HISTORIA DEL PODER POLITICO EN ESPAÑA

 Ana Azanza


Interesantísima entrevista a José Luis Villacañas sobre su último libro “El poder en España”.

Sobra la extensión de alguna de las preguntas del entrevistador que parece se propone dar una conferencia alternativa.

 Me ha gustado sobre todo la parte referente al siglo XIX, la nación en armas de 1808 que no se puso de acuerdo con los constituyentes de Cádiz de 1812. Luego llegó el rey felón, el único dirigente que lleva el pseudónimo  aunque en la historia de España abundan los comportamientos felones.

 https://www.youtube.com/watch?v=8K5swBkkG_I

Nuestro error multisecular, no hubo guillotina en ningún momento, y por ello la política popular se sigue ejerciendo  en gran parte desde las páginas del ¡Hola!.

Es difícil enmendarle la plana a Gregorio Morán, autor de Miseria y Grandeza del Partido comunista. Evidentemente hubo una traición de Santiago a las bases que se habían jugado la vida durante cuarenta años. Hubo feeling inmediato, amor a primera vista con Adolfo. Y el comunista, primero fue joven socialista, que había pasado media vida en el exilio, cedió a todo: vió la alfombra roja y se olvidó de los padecimientos de sus compañeros si es que alguna vez los tuvo en cuenta. Aceptó la monarquía, un comunista que acepta una monarquía restaurada por el dictador que como recuerda Villacañas se había empleado a fondo en una guerra de exterminio del español “no franquista”. En la guerra y después hubo voluntad de aniquilación, pues todos los que no estaban con él estaban contra él, incluidos los que tuvieron la desgracia y la fortuna de salir vivos de los campos de concentración nazis en 1945. Francia los tuvo que acoger. Pues ya dijo Serrano Súñer en aquel momento que “todos los españoles estaban en España”.

Villacañas es suave cuando llama “inseguridad” a la actitud de las élites españoles con respecto a su relación con el pueblo, al que en realidad nunca se convoca si no es para hacer lo que hay que hacer, sea en 1978 o antes o después. Sí a la constitución, Sí a Maastricht, Sí a la Otan, sí a la constitución europea. El pueblo español es convocado siempre con las respuestas dadas de antemano por sus “tutores”.

El asunto del imperio español, los motivos de la no constitución de un capitalismo español, sobre todo castellano, Cataluña tuvo en ese aspecto otra evolución con la remensa. Otro factor clave: el catolicismo español sin reforma cívica, que es lo que significó el protestantismo en el norte y centro de Europa.

El carlismo que fue también un movimiento característico de nuestra historia, da lugar tanto al nacionalismo vasco como al catalán por no decir que dio sustancia al militar Franco rebelde contra la república. Sí el carlismo resiste todo lo que le echen como dice Villacañas, pero en 1976 con los sucesos de Montejurra se descabezó definitivamente el carlismo como tal en las dos ramas entonces enfrentadas. “Reinaba” Fraga Iribarne al frente de la seguridad del Estado que ese día “estaba de viaje”.

Curioso, tanto carlismo como comunismo que tuvieron gran fuerza popular en España fueron anulados como “movimientos de base” por los hacedores de la “transición española”, no convenían. Todo debía de ser dirigido desde arriba sin sorpresas.

No  sigo a Villacañas en su valoración del federalismo como continuación de la raíz anarquista, el anarquismo otro movimiento de masas con relevancia en Andalucía, Aragón, Cataluña totalmente anulado y exiliado por el dictador. En la actualidad la ignorancia de nuestros connacionales sobre la extensión del anarquismo español es bastante considerable.


Otro aspecto desconocido, el papel de Donoso Cortés en el pensamiento conservador español, que inspiró a Carl Smith. España reserva tradicionalista y dictatorial de Europa que llega hasta Ramiro de Maeztu y hoy representado en las esencias del famoso "Opus Dei" de las mil caras, al que menciona Villacañas recordando los contactos ya en 1934 de Escrivá, Ramiro de Maeztu y el monárquico Vegas Latapié.

Por lo demás es una gran e interesante entrevista que saca a la luz asuntos de los que raramente se habla.