamnética profunda de la razón, que concibe el pensamiento como memoria y reflexión histórica.
Metz expone en su libro de 1989 que esta "reducción a la mitad de la razón", es la verdadera razón de la crisis de las humanidades, que ha sido exacerbada por Auschwitz. Mirando de reojo a Habermas, observa que la teoría de la acción comunicativa sitúa el pensamiento bajo la "presunción de la simultaneidad", pero la filosofía contemporánea tendría que redescubrir la estructura anamnética profunda de la razón si desea defenderse con éxito del reduccionismo instrumental de la racionalidad.
La pequeña provocación del teólogo no pasó desapercibida. Con motivo del 65 cumpleaños de Metz, Habermas celebró una conferencia en la Universidad de Münster con el título "Israel o Atenas: ¿a quién pertenece la razón anamnética?". En ella, el filósofo muestra intenciones comunes con el teólogo y saluda el compromiso productivo de Metz con los procesos de la Ilustración, pero rechaza la oposición de Jerusalén y Atenas como una estilización incorrecta.
Platón y nada más
La filosofía occidental no solo debe leerse como un avance triunfante del platonismo, sino también como una historia de protesta contra él. Diversas corrientes filosóficas, desde el nominalismo hasta el empirismo y el materialismo histórico, han intentado traducir el potencial semántico de la historia de la salvación bíblica en un discurso argumentativo. Sin duda, el motivo de la salvación por el pensamiento había rondado mucho antes a las puertas del idealismo filosófico, pero también ha llegado transformado al pensamiento postmetafísico.
En el camino que va de la intuición intelectual del cosmos pasando por la autorreflexión del sujeto conocedor y llegando a la razón lingüísticamente encarnada, la inspiración bíblica pasó a la filosofía contemporánea. Una reducción de la razón a la mitad es, por lo tanto, demasiado burda, no cumple con la teoría de la acción comunicativa, ya que son fundamentales categorías como la libertad, la justicia y la solidaridad son fundamentales.
En lugar de replicar a esta réplica, Metz presentó a Habermas otra pregunta: "¿Por qué sólo es cuestión la catástrofe de Auschwitz en los menores "escritos políticos " del filósofo de Frankfuert y, no como es sabida de una manera decididamente influyente? y ¿Por qué no hay una sola palabra al respecto en sus grandes escritos filosóficos sobre la teoría de la acción comunicativa? ¡La teoría de la comunicación obviamente cura todas las heridas!"
Metz expone en su libro de 1989 que esta "reducción a la mitad de la razón", es la verdadera razón de la crisis de las humanidades, que ha sido exacerbada por Auschwitz. Mirando de reojo a Habermas, observa que la teoría de la acción comunicativa sitúa el pensamiento bajo la "presunción de la simultaneidad", pero la filosofía contemporánea tendría que redescubrir la estructura anamnética profunda de la razón si desea defenderse con éxito del reduccionismo instrumental de la racionalidad.
La pequeña provocación del teólogo no pasó desapercibida. Con motivo del 65 cumpleaños de Metz, Habermas celebró una conferencia en la Universidad de Münster con el título "Israel o Atenas: ¿a quién pertenece la razón anamnética?". En ella, el filósofo muestra intenciones comunes con el teólogo y saluda el compromiso productivo de Metz con los procesos de la Ilustración, pero rechaza la oposición de Jerusalén y Atenas como una estilización incorrecta.
Platón y nada más
La filosofía occidental no solo debe leerse como un avance triunfante del platonismo, sino también como una historia de protesta contra él. Diversas corrientes filosóficas, desde el nominalismo hasta el empirismo y el materialismo histórico, han intentado traducir el potencial semántico de la historia de la salvación bíblica en un discurso argumentativo. Sin duda, el motivo de la salvación por el pensamiento había rondado mucho antes a las puertas del idealismo filosófico, pero también ha llegado transformado al pensamiento postmetafísico.
En el camino que va de la intuición intelectual del cosmos pasando por la autorreflexión del sujeto conocedor y llegando a la razón lingüísticamente encarnada, la inspiración bíblica pasó a la filosofía contemporánea. Una reducción de la razón a la mitad es, por lo tanto, demasiado burda, no cumple con la teoría de la acción comunicativa, ya que son fundamentales categorías como la libertad, la justicia y la solidaridad son fundamentales.
En lugar de replicar a esta réplica, Metz presentó a Habermas otra pregunta: "¿Por qué sólo es cuestión la catástrofe de Auschwitz en los menores "escritos políticos " del filósofo de Frankfuert y, no como es sabida de una manera decididamente influyente? y ¿Por qué no hay una sola palabra al respecto en sus grandes escritos filosóficos sobre la teoría de la acción comunicativa? ¡La teoría de la comunicación obviamente cura todas las heridas!"
Las victimas de la historia
Durante un tiempo, Habermas, quien había defendido la singularidad de la Shoah en la polemica de los historiadores para mantener abierta la herida de todas las heridas, guardó silencio sobre esta pregunta de su colega. Pero en la publicación conmemorativa del 90 cumpleaños de Johann Baptist Metz, que apareció bajo el título "Teología en tiempo en peligro" el otoño pasado, ha vuelto a la controversia.
En una carta amistosa, admite que su último estudio a fondo de temas religiosos se debe más a los "impulsos" del teólogo Metz de lo que inicialmente era consciente. Reconoce el sentido de las quejas insatisfechas de las víctimas de la historia y su protesta contra la estrategia de olvidarlas y reprimirlas, son preocupaciones comunes a Habermas y Metz.
En una carta amistosa, admite que su último estudio a fondo de temas religiosos se debe más a los "impulsos" del teólogo Metz de lo que inicialmente era consciente. Reconoce el sentido de las quejas insatisfechas de las víctimas de la historia y su protesta contra la estrategia de olvidarlas y reprimirlas, son preocupaciones comunes a Habermas y Metz.
Habermas puede ganar hoy algo de la "queja profética" a propósito de la transformación de la fe cristiana en la conceptualidad de la teología. Después de todo, hubo una pérdida de sensibilidad al sufrimiento y la teodicea asociada con la orientación helenística. Los conceptos básicos de la filosofía práctica actual se deben a más de mil años de ósmosis semántica.
Parece que Habermas ha puesto mucho más en su obra magna "Una historia de la filosofía", de lo que vagamente sugiere en su carta a Metz. Según la editorial Suhrkamp (el trabajo en dos volúmenes se lanzará en septiembre), Habermas ha escrito 1700 páginas en las que muestra cómo surgieron las figuras actuales del pensamiento post-metafísico occidental.
Parece que Habermas ha puesto mucho más en su obra magna "Una historia de la filosofía", de lo que vagamente sugiere en su carta a Metz. Según la editorial Suhrkamp (el trabajo en dos volúmenes se lanzará en septiembre), Habermas ha escrito 1700 páginas en las que muestra cómo surgieron las figuras actuales del pensamiento post-metafísico occidental.
La ruptura de Auschwitz
Como hilo conductor de esta genealogía, Habermas presenta el discurso sobre la fe y el conocimiento, y muestra cómo la filosofía gradualmente se ha ido desprendiendo de su simbiosis con la religión y se ha secularizado. Sin embargo el legado de Jerusalén no se olvida ene l pensamiento post-secular y actualmente asistimos a su transformación a través de complejos procesos de traducción.
Si sucediera no solo sería un acto de comprensión recíproca más allá de los límites disciplinarios de la filosofía y la teología, sino también un hermoso signo de solidaridad académica. A pesar de la diversidad de estilos de pensamiento, ambos están profundamente influenciados también biográficamente por la experiencia de la cesura de Auschwitz. Están de acuerdo en la preocupación por mantener vivo el conocimiento de lo que falta y por fortalecer el escaso recurso de solidaridad en las condiciones del capitalismo global. Pero eso es casi ya su legado.
Jan-Heiner Tück es profesor en el Instituto de Teología Sistemática de la Facultad de Teología Católica de la Universidad de Viena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario