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Depósito de ponencias, discusiones y ocurrencias de un grupo de profesores cosmopolitas en Jaén, unidos desde 2004 por el cultivo de la filosofía y la amistad, e interesados por la renovación de la educación y la tradición hispánica de pensamiento.

domingo, 28 de mayo de 2017

TRAS LAS HUELLAS DEL ESPÍRITU HUMANO




TRAS LAS HUELLAS DEL ESPÍRITU HUMANO

Por la traducción Ana Azanza

rs. ¿Cómo llega un autor a realizar una obra y qué significa esa obra para su autor? Es la gran cuestión que preocupa al metafísico Rüdiger Safranski. En las biografías que ha escrito de Schopenhauer, Nietzsche, Schiller, Goethe o Heidegger pretende llegar al espíritu desde lo humano. La tesis de partida es estimulante: el espíritu, esa parte libre y móvil que llevamos dentro, se desarrolla a partir de la vida y a veces se enfrenta a ella, los autores por así decirlo no tenían ninguna posibilidad de escapar a sus pensamientos. En ello estriba la tragedia existencial que Safranski es capaz de representar de manera placentera y utilizando muy buena información. Hoy 28 de mayo de 2017recibe el Premio Börne por su obra ensayística en Frankfurt. Lüdwig Borne que da nombre al premio es alabado por Safranski como un “moralista de envergadura”, lo compara con su oponente Heinrich Heine “un gran espíritu frívolo”. ¿La lección para el presente sería más frivolidad y menos moral?





 Rüdiger Safranski

Entrevista de René Scheu 6.5.2017

El filósofo Rüdiger Safranski es un espíritu inquieto. Se pregunta sin miedo: Si la publicidad se transforma en pedagogía y la política en autoaplacamiento ¿Dónde queda la sociedad abierta?
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Sr Safranski, es Vd un profesor y persona ilustrada. Una profesión para la que no se me ocurre ninguna palabra moderna. Vive Vd en su biblioteca, rodeado de amigos a los que no conoció. ¿Le parece que su modo de existencia tiene futuro o se considera Vd uno de los últimos ejemplares de su especie?


En muchos ámbitos, también en los llamados del espíritu predomina una forma de trabajo inquieta, nerviosa, febril. La agenda de la mayoría de la gente la hacen otros que se mueven entre los molinos de la burocracia y el cumplimiento de objetivos. Por ello estoy bastante seguro de que la forma de vida como autor tiene futuro.  Tras la ley del reforzamiento del contraste crece en la actualidad la necesidad de retrasar, enlentecer, disminuir la velocidad.  Por ello estoy bastante seguro de que la forma de vida como autor tiene futuro.  
Pienso que soy mi propio amo y señor, soy un hombre libre. Me permito el lujo de hacer simplemente lo que me interesa. 

Es Vd un espíritu libre, y por supuesto un loco de los libros, no sólo los que conserva en su biblioteca, también de los que Vd ha escrito. ¿En que estriba el sex-appeal de este medio de comunicación que ya cumplió 500 años? 

En primer lugar la tarea de escribir cada uno de ellos constituye una fase de mi vida, juntando unas con otras voy construyendo mi propia biografía. Pero más allá de esos detalles biográficos en los libros hay mucho más. Un libro es una región cerrada. Hay una correspondencia esencial entre el hombre y el libro: la vida del espíritu tiene un principio y un final. Para mí la estética del libro es  irrenunciable,  esa cerrada apertura y ese abierto lugar cerrado. 

Alaba Vd la linearidad. El mundo digital no es lineal, es un pozo sin fondo, constantemente en movimiento, no se apaga, un continuo entrelazado, sin principio ni final. ¿Cree Vd que el libro tiene futuro? 

¡Por supuesto que sí! La linearidad es un derecho humano. Claro que el universo digital fascina al ser humano, un universo que es su propia obra, pero también agota. Todo siempre ha empezado en él, nada se acaba. Los medios digitales funcionan según el principio de la mala infinitud, que no es malo. Uso esos medios, faltaría más. Pero el libro no es un casual recorte de un murmullo infinito, sino que como medio lineal tiene su propio contexto. En él se expresa la voluntad de una historia particular y propia, con él se construye mejor la finitud humana que a través de la corriente informativa. Nos reconocemos en él y por eso no desaparecerá. 

¿Lee Vd los periódicos?

Sí lo hago en el viejo modelo de papel. Por las mañanas y mientras desayuno, recibo la denominada por Hegel “bendición realista de la mañana”

¿Confía en los medios que tienen fama de serios?

Sí y por decirle todo le diré que leo NZZ que en Alemania tiene muy buena fama. El “viejo tío” de los periódicos alemanes respira el espíritu del periodismo sólido, entre ese periódico y yo hay una relación duradera. Por lo demás leo comparando y también entre líneas. De vez en cuando leo el  «FAZ» el «Badische Zeitung» y también «Zeit».

Escuchándole deduzco de sus palabras que todavía mantiene cierta desconfianza.

La presión económica sobre las editoriales  es cada vez mayor, los informes de los corresponsales disminuyen, se investiga menos, es un secreto a voces.

¿No tiene que ver su desconfianza también con que tiene Vd una mirada normativa hacia los periodistas? La palabra clave en este caso: la mentira de la prensa. 

Noto que hay cada vez una mayor presión normativa sobre los periodistas, fue particularmente llamativa en el otoño de 2015 y en 2016 en el momento de la crisis de los refugiados. Los medios y el gobierno alemán cantaron juntos la melodía de una cultura de la bienvenida. Era prácticamente insoportable...

Criticó Vd duramente y sin miedo la política de inmigración de Angela Merkel. . . 

Señalé que faltaba una política claramente formulada. Pasó mucho tiempo hasta que los publicistas recuperaron la cordura. ¿De dónde procede esa presión? ¿La tarea de los periodistas consiste en informar y aclarar las cosas a los lectores o en convertirlos y catequizarles

Pregunta retórica, ¿Quiere Vd decir que la mayoría de los periodistas actúan como mejoradores del mundo? 

Muchos no escriben lo que piensan porque creen que eso puede empeorar la situación. Escriben lo que les parece que sería mejor que fuera verdad, lo que a sus ojos sería una buena contribución para la vida en sociedad. Todo esto puede ser muy bien intencionado.  Pero pedagogía en lugar de periodismo no es bueno a la larga, los lectores no son tontos. 


Cuando compara el estilo actual con el pasado, ¿qué es lo que ha cambiado?


Me parece que la pedagogía al servicio de un supuesto bien lleva a la conformidad. Hay un coro de voces como si estuviéramos en el Día de la iglesia evangélica. Tiene mucho que ver con la competencia que suponen las redes sociales e internet que con sus desinhibiciones y descuidos  han favorecido el didactismo en los periódicos serios.
Por poner un ejemplo en los tiempos de la separación entre el este y el oeste de Alemania el discurso en los medios de opinión era mucho más combativo y no tan exageradamente pedagógico como hoy. Por supuesto esta antigua retórica de la autoafirmación podía ser bastante nerviosa contra una izquierda que como yo la juzgo demasiado agresiva y fanáticamente anticomunista. 

Sea más concreto, ¿a qué se refiere? 

Las posiciones conservadoras son casi impensables hoy en Alemania. Asistimos a una socialdemotratización superficial. Quien afirma por ejemplo que el estado nacional es un modelo de futuro porque en los formatos supranacionales como es la UE vemos que hay un déficit democrático notable, pasa por ser un conservador. Y en Alemania ser de derechas hoy es tanto como ser populista de derechas, es decir, nazi, son las equivalencias delirantes establecidas en la opinión pública alemana.
Otro ejemplo. Cuando se afirma que una sociedad que en poco tiempo recibe a muchos inmigrantes pierde su coherencia y se aliena y vuelve extraña para sí misma, cuando se dicen estas verdades antropológicas de Perogrullo, pasas por ser inhumano o racista cultural como se suele decir en la actualidad.  

Fuertes y densas palabras de un hombre de cultura. ¿Le agrada el papel de un filósofo político despiadado o hay que ver en Vd los signos de un radicalismo alternativo propio de la edad?  

Quizás ambas cosas. «Sólo en el ataque está el juego» dijo una vez Nietzsche. Hoy todos se esfuerzan en parecer bien intencionados. También en el ámbito de la cultura y de las empresas culturales, va acompañado de la idea de hacer al hombre mejor y así se cree que se merecen las subvenciones públicas.  
Por supuesto vale lo mismo viceversa. Cuanto más impone el Estado una cultura de la subvención, más obligado se ve todo el mundo a proponer una cultura para la mejora moral de la humanidad. La cultura hoy no puede ser fría, cínica frente a las irrazonables demandas de la vida, deba agitarse mucho pero no en los asuntos en los que haría de veras daño

Muy ocurrente por una parte pero por otra parte demasiado general. ¿A qué se refiere? 

Por ejemplo al teatro que provoca según las reglas del arte y vemos a la gente sentada en el WC o sangre derramada en el escenario. Pero en el fondo se trata de un mensaje muy moralizante, ¡aflígete por el mal del mundo! ¡Méjorate a tí mismo!
Seamos buenos unos con otros, pero no olvidamos las sombras, seguimos siendo realistas desconfiados.
Pero no se quiere oír hablar de una antropología sombría, que trate el verdadero mal existente. Nos comportamos bien, pero en cuanto uno vuelve la cabeza, el hombre es una criatura animal, los seres humanos son sádicos y ávidos de poder, luchan unos con otros y tienen que defenderse. 

¿Sería entonces la paz mantenida por nuestras grandes empresas un pequeño milagro que deberíamos alabar o pertenece Vd al numeroso grupo de los catastrofistas?

Pronto seremos mil millones de indivduos, enseguida 15 mil millones. ¿Cree Vd que la convivencia de todos será pacífica? Hobbes, Schopenhauer, Nietzsche, Freud, describieron el lado sombrío de la desmesura humana. El hombre es un lobo para el hombre, seamos buenos unos con otros pero no olvidemos las sombras, hemos de quedar en realistas desconfiados. De eso está hecha la cultura europea, de ese profundo escepticismo y esa confrontación con el propio abismo. “La verdad es para el hombre justo” dice Ingeborg Bachmann.

¿Exige Vd más maldad?

Primero de todo pido más realismo. Todos hemos de contar con la maldad, en la medida en que nos conocemos a nosotros mismos y a nuestros amados congéneres.

Le gusta hacer de provocador...

No estaría mal provocar la reflexión. Cuando hablo de un estado nacional como un modelo conveniente para el futuro, cuando pienso en las condiciones para que se mantenga la sociedad unidad o cuando alabo las fronteras formulo posiciones que estimo son necesarias que aparezcan en la discusión. De acuerdo en que se trata de posiciones más bien conservadoras, ¿por qué diablos tendrían que ser malas? Lo único malo es la pereza para pensar. 

El conservadurismo tiene bastante mala prensa, como Vd mismo reconoce públicamente, es retrógrado y reaccionario. ¿Por qué piensa que ocurre eso?

Es difícil de decir. En todo caso tenemos que la fantasía subliminal de la sociedad mundial, armoniosa, pacífica y sin fronteras hace de las personas seres tolerantes, decentes y compasivos. Si alguien pone en duda dicha fantasía es ridiculizado. Kant pudo referirse con cierta ironía a la paz perpetua y a un estado mundial en el que no hubiera fronteras. Pero hoy se considera indecente a quien sin ironía ninguna recomienda las fronteras y su vigilancia. Incluso se nota la propia contradicción. 

¿Qué quiere decir? Concrete más por favor.

La misma gente que alaban el estado del bienestar y esperan de él un seguro a todo riesgo contra todas las crisis de la vida, lo socavan con la idea de un mundo sin fronteras cuando el estado del bienestar es un club de pago al que sólo pueden acogerse un número limitado de miembros. No hay otra oferta para el mundo, sólo funciona con fronteras. En realidad las democracias son sólo asociaciones donde se regular quien pertenece y quien no, a quien se puede elegir y a quien no, quien tiene derecho a quedarse y quien no, quien tiene derecho a recibir dinero de la seguridad social y quien no. En definitiva,  límites por todas partes. Son banalidades que nos avergonzamos de recordar.

Si esta entrevista tuviera lugar en Alemania nos dirían que suena bastante a los lemas de Alternativ für Deutschland . . .

No importa mucho a lo que suene, lo importante es saber si lo que digo es justo. No hay que acobardarse por los comentarios que intentan evitar el pensamiento. Todos sabemos aunque no lo digamos que por ejemplo el Islam en la forma política existente actualmente es una gran amenaza para el Occidente liberal. El miedo está presente, sin embargo miramos para otro lado y silbamos como que no pasa nada para tranquilizarnos . . . 

«El Islam» así dicho es una abstracción. Muchos musulmanes llevan una vida secular y son demócratas como los europeos de “toda la vida”. ¿Dónde piensa Vd que está el problema? 

Exactamente, hay muchos musulmanes demócratas que se las tienen que ver con las autoridades y las tendencias intolerantes de sus comunidades. El Islam político se ve amenazado por el desarrollo liberal de occidente,  y de esa mala autoconciencia nace la agresividad militante y expansiva contra el mundo liberal. Musulmanes que proceden del mundo musulmán llegan a Europa atraídos por la libertad que Europa representa, pero hay muchos que llevan tiempo aquí que odian la sociedad en la que viven. De ahí la alta aprobación que merece el déspota Erdogan para los turcos alemanes. 

Algunos políticos alemanes están muy sorprendidos por ello y recuerdan que la libertad no es lo mismo que la indiferencia ¿qué piensa al respecto? 

Así es. Mientras en Occidente casi no podemos definir en qué consiste nuestra identidad, la mejor variante de todo a cien es el llamado patriotismo constitucional, vemos como en el Islam hay una autoafirmación identitaria. En Occidente nos falta fantasía para imaginar qué es eso. Temo que crezca la radicalización antioccidental de los musulmanes.  

¿Por qué? Los musulmanes han venido para llevar una vida mejor. 

Sí y muchos se sienten perdedores porque no han conseguido integrarse suficientemente. Y no se integran porque les falta conocimiento del idioma, también aunque sean la segunda y tercera generación. Tiene que ver con la autoexclusión intencionada, siempre es más fácil quedarse con los de la propia comunidad de origen. El número de los que la integración deja que desear no para de crecer.

¿Y qué pasa con todos los turcos que hacen carrera en Alemania? 

Claro también están ahí, y nos alegramos por ello, pero son una minoría exhibida con gusto en los medios.

Si los inmigrantes tienen obligación de integrarse también el país de acogida ha de promover activamente la integración. ¿Piensa Vd que el estado alemán lo está haciendo y que está comunicando sus expectativas de manera suficiente?

Hasta hace pocos años estaba mal visto exigir en Alemania a los inmigrantes que se integraran. Ir a clase de alemán parecía una exigencia excesiva de asimilación. Hoy se habla de la “leitkultur” (cultura líder, cultura básica, cultura común) pero no se trata de un intento serio de explicar las propias creencias culturales sino más bien es la expresión de la perplejidad. La mayoría de los publicistas se apuntan a enterrar de nuevo el concepto. Los reflejos condicionados alemanes funcionan de maravilla. 

¿Se ve dañado con ello el sentimiento cultural alemán?
Todo lo que tiene que ver con la nación en Alemania perdió su inocencia. En Alemania nos hemos acostumbrado a camuflar los propios intereses so capa de paz mundial, Europa o sino el Bien, la Belleza y la Verdad. Vivimos en una completa  neurosis nacional. Y por tanto es difícil decir en qué hay que integrarse ni por qué. Sólo con la presión inmigrante del verano de 2015 las cosas empezaron a cambiar un poco.
Empezamos a entender que sin el mismo lenguaje es imposible y que ello va unido a una forma de vida democrática y que por ejemplo, esa forma de vida está por encima de la Sharia. Para el estado de derecho el civismo pasa antes que lo sagrado, pero para cualquier creyente musulmán esto es una blasfemia. Pero es inevitable porque sólo significa que no hay tolerancia para los intolerantes.
No olvidemos que la sociedad liberal es difícil de entender, que la forma de vida occidental es percibida como una auténtica amenaza por otras culturas y que reaccionar de manera militante. Me parece que nos hallamos ante una negación de la realidad en toda regla en este asunto.

Dejémoslo así. ¿Pero a qué se debe esa negación? ¿es un efecto de la vida regalada de Occidente? ¿O más bien es ingenuidad por nuestra parte? El largo período de paz en Europa nos ha vuelto perezosos? ¿hay una especie de deleite en la propia decadencia? ¿o puede ser que la gente sólo se preocupa de sus asuntos privados en la vida de todos los días y deja de lado la política? 

Es difícil de decir. Intente pensar en esto, el mundo digital nos permite comunicar en cualquier parte con el mundo entero sin fronteras de ningún tipo. Pasamos una buena parte del día colgados de Internet y una pequeña parte viviendo “aquí y ahora”. Este hecho cambia nuestra percepción de la realidad.
Como resultado del mundo digital sin fronteras tenemos dificultades para pensar en las fronteras y ver las propias fronteras, para hacer frente a las fronteras en el discurso político. Se eliminan las distancias, hay una cercanía engañosa. Y en ese mundo hay también troyanos que nos amenazan en la red y nos pueden poner en peligro como si fuéramos verdaderos enemigos que  quieren ponernos una argolla al cuello.

Acaba Vd de exponer una tesis muy fuerte ¿quiere decir que nosotros “hombres de la red” ya no tenemos clara la diferencia entre la virtualidad y la realidad?

Sí es de hecho difícil de diferenciar. Fíjese en el terrorismo que se da hoy en Europa. El terrorismo opera manifiestamente a dos niveles, el real y el simbólico. Hay acciones, pero es todavía más importante como se difunden las noticias que tienen que ver con el terror. Los medios se convierten en cómplices involuntarios, llevan a cabo en el espacio virtual el contagio y el pánico con el que cuentan los terroristas.
Cada uno de nosotros vive en ambos mundos querámoslo o no, el real y el virtual y no es siempre fácil distribuir cada cosa en su sitio. Aunque la probabilidad en Alemania de ser víctima de un atentado es parecida a la de que te toque la lotería, la amenaza está siempre presente y los lugares públicos como los aeropuertos se transforman en una especie de fortaleza vigilada. 

Por una parte dice Vd que la amenaza de los inmigrantes está subestimada. Por otra parte dice que el peligro del terrorismo está sobrevalorado en Europa. ¿Cómo hacer compatibles las dos cosas? 

Claro que es compatible, se trata del péndulo entre la histeria y a anestesia. Por una parte ansiedad exagerada por otra el vivir descuidado. Nos falta un juicio desapasionado. De pronto hay cierto sensacionalismo, otras veces el paso de una cosa a otra es gradual e inadvertido, fíjese en la segregación paulatina y creciente que se da en algunos lugares de la sociedad.
Le doy un ejemplo de una fuente fidedigna, se trata de amigos profesores que trabajan en Berlín. Ocurre que en una escuela en la que los musulmanes son mayoría los niños judíos no pueden acudir con la Kippa. Así se ha apañado la cosa y ni los medios ni los políticos tienen muchas ganas de hablar de ello. No digo que en todos los lugares donde ya musulmanes se ha impuesto la sharia. Pero se da un desarrollo de sociedades paralelas con otras reglas de vida y la mayoría de la sociedad se ha acostumbrado a mejor mirar para otro lado.

En el mejor de los casos me está Vd contando una anécdota, ¿está seguro de lo que dice?

¿Y qué es la realidad sino una cadena de anécdotas? El tema es que en Alemania no queremos saber de estos movimientos de segregación. En los escolares y también en los adolescentes de 16 años crece el número de analfabetos, la mayoría son hijos de inmigrantes. Cada vez hay un mayor número de niños que no saben leer ni escribir y que constantemente son expulsados, el resentimiento crece entre los que no van a poder integrarse en el mercado laboral. Es dinamita para el día de mañana

Con su permiso, todo eso es alarmismo. ¿Según Vd en 20 años Alemania será el ocaso de Alemania?

Alemania va a cambiar mucho, ya lo dice Merkel. En Alemania nos falta un espíritu fantasioso como el francés Houellebecq, que con su humor corrosivo ha sido capaz de imaginar como la integración puede funcionar en sentido contrario. También describe qué ocurre cuando la mayoría de la sociedad se divierte en cubierta y a la vez tiene el sentimiento que por debajo todo va funcionando. 

Diga lo que piensa hasta el final sin escrúpulo ninguno. ¿Está Vd a favor de construir un muro alrededor de Alemania? 

La expresión muro la usamos como metáfora. Se trata de controlar las fronteras exteriores de Europa, aquí y allá podría haber muros reales que por cierto ya los hay. Viví suficiente tiempo en Berlín occidental en la época del muro como para no tener ninguna simpatía por este tipo de construcción. Antiguamente el Este quería evitar que sus ciudadanos dejaran el país. Las fronteras exteriores controladas que Europa necesita deberían de contener la afluencia de gente.
Hay refugiados, que buscan asilo político y un número cada vez mayor de gentes que quieren emigrar desde Africa. Se estima que hasta 50 millones. Los problemas de Afria no los resolverá Europa y por otra parte no puede acoger a todos, por lo que no queda más remedio que asegurar las fronteras exteriores. La inmigración de pueblos a gran escala ya ha comenzado y no tengo la impresión de que hayamos adquirido la adecuada conciencia de ello. 

Si sus predicciones sobre las personas que quieren emigrar son ciertas ni siquiera un muro podrá impedir que lo hagan.
Es bastante diferente que venga cientos o que venga millones. Pero evidentemente lo que falta es una política migratoria seria.  ¿Cómo ayudar a la gente que ha huido de su pais? Son gentes que huyeron y muchos quieren volver para reconstruir su país. ¿Pueden permanecer temporalmente en Europa para aprender y volver y aplicar en su patria lo que aprendieron aquí?
¿Cómo ayudar a los refugiados, reconocidos lo más rápidamente posible, a integrarse en el mercado laboral? ¿Cómo se pone en práctica la distinción en los que necesitan asilo de los que sólo quieren quedarse por tiempo determinado y de los que quieren quedarse de manera definitiva y se tienen que integrar? Las migraciones de población de este siglo no pueden resolverse con el derecho de asilo que se hizo para unas situaciones completamente diferentes.
Para estas cuestiones urgentes no tenemos por el momento ninguna respuesta política suficiente. La gente de los países ricos empieza a darse cuenta lo que significa para ellos, ¿queremos renunciar a nuestra riqueza porque nuestra mala conciencia nos lo dice o preferimos agarrarnos a ella a pesar de la mala conciencia?
Creo que más bien es la segunda opción la que predomina. Y por ello llegará el asunto de la protección efectiva de las fronteras exteriores de la Unión Europea, aunque no se propague por ahora a los cuatro vientos. Las migraciones de población de este siglo no pueden resolverse con el derecho de asilo que se hizo para unas situaciones completamente diferentes. Espero que Europa sepa idear una solución apropiada para la nueva situación.

¿Sólo lo espera?
¿Qué posición sería mejor que esta? Tengo poco talento para el pesimismo, prefiero un realismo inventivo, al que corresponde la reflexión y la preocupación.
 ¿A pesar de todo mira sin miedo al futuro?
Sería bonito poder decir, no temo a nada. Pero sería pretencioso, en cualquier caso no tengo miedo a decir lo que pienso. 







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