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Depósito de ponencias, discusiones y ocurrencias de un grupo de profesores cosmopolitas en Jaén, unidos desde 2004 por el cultivo de la filosofía y la amistad, e interesados por la renovación de la educación y la tradición hispánica de pensamiento.

sábado, 17 de abril de 2010

García Bacca, vivir dos veces despierto



Autora Ana Azanza

Este CD que presento sobre García Bacca contiene trabajos de los profesores que le han dedicado tiempo al autor, Beorlegui, Aretxaga, Porras Rengel, Cristina de la Cruz... y lo más interesante sin duda, Confesiones de y por García Bacca. Lo de vivir dos veces, comprobamos en la última sesión del Mochuelo que así debió ser dada la ingente cantidad de libros, artículos, escritos en prensa, traducciones que salieron de su pluma. Apabullante. Su producción ronda los 500 títulos, y algunos de sus libros no son precisamente delgados, véase el volumen "Qué es Dios y quién es Dios"

Juan David García Bacca nació en Pamplona en 1901, pero el destino le llevó hasta Venezuela donde inició la facultad de filosofía en Caracas y ejerció su magisterio de 1946 hasta su muerte en 1992. Se tomó como un deber traducir todas las obras de Platón, incluidas las de autoría dudosa. El Banquete, la República y Fedro fueron traducidas con gusto, las demás con menos gusto pero no menos dedicación.
Se definió a sí mismo ante la reina Sofía como "español indiano", reconociendo su condición de europeo trasplantado a América. En Ecuador conoció a su esposa con la que tuvo tres hijos.

Las etapas del pensamiento de García Bacca abarcan desde su tomismo inicial, del que luego renegará bastante, hasta la filosofía de la técnica y de la música de sus últimos años, pasando por el inevitable Heidegger y el marxismo de los años 70. Entre tal cantidad y variedad de intereses hubo que centrarse en alguna obra. Escogí por lo sugerente del título Invitación a filosofar, obra publicada en los años 40, que se puede encontrar en internet en la página de la fundación garciabacca.com y en cervantes virtual, como no.

Me gustó su metáfora musical para explicar qué es filosofar. García bacca nos invita a bailar, a poner en movimiento el hombre entero, comenzando por los pies, por lo que del hombre toca la tierra. Recuerda a Nietzsche: "Cuando una filosofía adopta la forma apolínea está muerta, a lo más, es una bella durmiente. Toda filosofía viva es una borrachera de ideas y el filósofo es un beodo." En la borrachera de ideas hay rtimo. Las propias ideas imponen un ritmo, un sistema de cuvas y conexiones ideales que llamamos lógica y dialéctica. ¿Son las ideas capaces de bailar?

En la pluma de García Bacca las ideas saltan, como él dice. Filosofar es saber pegar hábilmente sobre la membrana de las cosas, de tal modo que te-salten, que salten y se desprendan y se eleven las ideas que dejadas en su estado vulgar, inmediato, cotidiano, están pegadas, fundidas y confundidas en mil cosas.

La filosofía es como una música interpretada por el filósofo que gracias a su entendimiento, es capaz de hacer re-saltar las ideas, no permitiendo que se apoyen en lo concreto, sino en ciertos puntos rítmicos. Porque las ideas así desprendidas de la mostrenca realidad tienen sus propias conexiones que llamamos dialéctica.

Quiere García Bacca que las ideas se oreen, se aireen, dejen de ser rompecabezas y que las cabezas dejen de romperse estúpidamente por ellas. En esto tenía García Bacca todo un país al que dirigirse. Y en su Invitación se inspira del Banquete platónico y de la Apología de Sócrates. El filósofo se condena por endemoniado. Lo demoníaco está entre lo divino y lo mortal. El daimon conecta dioses y hombres. Demonio, sabio, filósofo se mantienen cual funámbulos en la maroma que une Dios y lo mortal. Se es demonio por no respetar lo hecho y definitivo, por no inclinarse ante el ser, ante la sustancia. Dios es la sustancia por antonomasia.

Por la maroma tendida entre Dios y la Nada funambulan el filósofo, el sabio y el demonio los únicos que pueden sostenerse sin caer en el abismo. Son estadios de un mismo movimiento: el filósofo para sostenerse en la maroma tiene que avanzar hacia sabio y el sabio hacia demonio. Filósofo y sabio están ya endemoniados por aspirar a serlo, en palabras de Nietzsche: "Si existe Dios, ¿como podré soportar el no poder ser ya Dios? Luego Dios no existe". Y Platón: "lo demoníaco, con su oficio entre lo divino y lo mortal, completa y llena de tal manera el todo mismo que todo llega a ser conexo consigo mismo".

La tragedia del demonio consiste en que descubre lo que tiene de ser cuando toma conciencia de la lucha entre su finitud y su transfinitud. Esta lucha en que la finitud gana cada batalla y pierde la guerra lleva a la faena del filosofar. Filosofar es faena vital, ontológica que va en contra de la finitud, en contra de cada tipo de ciencia que se vuelve cárcel mental cuando pretende ser definitiva. Se hace el filósofo demonio por vivir transfinitamente. Lo demoníaco es la superación de cada una de las categorías científicas, filosofar es como hinchar un globo hasta que estalle, hay que ir reventando las cosas, las categorías, endiosar hasta los objetos más humildes para ver qué dan de sí.

En el hombre mismo, en su cuerpo vemos su composición transfinita, la materia no entra en la composición de nuestro cuerpor sino como barrera a superar por la transfinitud. La transfinitud del hombre incluye tener materia funcionando como límite. Y el "endemoniamiento" consiste en ir siempre más allá de los límites, poderse evadir hacia lo infinito.

Remontando por la escala dialéctica de lo bello aparece súbitamente la belleza infinita. Uno puede quedarse boquiabierto porque no es ver simplemente, es sentir el ataque de luz que no resiste la ciencia misma. Hemos superado lo lógico y el ímpetu dialéctico arroja al hombre en brazos de lo infinito mismo. La vista quiere tocar, de ojos en función contemplativa pasamos a ojos en función de abrazos abrazantes. Sólo en virtud de ese des-ojarse en manos prensoras la dialéctica toca el infinito. Este contacto es el fenómeno místico por excelencia.

Pero el Absoluto no tiene esencia, como aprendió de Cayetano, el Absoluto está más allá de toda esencia. No es bondad ni es belleza. Es el Super Ser, hay muchas cimas que apuntan a él sin jamás juntarse en una sola. Lo Absoluto trasciende todas las diferencias: uno-múltiple, sustancia-accidente, esencia-existencia. La peor teologia es la que domestica de tal modo al Absoluto que lo convierte en una cosa aunque muy gigante. Conocemos bien la teología que hace trivial al Absoluto, que lo cosifica, le quita su misterio, su trascendencia, lo domestica.

Toda teología que no culmine en forma dialéctica sabe demasiado de Dios, lo vuelve inttrascendente. Una teología así es el tipo más sutil de ateísmo. La partícula "trans" le parece a García Bacca liberadora de la cárcel del dogmatismo:

"Mientras me dejen añadir, con plena y afirmativa libertad, un trans a toda formulación dogmática, las acepto gozosamente, sinceramente, pues por el trans me transporto, por el supra me supero, por el muy por encima me encubro sobre mí y sobre todo, en un ininterrumpible ascensional ímpetu hacia el Infinito, término de transfinitud, hacia "mi" Dios".

Y esta trascendencia hace posible las ciencias, como algo consistente en sí. En ello estriba la diferencia entre el medioevo y la época moderna.

Los que hemos dedicado algo de tiempo a la filosofía medieval recordamos aquello de la subordinación de los saberes, y que la teología, reina de la que la filosofía era servidora, estaba subordinada nada menos que a la visión beatífica de los que están en el cielo cara a cara con Dios. Pero la organización del saber moderna, independiza cada ciencia de esa rígida subordinación medieval, cada ciencia vale por sí misma, sin estar cerrada sobre sí misma, sino abierta. García Bacca demuestra que las ciencias modernas por su apertura y su independencia son señal de la transfinitud del hombre.

La Invitación a filosofar de García Bacca continúa con uan prolija demostración del descubrimiento de Cantor de los números transfinitos como ejemplo de esta apertura de las matemáticas "al más allá" matemático. Es suficiente para soñar filosóficamente las sugerencias que he presentado hasta aquí.

Dejaré para otra ocasión la crítica de García Bacca a Heidegger y su metafísica que "implosiona" así como su filosofía literaria de "La vida es sueño" y el auto sacramental español.

sábado, 20 de marzo de 2010

Ferrater



Autora Ana Azanza

Estuvo interesante la sesión sobre Ferrater dirigida por Martín. Otro aire más anglosajón, como no podía ser menos en un personaje que vivió en Estados Unidos la mayor parte de su vida y adquirió la nacionalidad en 1960.
Hombre polifacético como pudimos observar en la página web que lleva su nombre ferratermora.org: ensayista, fotógrafo, cineasta, catalán, poeta, filósofo del lenguaje, analista, escritor de cuentos, novelista.
Etapas de su pensamiento:
1. fenomenológico existencial, influido Ortega, Unamuno, Heidegger.
2. filósofo de lenguaje
3. Etica naturalista.

Martín destacó dos de sus libros: De la Materia a la razón 1979
y el póstumo Mariposas y Supercuerdas.

Defiende el método integracionista que se parece en un principio a la dialéctica hegeliana pero sin síntesis superadora. Hay que mantener las "tensiones". Los conceptos deben ser examinados uno a uno, intentando distinguir siempre en la realidad lo que viene de parte de la cosa y lo que es del sujeto, las palabras significan por el uso que les damos. Como fenomenólogo sugiere que las cosas admiten descripciones distintas.

Ferrater vivió el exilio con menos dramatismo que otros intelectuales españoles. Se sintió bien en él.
También escribió sobre el plurilingüismo, defiende la cooficialidad de los idiomas en referencia al problema en Cataluña. El mismo escribió indistintamente en catalán, inglés y español.
Los asistentes a la sesión valoraron su libro "Cuatro visiones de la historia universal" (1955) que lamento no haber leído.
Leímos el análisis de la guerra civil, una guerra en la que se enfrentaron dos totalitarismos, nazismo y comunismo. El liberalismo constitucional quedó aplastado por los extremismos, ese liberalismo que pena por hacerse oír en España desde las Cortes de Cádiz. En un somero análisis geográfico de la guerra y olvidando Andalucía como señaló Amelia, Ferrater ve la línea de demarcación entre la España rural, tradicional, Castillas, y la España industrial, obrera donde había cuajado el comunismo y el anarquismo. Jaén no sale en esta foto que hace Ferrater. El caso de los nacionalistas vascos, tradicionales pero en contra de Franco parece ser que se debió a un efecto de acción-reacción. Dado que el carlismo apoyó a Mola-Franco, ellos optaron por la República.
Señaló Martín el no revanchismo de Ferrater en esta cuestión y a partir de ahí discutimos apasionadamente sobre la memoria histórica.

Quedaron claras las posiciones de todos los presentes, también que nuestro grupo del Mochuelo recupera la memoria de todos estos filósofos que se vieron obligados a huir del país dejando un páramo intelectual detrás.

Destaca la vuelta a Aristóteles de Ferrater, la desdramatización del tema de la muerte, la continuidad entre la materia y la razón. La muerte es una realidad física. Ser real es ser mortal, sólo hay grados de conciencia frente al tema de la muerte: desde los seres que no se dan cuenta hasta nosotros los humanos que somos conscientes de ella.
Su anticartesianismo, no es posible hacer una epojé del mundo, estamos situados siempre en la realidad. Las cosas se muestran tal como parecen ser y cada uno las cuenta como las ve. Caben muchas perspectivas sin que ninguna agote el tema porque la realidad es siempre exuberante en palabras de Merlau Ponty.

La diferencia entre Ortega y Ferrater la subrayó Rafael Bellón. Ortega era preciosista, se recreaba en las descripciones, dejaba embobado a su público no muy preparado filosóficamente. Ferrater distingue filosofía y literatura con más nitidez que Ortega: la filosofía ha de buscar precisión.
Frente a la moda filosófica posmoderna que varios de los presentes recordaron y calificaron de hermética e incluso de asignificativa, el filósofo catalán resulta refrescante, humilde, inteligible al menos.

No se puede dejar en el tintero su Diccionario de Filosofía traducido a varios idiomas, un referente mundial en la materia.
Desgraciadamente no pude asistir a la última parte de la sesión del día en la que se habló del último Ferrater, sus consideraciones de ética y en particular sobre los derechos de los animales.

viernes, 19 de febrero de 2010

Manuel Andújar

Autora Ana Azanza

Rafael Bellón nos habló en la última reunión del escritor jiennense Manuel Andújar (La Carolina 1913-Madrid 1994).

Parece que estamos ante un doble exiliado o triple. En 1939 hubo de dejar España para asentarse en Méjico donde ejerció diversos oficios hasta recalar en Fondo de Cultura Económica. Un segundo exilio sería la falta de reconocimiento de su obra y el tercero: a su regreso la democracia española le decepcionó, no se había producido el cambio social y cultural deseable a pesar del paso de dictadura a democracia.

Escribir era para este jiennense un proyecto ético, al que pudo entregarse cuando hubo de dejar su trabajo de funcionario obligado por el exilio.
Con la guía de nuestro compañero, profesor de literatura y Cronista de Ubeda, hicimos un recorrido por todos los géneros literarios.
De su obra poética destaca por su tono metafísico "Sentires y querencias". Un buen ejemplo de la poesía de Andújar es "Enconada pregunta" cuya lectura nos sobrecogió:

"¿Tenemos natural
derecho
a entender el sentido
de lo que ocurre,
a preguntar
si hay una finalidad
en nuestro existir
precario y frágil?
¿Acaso descubiertas quedarán
en el futuro
causalidad y casualidad?
Por misericordia, nos explicarán
que la basura de la flor procede
y que el tallo tierno
a estiércol huele ya."

En la novela "Cita de fantasmas" alude a su crítica a los exiliados españoles en Méjico, que se reunían a charlar sin avanzar en su pensamiento, e incluso recreando una España cada vez más alejada de la real. Idealizando lo que habían vivido y desinteresados de su evolución. En los años cincuenta parece que creció el número de suicidios en este colectivo desesperados al ver que el régimen que los había expulsado injustamente se asentaba y obtenía reconocimiento internacional.

En cuanto al teatro, escuchamos un monólogo compuesto por Andújar, "Objetos hallados".

Y del ensayo destacó Rafael Bellón el título: "El mestizaje cultural en Andalucía e Iberoamérica".
En este escrito Andújar valora el régimen político del mejicano Lázaro Cárdenas que supuso una ayuda jurídica, moral y tangible para los españoles obligados a abandonar el país. Recuerda sus primeras impresiones de América una vez solucionado el problema de la subsistencia:

"el rojo tezlonte de los edificios, amarillez morena de las fisonomías indias, teñidas claras de los criollos, polifacética mixtura de los mestizos". Plasma esas sensaciones en su novela de 1944 Partiendo de la angustia, sobre la que explica:

"más que el argumento de la novela importa destacar que es una joven india la protagonista... Pero el tono e intención fundamentales consistían en la aspiración de captar el ambiente, de reflejar una atmósfera en que concurren indisolublemente, el entorno de la historia en que participó lo español, determinándola en gran porción, y la aparente y subyacente y coloreadora persistencia de impregnación precolombina, Constituía una melancólica constancia, un haz de impresiones iniciales, en que se habían mezclado un ingenuo deslumbramiento y dosis de una vaga ternura solidaria, por los conquistadores -o dominantes todavía- y por los conquistados, cuya modulación se conserva y aflora."

Hace un recorrido por todos los autores que el mestizaje ha dado de sí en América, desde el fraile Bernardino de Sahagún, cuya curiosidad por las lenguas indígenas las salvó del olvido, hasta los autores mejicanos y de otros países de América hispana con los que tuvo ocasión de compartir en el exilio. Particularmente destaca su coincidencia con el ecuatoriano Demetrio Aguilera-Malta autor de "Don Goyo". Asumir el mestizaje era una misión fundamental de lo americano.

¿Y Andalucía en todo ello?

Uno de los más antiguos y multiformes mestizajes de la Península, y esa acumulación cualitativa ha sedimentado en una personalidad propia. En este punto coincide plenamente con las apreciaciones que Ortega y Gasset hiciera en Teoría de Andalucía.

Nos resultó curioso que un autor de más de cincuenta libros, se encuentre con que nadie se acuerde de él, y gran parte de su obra permanezca inédita, criando polvo en los archivos de la Diputación de Jaén.

martes, 16 de febrero de 2010

ADOLFO SÁNCHEZ VÁZQUEZ

El compromiso de un gran intelectual transterrado


En la sesión de Enero, dediqué mi intervención a un gran filósofo español que, además, fue un gran filósofo Mexicano: Adolfo Sánchez Vázquez.
Efectivamente, el exilio debido a la Guerra Civil española de 1936, nos privó durante decádas a los españoles de pensadores, artistas y profesionales que desarrollaron su trabajo en otras tierras de acogida. La historia de Adolfo Sánchez Vázquez está llena de fechas, de lugares, de amigos y de trabajo, pero sobre todo está llena de compromiso. Esta es la gran deuda de la historia de la filosofía española con los autores del exilio.
Hablamos, mientras algún que otro dulce nos acompañaba, de lo humano y lo divino, y para que quede constancia en el Blog, voy a recoger parte de mi ponencia junto con un video extraido de youtube del profesor.

sábado, 23 de enero de 2010

El fin del exilio y exilio sin fin



Autora Ana Azanza

Amelia nos "entretuvo" en la última sesión del Mochuelo sobre ¿Adolfo o Alfonso? Sánchez Vázquez poeta filósofo exiliado en México desde 1939 hasta 1977. Nos aportó abundantes documentos para ilustrar la sesión: poemas de sus compañeros de generación como Miguel Hernández (Carta), Emilio Prados (Sueño), Alberti (Hace falta estar ciego) y Altolaguirre (Trino y la voz Cruel). Además de éste del propio Sánchez Vázquez titulado "yo sé esperar":


Si para hallar la paz en esta guerra,

he de enterrarlo todo en el olvido,

y arrancarme de cuajo mi sentido

y extirpar la raíz a que se aferra;


si para ver la luz de aquella tierra

y recobrar de pronto lo perdido,

he de olvidar el odio y lo sufrido

y cambiar la verdad por lo que yerra,


prefiero que el recuerdo me alimente,

conservar el sentido con paciencia

y no dar lo que busco por hallado,


que el pasado no pasa enteramente

y el que olvida su paso, su presencia,

desterrado no está, sino enterrado.


Muchas fueron las vicisitudes de Sánchez Vázquez en Méjico. Su búsqueda de un "modus vivendi" no es la menor, y sus desacuerdos con los autoritarios dirigentes del partido comunista tampoco son despreciables. De todo ello da buena cuenta en esta entrevista con Teresa Rodríguez de Lecea
www.ucm.es/info/eurotheo/filosofia/a_sanchezvazquez/trdlecea.htm

De toda la documentación que nos entregó Amelia me ha interesado el artículo "El compromiso político-intelectual de María Zambrano", conferencia pronunciada en el célebre "año zambraniano" 2004 en Madrid. Destaco de dicho artículo la clasificación que hace Sánchez Vázquez de la intelectualidad española según su reacción ante la segunda república:
-los que se identifican con ella.
-los que van distanciándose poco a poco.
-los que se pronuncian en contra.
-los poetas y artistas que hacen oír la voz de los más desgraciados.
-los que se ponen a "salvo de la contaminación política".

Para saber quién es quién prefiero mantener la intriga y remito a dicho artículo.

Pero lo que más me ha llamado la atención y a lo mejor alguna de las filósofas de Barcelona que se dedican a estas cuestiones ya le ha hincado el diente al tema, es el paralelismo que se puede establecer en algunos puntos entre Zambrano y H. Arendt. Ambas exiliadas, ambas discípulas de dos grandes, ambas poniendo en el centro de su reflexión, al menos en su juventud ("Horizonte del liberalismo") la vida pública, la política como la actividad más estrechamente humana, ambas haciendo parecida acusación a los intelectuales contemporáneos, "déficit de compromiso moral", "hacerse ideas de las cosas". "No tocar tierra" es mi traducción. Ambas participaron, se "arremangaron" en actividades sociales: Zambrano en aquellas giras culturales por los pueblos de España y luego con la infancia evacuada en la guerra. Arendt colaborando con las organizaciones judías que luchaban por salvar a su población.

Alejándose las dos de los dogmatismos, sean comunistas, liberales o sionistas en el caso de Arendt.... para seguir su propia senda. Y sabiendo también en la distancia y seguramente en el desacuerdo intelectual guardar fidelidad a sus maestros. Muy interesante horizonte de investigación. Y curioso, ninguna de las dos fue feminista declarada, en el caso de Arendt tenemos incluso declaraciones suyas que podrían ser tachadas de "machistas".


Siento la disgresión que aleja del auténtico protagonista, Sánchez Vázquez. Pero este punto de vista que expongo no quita que los demás déis el vuestro.

sábado, 12 de diciembre de 2009

Luna de Avellaneda





Autora Ana Azanza


Nos gustó y se nos quedó pegada la melodía de esta película ("Siga el baile, siga el baile...") escogida por Pepe Fuentes para ilustrar el exilio de los españoles en Argentina.

He encontrado muy buenas críticas en filmaffinity, traigo una de ellas. No tuvimos mucho tiempo para la discusión dada la duración de la misma, dos horas y media. Además queríamos escuchar a Muñoz Molina en la presentación de su última novela:

"Juan José Campanella demuestra que posee las cualidades propias de un director de fuste y de gran calidad. La película presenta una historia hecha de cotidianeidad, sencillez, personajes humanos, situaciones normales, reacciones verosímiles, que componen en conjunto un excelente retazo de la vida misma. No hay grandilocuencias, ni exageraciones, ni espectacularidades, porque la vida está hecha de otros materiales: dudas, debilidades, ambiciones, desamores, amor, dignidad, contradicciones. El guión, del que Campanella es co-autor, entrelaza varias pequeñas historias de personas ligadas al Club Luna de Avellaneda (la de Román y Verónica, la de Cristina y Amadeo, etc.) con la historia central, que es la del propio club: sus dificultades de subsistencia, su esplendor perdido, su pasado brillante, su utilidad para el deporte de los jóvenes, para el ballet de las niñas y los niños, las funciones sociales con espectáculos de baile español, los bailes de sociedad, los ágapes de camaradería. La superposición de varias historias se hace con habilidad, con corrección y con resultados positivos para el desarrollo de la acción general, que resulta entretenida, interesante y que, poco a poco, se hace apasionante. La fotografía a la luz del día y a la luz de las farolas es brillante y de una belleza plástica sorprendente. La cámara aprovecha el recurso de los encuadres fijos para realzar el movimiento de los actores y para invitar al espectador a penetrar en su intimidad. En otras ocasiones, el movimiento de la cámara es breve y ajustado, o bien más dilatado, pero en todo caso suave, limpio y respetuoso. La cámara en ningún momento pretende formar parte de la acción, sólo desea reflejarla, y eso en los tiempos que corren merece un elogio. La interpretación de Ricardo Darín está a la altura de su calidad artística, al igual que la de Eduardo Blanco, un secundario de lujo que aporta a la película momentos destacados de humanidad, ternura y emoción. El duelo oratorio entre Román Maldonado (Ricardo Darín) y Alejandro constituye, tal vez, el punto culminante de la película. En su desarrollo se enfrenta el pragmatismo y el utilitarismo de Alejandro con el idealismo y el voluntarismo nostálgico de Román. La secuencia se presenta en términos de gran sinceridad y transparencia: las emociones se distribuyen entre las dos posturas y los votos también. Al fin, los derrotados por escaso margen pueden ser los que ganen, porque la vida continúa."

lunes, 23 de noviembre de 2009

In memoriam Eduardo (Lévinas versus Heidegger)

Como el otro día Martín citó a Lévinas, y volvió a salir en la Quinta el tema del taimado fascismo  de Heidegger, mando al blog enlace de mi última entrada en Signamento, que es también un postrer homenaje a Eduardo Ruiz Jarén, al que podríamos invitar a la Quinta si aún viviese y diese clase humildemente en el IES de Vilches, como solía...