viernes, 12 de febrero de 2016

VENIR AL LENGUAJE



VENIR AL MUNDO VENIR AL LENGUAJE

Se trata de unas conferencias de hace 30 años dio P. Sloterdijk en Frankfurt del Meno. Un pequeño libro de poco más de 100 páginas lleno de poesía y grandes reflexiones. Cada frase abre un mundo de pensamientos y merece la pena el esfuerzo de concentrar la atención y encontrar el tiempo tranquilo de lectura. El filósofo de Karlsruhe convida al poeta Celan, Hugo Ball, al filósofo Heidegger y a Sócrates para una meditación sobre la escritura primero y el nacimiento después.





Hay un texto existencial antes de escribir, la poesía habla de las marcas de la vida, de los tatuajes como dice él. Escribir es dar un paso adelante, salir de la asfixia, un sacrificio de la intimidad en aras de la publicidad.

El libro infinito de Borges que no se puede abrir por la primera página le sirve para exponer la tragedia del nacimiento. Fue duro nacer y menos que no nos acordamos del momento, aunque en Sloterdijk lo ha descrito en su novela “El árbol mágico” (2002) poniéndose en el lugar del “naciente”.



“Un zumbido…se extendió por el lugar. Se dio cuenta al cabo de un momento de que ese sonido salía de su propia boca. Largos gritos comenzaron a enroscarse en su cuerpo. No tardó mucho en enrrollarse en aquellos hilos cortantes que salían de su boca. Cuanto más gritaba él más empezaba a dilatarse el tiempo. La espera se le abultaba en la garganta como una mordaza…

El sintió la sangre en el paladar y una opresión en el cráneo. El puente de la nariz ejercía una presión mortal en el universo de la cabeza, lleno de una luz rojiza y vibrátil….

Avanzó con la corriente por la oscura galería hasta que sintió como la corriente crecía y le subía por las piernas. Las paredes del túnel subterráneo se emblandecieron. Oscilaban como grandes mangueras que se retorcieran por la presión de las masas que circulaban entre ellas… El temía ahogarse en los ácidos caldos del tubo. La corriente le zumbaba en los oídos. Desde lejos le llegaban gritos sordos y gemidos….”


 



La filosofía hecha por hombres ha sido insensible al nacimiento, mejor, a la tragedia del nacimiento. Pero Sloterdijk establece el a priori del parto como primera dimensión de la vida, junto el a priori de la iniciativa, el de la urgencia, el de la posposición y el del escenario. Y sobre esas cinco dimensiones busca y establece las coincidencias entre Marx, el revolucionario, y Heidegger, el revolucionario conservador. Ambos enfrentaron al hombre con lo duro de la vida, con la urgencia de vivir, saldada de modo diferente en cada caso como es obvio.
Si el hombre no quiere caer en la miseria no tiene más remedio que hacer algo.

Dice de sí mismo que hace mística ligera, no sé cuál es la mística “hard”, en cualquier caso “Venir al mundo, venir al lenguaje” es un libro para leer y meditar.

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