Yo pasé de la devoción y el interés por los postestructuralistas, a la indiferencia y el desprecio. Prefiero a los de ahora, a los Onfray y Cía, por lo menos usan la cortesía del filósofo, que es la claridad. Y, desde luego, prefiero a los anglosajones, mucho menos pretenciosos, aunque, a veces, como Daniel C. Dennet pueden ser igual de farragosos. ¿No te parecen las mesetas mucha paja verborreica para tan poca sustancia? Wittgenstein resulta saludable al respecto, la filosofía (crítica) como modo de evitar el embrujamiento y embobamiento por el lenguaje. Total para decir que el secatarismo produce sectarismo o que el Estado fascista es un Estado suicida en lugar de totalitario. Bueno, el totalitarismo puede ser también comunista e igualmente suicida. Piensa en el régimen de Corea del Norte ahogando a su población en la ignorancia y la miseria. En fin, a tu masoquista ejercicio, yo he unido el mío de corregir tu reseña formalidades de filólogo, prurito de maestrillo, manía contra el desaliño verbal, logocentrismo al fin ;-))).
Yo pasé de la devoción y el interés por los postestructuralistas, a la indiferencia y el desprecio. Prefiero a los de ahora, a los Onfray y Cía, por lo menos usan la cortesía del filósofo, que es la claridad. Y, desde luego, prefiero a los anglosajones, mucho menos pretenciosos, aunque, a veces, como Daniel C. Dennet pueden ser igual de farragosos. ¿No te parecen las mesetas mucha paja verborreica para tan poca sustancia? Wittgenstein resulta saludable al respecto, la filosofía (crítica) como modo de evitar el embrujamiento y embobamiento por el lenguaje. Total para decir que el secatarismo produce sectarismo o que el Estado fascista es un Estado suicida en lugar de totalitario. Bueno, el totalitarismo puede ser también comunista e igualmente suicida. Piensa en el régimen de Corea del Norte ahogando a su población en la ignorancia y la miseria.
ResponderEliminarEn fin, a tu masoquista ejercicio, yo he unido el mío de corregir tu reseña formalidades de filólogo, prurito de maestrillo, manía contra el desaliño verbal, logocentrismo al fin ;-))).