miércoles, 26 de diciembre de 2018

LA IZQUIERDA, ORIGEN Y EVOLUCIÓN

Siguiendo el hilo de Armesilla he llegado a la raíz de su saber sobre la izquierda.

Me ha resultado esclarecedor el libro que en 2003 publicó Gustavo Bueno, “El mito de la izquierda”. Muchos eventos han tenido lugar en España desde entonces, de cualquier forma me parece una buena guía para orientarse en el guirigay en que han convertido la política española, auténtico circo de tres pistas con el que se entretiene a la ciudadanía espectadora evitando así que a la población nos dé por pensar que nos están tomando el pelo.


Lo primero que afirma el filósofo es que la idea de Nación política fue una creación de la revolución francesa, resultado del más profundo proceso dialéctico de racionalización política que hasta entonces se había realizado. Además la idea de nación política fue hallada al mismo tiempo que el concepto nuevo de izquierda política. Ya solo darse cuenta de que nación rima con izquierda política nos proporciona un criterio para comprender el túnel y laberinto en el que estamos viviendo.


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Hoy la idea de nación en España se asocia con la derecha, y si profundizamos con el imaginario del imperio español, es decir, no el progreso sino la regresión. Primer suspenso a todos los políticos españoles que se dicen de izquierdas y se dedican a la tarea de cavar fronteras donde no las hay y dividir aquello que solo si está unido puede tener fuerza y ser capaz de sublevarse frente al poder: la nación española, la pobre, secuestrada desde hace casi un siglo por franquismo y post franquismo más sus actuales reediciones.

El 10 de agosto de 1792 cae la monarquía borbónica. El 20 de septiembre del mismo año tiene lugar la victoria de Valmy y la proclamación de de la nación republicana. Las tropas de Kellerman derrotan al duque de Brunswick que pretendía restaurar a Luis XVI en el trono. La derrota tuvo lugar al grito de “Vive la Nation!” en lugar del tradicional “Vive le Roi!”. Los revolucionarios construyeron la Nación francesa no de la nada, que ni en política ni en ámbito cualquiera se puede sacar algo, sino a partir de la Francia del Antiguo Rëgimen. Además se decidió usar el francés como único idioma revolucionario, se prohibió el alemán y se declaró la guerra a las lenguas regionales. Había que entenderse, que todos los ciudadanos de la gran nación pudieran comunicar sin obstáculos sus pensamientos. En España nos hemos dedicado a poner subtítulos al catalán, gallego y valenciano en los telediarios nacionales. Dificultemos el entendimiento entre españoles, es lo progresista, sí, el progreso al precipicio. El pluralismo se usa para hablar de la etnia vasca, la catalana, la aragonesa y la etnia murciana. Cada uno tiene derecho a no pensar en su propio idioma.

Cada Estado una única nación política fue la creación revolucionaria, que actualmente algunos han traducido por cada nación un Estado, inventando la nación, desguazando España para mejor dominarla y seguir tratando a los españoles como esclavos.

Cuando precisamente el avance está en transformarse en ciudadanos con derechos y deberes, en lugar de en miembros de etnias inventadas. Hay unos valores comunes que se juzgan imprescindibles para la nación política, no tienen que ver ni con el RH ni con el folclore regional.

La izquierda definida según Gustavo Bueno es la izquierda definida por el parámetro genuinamente político, el Estado.

El término izquierda en España sin embargo no se usa para definir partidos sino para adjetivar una corriente, como ocurrió en febrero de 1936 cuando se organizó la coalición del Frente Popular de izquierdas frente a la derecha unida en la CEDA. Estaban Izquierda Republicana, Unión Republicana, Psoe, PC, Front d’Esquerra, Acció Catalana, Unió Socialista, POUM, Partit comunista de Catalunya.

Izquierda se usa en Europa continental de tradición católica, Francia, Italia, España y Portugal. En Inglaterra en el parlamento el partido en el gobierno se sienta a la derecha, por lo que la palabra no tiene el mismo significado, y en EEUU la denominación de los partidos es otra como sabemos. Además de que los partidos norteamericanos son máquinas que funcionan en período electoral, no lugares en los que asentarse de por vida como es costumbre en la piel de toro.

La primera generación de izquierdas por tanto es la revolucionaria de 1789 responsable de transformar la Francia de Antiguo Régimen en la nación política republicana de ciudadanos libres e iguales. La nación hizo de los franceses ciudadanos al atribuirles derechos. Por su parte la nación recién nacida guillotinó a los girondinos también revolucionarios pero federalistas, defensores de las regiones frente al centralismo jacobino y no participantes en la victoria de Valmy.

Napoleón fue por su parte el instrumento a partir del cual los principios revolucionarios salieron de Francia derribando las monarquías absolutas europeas. Hizo evolucionar a Europa y tuvo una gran influencia en la América hispana. 9 Cantones suizos se apuntaron a los principios revolucionarios, la Baviera de Maximiliano José, en Baden, Francfort, Varsovia se establecieron los mismos principios, y más tarde Bélgica surgió de la revolución de 1831 recogiéndolos en su Constitución.

Posteriormente y como evolución de esta izquierda originaria adviene la izquierda radical, radical por no decir republicana que dará lugar a la tercera república francesa después de Sedán en 1875. Una figura fundamental fue Gambetta y un logro de la tercera república fue la separación de la Iglesia y del Estado que cristalizó en la Ley de 1901. En Italia la izquierda radical estuvo representada por Giroletti y en España esta izquierda radical llegó al poder en la Primera república, efímera primera república.

En San Sebastián el 17 de agosto de 1930 se aglutinaron la izquierda unida solo y exclusivamente por su designio antimonárquico. Azaña era el heredero español de la primera generación de izquierda. Entendía la república como república referida a la nación española, una república de los trabajadores de todas las clases. Aquella Agrupación fue una solidaridad anti monárquica. La CNT y la FAI, los anarquistas españoles que aglutinaban cientos de miles de seguidores en Cataluña, Andalucía, Valencia, Aragón y de los que Franco nos hizo el favor de no dejar ni el recuerdo, pretendían usar la república como un instrumento de lucha contra la patronal. Por su parte ya entonces Cataluña pensaba en hacer una república independiente dentro de la República española, o asociada, un estrafalario político más de los nuestros.

LA SEGUNDA GENERACIÓN DE IZQUIERDAS ES LA IZQUIERDA LIBERAL

o liberalismo en España. Tras Napoleón la izquierda se partió en dos, el bonapartismo que refuerza el Estado centralista para defenderse de otros y la izquierda radical mencionada antes ocupada en profundizar el laicismo y la lucha antimonárquica.

La constitución de Bayona establecida por una asamblea ad hoc de 150 miembros presidida por Miguel de Azanza refleja mucho de la constitución francesa del año VIII, la napoleónica. Eran los afrancesados, la vanguardia de la izquierda ilustrada que no eran antiespañoles, entre ellos Moratín, Meléndez Valdés. Querían la amistad con Francia al tiempo que defendían España. Una alternativa política de izquierda definida que sin ser traidores a la patria como se dijo si se presentaban o aparecían como colaboracionistas con el invasor. Fue nuestra desventaja, de ser el vecino invadido por el inventor de la nación republicana, lo que de modo instantáneo echó a los patriotas defensores en brazos de la tradición, de los eclesiásticos y de lo antiguo. Los patriotas genuinos en guerra contra el invasor que querían evolucionar por su parte pretendían deshacerse del Antiguo Régimen y se disfrazan de españoles medievales en vez de romanos como habían hecho los franceses.

Se ha dicho que en las guerrillas antifrancesas estaba la fuerza sin ideas y en Cádiz las ideas sin fuerza, fue Marx el autor de la frase. Aunque Bueno corrige: en la guerrilla tenían la fuerza con las ideas del Antiguo Régimen y en Cádiz las ideas revolucionarias sin poder militar propio.

La izquierda política española hay que buscarla en los liberales mientras que los afrancesados no dejaban de someterse al yugo extranjero y figuraban de “colaboracionistas” con el invasor.

Otro acto terrible de nuestra historia fue el enfrentamiento entre los de la constitución de 1812, representante de la nación española en marcha hacia el futuro y la modernidad política, y el vulgo necio agitado por un clero fanatizado profiriendo aquello de “¡muera la nación y vivan las cadenas!”. Así lo describió Modesto Lafuente en su Historia General de España.
No hubo bonapartismo ni izquierda radical republicana que se ensañara con la separación Iglesia – Estado. Bueno se pregunta qué tipo de izquierdista fue Riego y no seré yo quien pueda responder a eso.

El liberalismo español a principios del XIX se sustanció en los cristinos no republicanos, lo que fue un fallo cuando se sabe el poco aprecio que por España y los españoles tuvo la viuda de Fernando VII y madre de Isabel II. Una señora respetable que se dedicó a todo lo que se podía dedicar salvo al bien del país del que era jefa de Estado. Pues bien, los liberales tenían en frente a los carlistas que pretendían una República consagrada al Corazón de Jesús. De aquí andando el tiempo saldría el Partido Nacionalista Vasco, que a pesar de estos orígenes tradicionalistas figura en el imaginario nacional como de izquierdas por republicano y  antifranquista en el 36. Hubo curas vascos que pagaron con la vida el apoyo a la República de su partido de referencia.

Estos liberales españoles en el contexto del imperio español que va deshilachándose y a medida que surgen nuevas generaciones de izquierdas van asumiendo posturas más conservadoras. Todavía bajo Franco quedaban nostálgicos de la ILE que motejaban de escoria roja a los anarquistas y comunistas.

En 1849 se fundó el Partido Demócrata español con programa propio de izquierda indefinida, es decir no definido con respecto al Estado, sino proponiendo la ciencia, los ferrocarriles, el evolucionismo y la eugenesia.

Los krausistas por su parte dice Bueno que de tan  moderados parecían de derechas. La primera República española fue el fruto de este liberalismo progresista, unos liberales intelectuales desconectados del pueblo al que probablemente despreciaron.

Unamuno, Ortega, Pérez de Ayala, Azorín...fueron defensores de la unidad de la nación frente a los monárquicos, los integristas y los separatistas.

TERCERA GENERACIÓN DE IZQUIERDA: LA IZQUIERDA LIBERTARIA

Las dos primeras generaciones de izquierdas transformaron y racionalizaron el Estado. Ese proceso de cambio implicó el choque entre los derechos del Hombre y los derechos del Ciudadano, no es lo mismo ser libres e iguales como pertenecientes al género humano que serlo como miembros de un Estado. El desfase se agrava cuando llegamos al Estado del bienestar, los individuos han adquirido libertades políticas pero sigue y se agrava incluso la desigualdad social. Además las fronteras políticas separan a la población francesa de la española, lo que nos introduce en la dialéctica de Estados que se une a la dialéctica de clases.

Si la Revolución Francesa se había guiado por el principio del progreso en el siglo XIX aparecen los que visto que el progreso no se produce, deciden regresar hasta un punto anterior a la constitución de la nación. Nace el anarquismo político que quiere destruir toda forma de Estado y que sólo se detiene en el individuo, fin y principio de toda acción.

Los anarquistas inventan plataformas que prefiguran el Fin de una humanidad fraterna, la humanidad fraterna es el objetivo, donde hay que llegar. Hay varios tipos:
- el anarquismo comunalista, que estableció comunas como en Llavanes de León o Icaria, fundada por Cabet en Tejas. Las comunas hippies de los 60 serían otro ejemplo.
- el anarquismo municipalista o cantonalista, el de Proudhon.
-el anarcosindicalismo, representado por la CNT española desde 1910 y la CGT francesa de 1902. Los anarcosindicalistas se unieron en 1919 a la Tercera internacional aunque muy pronto Angel Pestaña y Salvador Seguí se dieron cuenta de las incompatibilidades con el leninismo.

Marx y Bakunin se enfrentaron ya en 1870 a causa de la guerra franco-prusiana, ¿debían los obreros apoyar al estado prusiano en dicho conflicto?

El anarquismo sigue vigente y difuso en las llamadas plataformas de la sociedad civil, ONGs, los verdes, antiglobalización y la microfísica del poder de cuño foucaultiano. Defienden la abstención, el no tributo, la insumisión.
Aunque los anarquistas no se consideran de izquierdas Bueno opina que lo son puesto que tienen una posición bien clara frente al Estado, su negación.

LA IZQUIERDA DE CUARTA GENERACIÓN

Es la llamada socialdemocracia que se reunió en la llamada segunda internacional y media de Amsterdam (1919) enfrentada a la Tercera Internacional leninista del mismo año de donde salió la Kommintern, o Internacional comunista.
Los diversos partidos socialdemócratas en Europa son: el SPD que se remonta a 1875, el Partido obrero Francés de 1879 que en 1901 se convertirá en el partido Socialista, el Austríaco de 1874 y el PSOE español de 1879.

Este socialismo pretende hacerse con el poder estatal para obtener la transformación social. Sin embargo en todas las épocas los críticos analizan que el socialismo en el poder acaba transformado por el poder. Es lo que se le achaca a Miterrand, Hollande, Felipe y Zapatero por no mencionar a los socialdemócratas alemanes que apoyaron al canciller Bismarck o el PSOE de los años 20 colaborando con Primo de Rivera.

Es interesante destacar la importancia que la socialdemocracia austríaca dió al estado nación. El partido socialdemócrata de este país operaba en un contexto de heterogeneidad cultural, el imperio austrohúngaro que fenecería con la primera guerra mundial. En este contexto brotaron las ideas de Otto Bauer sobre las naciones culturales. Fueron definitivas en Rusia donde recibieron la crítica de Stalin y en la España de 1978 cuando los padres de la constitución actual inventaron las llamadas nacionalidades históricas, otro engendro de los nuestros.

Dice Bueno que este socialismo a pesar de los broncos enfrentamientos parlamentarios con la derecha sólo se diferencia de ella en cuestiones técnicas, haciendo referencia a asuntos de moda en 2003, como el Plan Hidrológico nacional o la actuación del gobierno en la crisis del Prestige.
Luego vinieron otros interesantes enfrentamientos que tampoco afectaban al conjunto de la población pero distraían y daban materia en la barra del bar y excusas a lo más carca para manifestarse. No diré cuales eran las cuestiones, que cada cual recuerde quien desfilaba por las Castellana los fines de semana en la época de Zapatero y por qué motivo.

LA IZQUIERDA DE QUINTA GENERACIÓN

o Comunismo, firmemente asentado desde 1917 en el imperio soviético, desde donde pensaban expandirlo por el mundo como había hecho la revolución francesa con sus principios de referencia. Los soviéticos no se consideraban de izquierdas, querían desbordar las izquierdas burguesas.

El comunismo se propuso la transformación revolucionaria y radical del Estado burgués imperialista en un estado comunista como primera tarea, y como segunda la extensión al planeta de la revolución.

La primera contradicción de este doble progreso saltó con la firma de la paz de Brest Litovsk el 22 de marzo de 1918 con los alemanes.

Lenin consideró a la Rusia de los zares como el eslabón débil del capitalismo en el que iniciar la revolución. Con el paso del siglo XX y numerosos avatares en los que no me voy a detener, la URSS se hundió muriendo no se sabe si del éxito del pleno empleo logrado, que según Bueno significó un despilfarro económico porque destruía la rentabilidad de la mayor parte de los sectores productivos. Y es que la racionalización de cualquier ámbito no implica siempre la verdad de sus resultados ni siquiera de sus premisas, sentencia el filósofo.

SEXTA GENERACIÓN, LA IZQUIERDA ASIÁTICA

o Maoísmo. Mao se educó en la tradición confuciana de 2500 años de antigüedad. El imperio chino sólo fue república china en 1912. El confucianismo es una tradición atea, pragmática, alejada de toda metafísica. En ella la sociedad política está en continuidad con la familia, y el Estado que a todos une es el supremo bien.

Si comunistas y socialistas europeos soñaban con repartir el disfrute de los avances científicos a toda la población, desde el confucianismo se pensaba más bien en la cooperación comunitaria de todos los individuos, que poco valen fuera de todas las estructuras que los unen.

La sexta generación y la quinta se diferencian de la socialdemocracia en su imperialismo, había que expandir la revolución fuera de las fronteras. Por eso Mao luchó contra los soviéticos en los años 50.

La segunda guerra mundial hizo posible que el Partido comunista chino se hiciera con el poder en 1949. La revolución cultural era una transformación de las almas, que cada individuo situara la revolución por encima de cualquier otro interés personal, incluida la vida de uno. En 1977 dieron el golpe de timón al comunismo chino y ya solo quedó el pragmatismo. Como decía Churchill: “Un enigma encerrado en un secreto y envuelto en un misterio, eso es China.”

Actualmente observamos la combinación exitosa de lo que han querido guardar tanto del comunismo maoísta como del confucianismo milenario con el capitalismo. De misterio nada, una de las primeras potencias económicas mundiales y ascendiendo. El imperio del Medio nos invade con sus productos a costa del trabajo de millones de chinos no siempre en las mejores condiciones, difícil competencia para el resto de obreros del mundo.

No estoy de acuerdo con la crítica de Gustavo Bueno en este libro a la memoria histórica. Lo de menos es la denominación acertada o no. Lo de más estimo que no es de recibo que un país decente tenga connacionales "esparcidos" por campos y cunetas. Tendría que haber sido una de las primeras medidas implementadas tras la desaparición del dictador. Y es una prueba de que no ha desaparecido del espíritu de los que nos gobiernan puesto que no se ha decidido de manera oficial a terminar con esta ignominia, y se siguen rescatando cadáveres de manera privada y familiar. Aparte está el asunto también indigno de que se obstaculice el acceso a los archivos a los historiadores de la guerra civil y el franquismo, de que se hayan roto papeles y se pongan todo tipo de pegas. Dan testimonio de ello Julián Casanova, Francisco Espinosa, Francisco Gómez, Angel Viñas. La historia como arma de combate de los que prefieren cultivar no la memoria sino la desmemoria del pueblo español, y así como pollo sin cabeza llevarlo por derroteros de más sometimiento. Mientras no se arregle este asunto el franquismo no habrá muerto definitivamente.



Gustavo Bueno se pregunta sobre el futuro de una séptima generación de izquierdas, como será ella, de donde saldrá. Ha habido amagos de revuelta popular, en España domesticados por el sistema, en Francia Nuit Debout no llegó lejos. En la actualidad parece que los Gilets Jaunes van más en serio, los de abajo se sublevan hartos de sufrir la precariedad, de trabajar y no poder pagar, y frente a una clase política que como aquí se dedica a disfrutar de sus privilegios mientras mira por encima del hombro a los pobres.

 A la expectativa quedamos.


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