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Depósito de ponencias, discusiones y ocurrencias de un grupo de profesores cosmopolitas en Jaén, unidos desde 2004 por el cultivo de la filosofía y la amistad, e interesados por la renovación de la educación y la tradición hispánica de pensamiento.

domingo, 16 de marzo de 2014

MERCADERES DE LUZ

Las utopías son, en cierto sentido, programas de acción. ¿De acción racional? Dudo que involucren sólo un deseo de racionalizar la realidad. Más bien apuntan a un proyecto de transformación social que satisfaga nuestro deseo de libertad, de justicia, de felicidad, o de todas estas cosas. 

También dudo de que una realidad social racionalizada satisficiera al ser humano. Como decía Diego de San Pedro -en su Cárcel de Amores- podremos cansarnos de vivir, pero nunca de desear. Es discutible que la esencia de nuestro comportamiento sea o  haya de ser racional; el corazón -y el resto de nuestras vísceras- tienen razones que la razón no puede comprender...

He terminado de leer La nueva Atlántida de Francis Bacon (1626). Dentro de la gran obra de este historiador, político y filósofo, su utopía, apretada e incompleta, no ocupa un lugar tan principal como en Tomás Moro. Algunos dicen que fue de lo último que escribió Bacon, en latín, terminándola hacia 1624, aunque se publicó póstumamente (1). Sin embargo, no me extraña que Bacon haya sido considerado por ella como un profeta de la revolución industrial, y como precursor de lo que podríamos llamar "humanismo tecnológico". 

(El ciberfeminismo de Donna Haraway sería y no sería un corolario de aquel programa, pues la utopía de la usamericana es tecnológica, pero no es humanista, y mucho menos "cristiana". Como Zizek, la Haraway se inclina netamente hacia el izquierdismo "apocalíptico",  aun bestial o "monstruoso". Por su parte, Bacon tiene una visión optimista de la Historia, moderna y no postmoderna.)

En cierto sentido, como dice una profesora de la UNED, La nueva Atlántida es una especie de carta de los Reyes Magos. En unas cuantas páginas, Bacon enumera inventos que mejorarán la vida del hombre: sistemas de refrigeración, panaceas médicas, ecualizadores de sonido, máquinas voladoras, submarinos, telecomunicaciones, audífonos, bioingeniería, realidades virtuales, fuegos inestingibles, modelización de sistemas. 

Ejemplos:
"En los mismos huertos y jardines conseguimos por medios artificiales que los árboles y las flores florezcan antes o después de su estación correspondiente, y que den fruto con más rapidez que lo harían siguiendo su evolución normal. Logramos también que adquieran el tamaño mayor que el natural, y que su fruto sea mayor y más dulce, y de un gusto, olor, color y forma distintos a los que poseen por naturaleza. Muchos de ellos pueden emplearse como medicinales".
"Contamos también con medios para conducir los sonidos por tubos y conductos, a través de extrañas líneas, a grandes distancias".
"Tenemos barcos y barcas para navegar bajo las aguas del mar". 
"Tenemos también casas de ilusiones de los sentidos, donde hacemos juegos de prestidigitación, falsas apariciones, impostoras, ilusiones y falacias". 
Muchos de los sueños de La Nueva Atlántida se han realizado. No obstante, las utopías se proponen como modelos de sociedades pacificadas, como si sus creadores pensasen que sin contradicciones, sin conflictos, se acabarán los cambios. ¿No depende la dialéctica histórica del conflicto, de la "insolidaria solidaridad" a la que refería contradictoriamente Kant? ¿Qué papel juegan la envidia y la emulación en el esfuerzo privado? E indudablemente, el espíritu de empresa, el "emprendimiento" -como se llama ahora en léxico políticamente correcto, es la base del crecimiento y del bienestar de las naciones. Sin acumulación, no hay distribución que valga y sólo se puede repartir miseria.

La utopía de Bacon es una sociedad lejana, escondida en los mares del Sur, autárquica y tecnocrática. La Bensalem de Bacon se halla "más allá del Viejo y del Nuevo Mundo". En ese estado se prohíbe la entrada de extranjeros para preservar las buenas costumbres, y por temor a las novedades. Pero, eso sí, sus ciudadanos muestran el mayor humanitarismo hacia los inmigrantes afligidos por la desgracia. A los extranjeros que llegan náufragos a sus costas los curan, los tienen en cuarentena y, en algunos casos y tras comprobar su adaptación al nuevo régimen, les dejan permanecer en su "nueva Atlántida" o les proveen de fondos para que se vayan contentos.

El protagonista de la historia ofrece regalos a sus benefactores neoatlantes. Éstos se ríen y no los aceptan. Los funcionarios, magistrados y políticos de Bensalem, al contrario que muchos de los nuestros, no tienen la costumbre de "cobrar dos veces". No hay lugar en Bensalem para la prevaricación o el cohecho, tan comunes hoy en nuestra Piel de Toro. Sus funcionarios son tan humanitarios, como incorruptibles.

La principal institución de Bensalem es La Casa de Salomón, "la fundación más noble que jamás se hizo sobre la Tierra, y el faro de este reino". Un directorio de expertos por encima del Estado. Está dedicado al estudio de las obras y de las criaturas de Dios. 

Conviene recordar que La Casa de Salomón de La nueva Atlántida inspiró la fundación y estructura de la Royal Society británica que acabaría por dominar, con mano de hierra, sir Isaac Newton. Ella tiene el verdadero poder y es una institución bien jerarquizada de sabios, que se reserva el derecho de censura:
"Celebramos consultas para acordar cuáles son las invenciones y experiencias descubiertas que se han de dar a conocer, y cuáles no; se toma a todos juramento de guardar secreto respecto a las que consideramos que así conviene que se haga, y a veces unas las revelamos al Estado y otras no"
Bacon fue abogado además de filósofo, y su mirada a la ciencia posee ambos sesgos: el énfasis en la estructura legal (fundada en el iusnaturalismo) y la visión de conjunto, interdisciplinar. También conviene recordar la condición de masón (rosacruz) de Bacon, así como su formación calvinista, que explica la importancia que da a la familia patriarcal, la fertilidad, la fidelidad y la castidad, pues el sexo sólo se tolera dentro del matrimonio. 

Lo que más me ha emocionado o sorprendido gratamente de La nueva Atlántida es su concepción del comercio. Los neoatlantes, "mercaderes de la luz", no comercian con joyas, oro, especias o sedas, sino con la primera creación de Dios, que fue la luz: "deseamos tener luz, por así decirlo, de los descubrimientos realizados en todos los lugares del mundo". Así que, cada doce años, mandan emisarios secretos a todo el mundo para enterarse de los avances técnicos y científicos del resto de las naciones. Se trata de una verdadera Sociedad de la Información.

Es conocida la sentencia del Novum Organum: "No se triunfa de la naturaleza sino obedeciéndola". Se ha insistido demasiado en el sentido colonialista y dominador (la "epistemología de cazador", que dice Panikkar) de este aforismo. Injustamente. Bacon insiste más en lo que en el Novum Organum enuncia como condición del hombre: la de "servidor e intérprete de la naturaleza". Se trata sobre todo de casar oficios útiles con entendimiento teórico. 
"Ni la mano sola ni el espíritu abandonado a sí mismo tienen gran potencia". 
Y es que "la sutilidad de la naturaleza sobrepuja de mil maneras a la sutilidad de nuestros razonamientos". Bacon opone la consideración prejuiciada de la naturaleza en función de principios que la dialéctica (lógica) de la época alcanza muy apresuradamente, frente a una interpretación de la naturaleza que, al contrario del silogismo aristotélico, no liga las razones del espíritu, sino que liga las cosas naturales... Y, naturalmente, se inclina por esta última. Una vía que "de la experiencia y de los hechos deduce las leyes, elevándose progresivamente y sin sacudidas hasta los principios más generales que alcanza en último término" (Novum Organum, I, 19). De este modo, Bacon desmarca la verdadera Interpretación de la naturaleza, de un entendimiento temerario que opera con prenociones (idola).

La Nueva Atlántida es bastante avanzada en cuanto a la igualdad entre los sexos: los individuos se organizan "por orden de edades, sea cualquiera el sexo que tengan". Las mujeres tienen acceso a la educación, el ejército, la ciencia y el funcionariado. 


En Bensalem cobran importancia los actos litúrgicos y las fiestas tanto religiosas como civiles. Hay tolerancia religiosa. De hecho, el protagonista entabla amistad con un comerciante judío, Joabin, quien conserva su religión aunque valora la figura de Jesucristo. 

El Espíritu de Castidad de Bensalem está representado por un bellísimo querubín. Aquí no existen burdeles ni cortesanas ni nada que se le parezca. Y sus habitantes se maravillan de que existan tales cosas en Europa, pues la prostitución permite satisfacer la concupiscencia natural sin atarla al yugo del matrimonio, y así muchos que se casan (en Europa) lo hacen tarde y ya pasado el vigor y fuerza de los años mozos. Y cuando se casan el matrimonio es para ellos un mero negocio con el que se busca un enlace ventajoso, dinero o reputación, yéndose a él con un vago deseo de reproducción "y no con la recta intención de una unión entre marido y mujer, que es para lo que fue instituido":
"Los placeres de las aventuras con meretrices (en las que el pecado se convierte en arte) hacen que el matrimonio sea algo triste, parecido a una especie de contribución o de impuesto".
En lo moral, Bacon considera que, después de la religión, el respeto a sí mismo es el freno principal de todos los vicios.

Un gran filósofo, y un visionario.

Notas

Y la edición latina de la obra, así como una versión castellana aceptable. 

(1) En la edición que manejo de Novum Organum (Sarpe, 1984, trad. de Cristóbal Litrán), se afirma que La Nueva Atlántida fue escrita por Bacon en 1910, poco después de su De sapientia veterum, una interpretación de los mitos de la antigüedad que obtiene gran éxito. 

sábado, 1 de marzo de 2014

DISTANCIA QUE NOS SEPARA DEL SIGLO DE LAS LUCES



Escrito por Ana Azanza

Acercándonos al tema de la Ilustración en segundo de bachiller y por enganchar con nuestro tema de la utopía he visto este vídeo que me ha ayudado a situar el texto de "¿Qué es la Ilustración?" en la actualidad.
Etienne Klein es físico, doctor en filosofía, profesor en una prestigiosa escuela de ingenieros parisina. Reúne en su persona una serie de cualidades habitualmente dispersas y separadas: conoce bastante bien la tradición filosófica y conoce igual de bien los debates científicos actuales en los que él mismo se ve envuelto. Sobre todo porque forma parte de una de esas comisiones de expertos creadas por el gobierno francés a las que se consulta a la hora de tomar decisiones de inversión o de investigación nacionales en determinados asuntos.

domingo, 23 de febrero de 2014

EN EL 75 ANIVERSARIO DE LA MUERTE DE ANTONIO MACHADO

Escrito por Ana Azanza





Nuestro compañero y amigo del Mochuelo pensativo Martín Ruiz Calvente acaba de publicar “D. Antonio Machado, profesor. La educación en su época y en la nuestra.” (Grupo M&T Impresores, 2014). El libro fue presentado primero en la última sesión en la que d. José Biedma nos habló de ciberfeminismo y este viernes en Baeza. Ha sido toda una sorpresa, Martín nos había hablado de un proyecto modesto en el que quería poner por escrito sus reflexiones a propósito de la educación tomando pie en Antonio Machado. Pero yo al menos no estaba informada de que ya estaba a punto de salir. No ha podido ser más oportuna la aparición del libro, ya que acabamos de celebrar el 75 aniversario del ilustre jiennense de adopción, característica que por otra parte compartimos Machado y la que esto suscribe.
 
Primero debo felicitar a Martín por este trabajo en el que con toda sinceridad ha volcado muchas de las consideraciones que nos hemos hecho a lo largo de estos años en nuestro grupo de trabajo. Debemos ser el más antiguo de la provincia. Celebramos ya el décimo aniversario en este 2014. Y es en verdad todo un placer observar que además de “los buenos ratos que echamos” peleándonos con motivo de la filosofía, el grupo estimula en todos nosotros la creatividad, las ganas de poner en marcha proyectos que nos ayudan a mejorar en nuestro trabajo como docentes y en nuestros esfuerzos filosóficos. Esperemos que se tenga en cuenta esta publicación como mérito del grupo.

El libro comienza por una breve presentación de su principal autor: Martín Ruiz Calvente, profesor de filosofía en el IES Los Cerros de Ubeda, residente en Baeza, autor de diversos artículos filosóficos algunos de los cuales se pueden consultar en Internet. Preocupado por la comprensión de la realidad humana Ruiz Calvente quiere indagar  en la realidad cotidiana de la enseñanza. En la introducción trae un precioso texto que desconocía titulado “Nota autobiográfica para una antología proyectada por Azorín” en la que Machado expresa cómo se ve a sí mismo. Lo dejo para los lectores del libro, sólo diré que comparto cien años después, muchas de las opiniones y sentimientos que Machado expresó sobre España.

Martín ha procurado ir desgranando  las vivencias de Machado como profesor de francés en Baeza. A partir de ellas, establece relaciones con los “padecimientos” y experiencias que pienso cualquier docente español de un instituto de secundaria podría compartir. Quizás las conclusiones a las que se llega no serían las mismas que Martín en todos los casos, pero se agradece la frescura y la osadía de hablar claro y haber puesto negro sobre blanco ciertas consideraciones muy comunes en el gremio.

Machado no fue un profesor vocacional, esa falta de “inclinación” hacia la enseñanza del ilustre poeta le sirve a nuestro compañero para plantearse cuestiones al respecto de la “llamada” a ser profesor en la actualidad. Desfilan por estas páginas el “aliño indumentario” de profesores y alumnos, la distribución de los espacios y los horarios en los centros docentes, la carga horaria de las asignaturas, la optatividad, el bilingüismo y plurilingüismo de los centros, la abundante y abrumadora legislación educativa en la que no se cuenta con los docentes, tantos y tantos temas que son el pan nuestro de cada día y que no nos atrevemos a plantear abiertamente.

El libro de Marín es “trilingüe” y de autor múltiple. En efecto encontramos colaboraciones en inglés de personas allegadas a él que nos muestran una interesante comparación de la enseñanza en nuestro país y en Reino Unido. También un profesor de francés relata cuál ha sido su recorrido en el idioma de Molière, haciendo hincapié en los cambios que ha sufrido la enseñanza de las lenguas vivas en España desde que él empezó hasta la actualidad. Muy diferentes técnicas las que usaba don Antonio Machado como profesor de una lengua que no le gustaba demasiado y que entonces se enseñaba según el modelo de la pedagogía de las lenguas clásicas.

Antes de la bibliografía final, hay dos colaboraciones más debidas al Mochuelo. Una de nuestra compañera Gisela Destefanis, que con acento argentino diserta sobre el problema que tiene el neoliberalismo con la educación. El neoliberalismo fomenta la exclusión y la actual reforma que sólo gusta al gobierno y al actual ministro del ramo, está inspirada del mismo. La última colaboración es de d. José Biedma. Se titula “El ideal educativo de Juan de Mairena”, y desgrana la personalidad pedagógica de Machado en este apócrifo: modesto, sencillo, amable, benevolente, comprensivo con las debilidades humanas.


Esta última característica del docente Mairena me parece fundamental. Efectivamente, no todo lo que hacen los alumnos está bien hecho. Pero un gran defecto que es fácil de observar en muchos de nuestros compañeros es la queja sistemática ante el alumno. Para poder educar es necesario comprender, empatizar, saber callar, tener mucha paciencia, ganarse el corazón. Sin eso es imposible enseñar nada. No podemos pretender que los adolescentes razonen y se comporten como si tuvieran 40 años. Instalados en el continuo reproche al alumnado no podremos sacar gran cosa de ellos. Esta es mi reflexión final ante la lectura de este libro que recomiendo vivamente por la variedad y claridad de todos los problemas planteados que afectan hoy a nuestras escuelas. También porque nos acerca a un punto de vista sobre Machado al que no estamos acostumbrados, Machado profesor.

martes, 4 de febrero de 2014

"SON TODOS IGUALES"



En este video aparece el cantante belga Stromae, "Alors on danse" fue el éxito que le hizo conocido en nuestro país hace algunos años. En 2013 aparece con esta canción "Tous les mêmes". Stromae hijo de madre belga y padre ruandés es un ejemplo de "globalización" fructífera. Sobre todo me ha llamado la atención este clip en el que alternativamente interpreta el papel de hombre y el papel de mujer. Da mucho que pensar sobre la construcción social que tienen ambos roles.

Me ha recordado la ponencia que don José Biedma hizo algunos años en la Quinta sobre el feminismo explicado por Julián Marías. Además me parece que es el tema de la próxima intervención del mes de febrero.

En el video clip oficial son todavía más llamativos los modos de comportarse del hombre y de la mujer. Con el mismo cuerpo el cantante asume los dos tipos de actitudes. Contra los órganos reproductores hay poco que hacer, lo físico es lo inamovible, pero este cantante muestra que todo lo demás que nos conforma es muy moldeable por la cultura y la sociedad.

Todos tenemos un lado femenino y un lado masculino que cultivar. Hay una crítica a los tópicos, a las reproches tradicionales que hombres y mujeres nos solemos echar en cara. Es bastante genial este Stromae, nombre que significa Maestro en el idioma africano de su padre. El sólo ha compuesto letra  y música de este ya éxito en Francia.

¿Qué pensaría Platón de esta "performance"? ¿Vería cumplida su teoría de las dos mitades que se buscan por el mundo y quieren unirse en uno solo?

lunes, 3 de febrero de 2014

EN EL 2OO ANIVERSARIO DEL FALLECIMIENTO DE FICHTE

 Traducción Ana Azanza

El nacionalismo nos trae de cabeza. 

martes, 28 de enero de 2014

IDEOLOGÍA Y MENTALIDAD UTÓPICA

Mentalidad utópica. Utopía e ideología. Utopías relativas y absolutas


No nos debe extrañar que el pensamiento utópico y la mentalidad utópica hayan tenido tanta importancia en la historia de la humanidad, el hombre se ha ocupado con harta frecuencia de los objetos que trascienden su existencia, y las formas reales y concretas de la vida social se han edificado sobre la base de estados de espíritu “ideológicos”, incongruentes con la realidad.

Piénsese en la deformación impuesta al busto y cintura de las mujeres en la época de los corsés. Lo que pensamos que debemos ser influye en lo que somos, nuestra concepción de la belleza, de la justicia o de la verdad, transfiguran lo que somos. Lo que pensamos, aunque no pase, pesa mucho en nuestras vidas, a veces más de lo que realmente sucede. El mundo no es sólo lo que acontece, más lo que decimos científicamente que sucede, como pretendieron los neopositivistas; nuestro mundo está siempre bien poblado de mitos, ilusiones, esperanzas, desafíos, proyectos, planes, sueños…

domingo, 29 de diciembre de 2013

DELICIOSOS DIALOGOS DE MUERTOS

Escrito por Ana Azanza

Siguiendo con las consecuencias de la charla sobre el coraje de la verdad y su relación con el cinismo, don José Biedma me proporcionó un pequeño y modesto libro de cuya lectura estoy disfrutando mucho en estos últimos días del año. Se trata de “Diálogos de tendencia cínica” de Luciano de Samosata.

Luciano nació en Siria, al principio del siglo II de nuestra era. De raíces semitas, aprendió el griego muy temprano, se educó en la literatura clásica en Jonia. Viajó por todo el imperio romano dando conferencias. Residió en Atenas unos veinte años y murió en Egipto donde había obtenido un puesto en la administración romana. Reinaba entonces el emperador Cómodo.

Sus obras han sido clasificadas en tres grupos: obras de tendencia retórica y satírica, obras de tendencia filosófico-moral y satírica, y obras de crítica de actualidad. El libro al que me refiero pertenece al segundo grupo. Este segundo grupo de obras satíricas están influidas por el filósofo cínico Menipo de Gadara. De origen esclavo, Menipo criticó la vida común de los hombres, la fe en los dioses y las doctrinas de los filósofos.