Con Alan Turing, ahora indultado por su Majestad la Reina de Inglaterra |
Dado que me "metí" un poco con los matemáticos y las matemáticas en la última sesión del Mochuelo, estoy sensible al tema. Cuando pedí que me sacaran esta foto en Manchester hace unos años lo hice porque Turing venía en algún libro de filosofía: fue un gran matemático, precursor del lenguaje informático. El encuentro fue casual. Este banco no estaba lejos del barrio de diversión homo de la ciudad que fuimos a visitar por ser una atracción turística.
Hoy me entero de que Alan Turing fue mucho más que eso.
Era homosexual. Lo desconocía. Sufrió castración química y tras ella se suicidó en 1954 bebiendo cianuro.Tenía 41 años. Un genio que consiguió romper los códigos secretos de los alemanes en la segunda guerra mundial y probablemente adelantó el final del conflicto en dos años, dicen, ahorrando así miles de víctimas.
Pero la humanidad es profundamente injusta con los genios que la ayudan.No sólo entre nosotros. Mal de muchos.
Chris Grayling, secretario de Justicia de Reino Unido ha solicitado el perdón real. Ahora tanto él como David Cameron reconocen que fue un hombre grande, una mente privilegiada que salvó miles vidas y que dejó una herencia de saber al país imprescindible para la ciencia computacional. Pero el camino hasta el perdón que llega con 60 años de retraso no ha sido fácil.
Tras haber prestado esos inestimables servicios fue condenado a la castración química por haber sido declarado culpable de relaciones con un hombre. Le quitaron su trabajo para el gobierno y además era vigilado por la policía, ya que corría el rumor de que podía estar pasando información a los soviéticos. Todo ello eran acusaciones infundadas, pues Turing siempre fue un gran patriota.
En 2009 más de 37.000 personas firmaron pidiendo "clemencia" a la Reina. Pero el entonces ministro de justicia Lord McNally dijo que no podía ser ya que había sido condenado siguiendo la legislación vigente en la época.
El perdón suele ser concedido cuando la persona es declarada inocente o cuando algún familiar con intereses creados lo solicita. En esta ocasión no se han cumplido ninguna de las dos condiciones.
Ha habido diferentes reacciones a la noticia. Por ejemplo, Ian Standen, ejecutivo de la empresa Bletchey Park en la que Turing trabajó dice, "fue un matemático visionario y un genio que contribuyó al final de la guerra y al desarrollo de la informática. El perdón reconoce ambas contribuciones".
El doctro Hodges, profesor en Oxford y autor de la exitosa biografía "Alain Turing: el enigma" dice: Alain Turing sufrió un tratamiento escandaloso hace 60 años. Ha habido una campaña bien dirigida para remediarlo. Pero desgraciadamente este perdón no se hace según un buen principio legal. Más bien sugiere que un individuo suficientemente valioso debería de estar por encima de la ley que se aplica a cualquier otro.Es más importante que desde que hace 30 años saqué a la luz pública esta historia, los movimientos LGBT han conseguido un cambio en la ley para todos. Esta acción simbólica no añade nada. Una acción más sustanciosa hubiera sido que se hubieran publicado los archivos de Turing, su trabajo secreto para GCHQ en la guerra fría. La pérdida de su acreditación de seguridad, la desconfianza hacia él por parte del Estado y la vigilancia que sufrió parecen haber sido factores cruciales que condujeron a su muerte en 1954."
David Leavitt profesor en la universidad de Florida y autor de "El hombre que sabía demasiado, Alan Turing y la invención del ordenador" (2006), declara que es una gran noticia. La condena tuvo un efecto devastador para Turing, que se sentía perseguido por la policía porque los consideraban un riesgo para la seguridad.
"Había la idea paranoica en la Inglaterra de 1950 de que Turing era un traidor homosexual, que habría sido seducido por un agente del otro lado del telón de acero y que estaría dispuesto a pasarse a los comunistas. Pero esto era no conocer a Turing, un hombre honesto y patriota.
Dada la situación en Rusia con respecto a los derechos de los LGBT y la decisión de a corte suprema en India de reinstaurar la criminalización de la homosexualidad, la Reina envía un importante mensaje con este perdón a la Commonwealth."
El profesor de matemáticas Barry Cooper que enseña en la universidad de Leeds y que se encarga del comité asesor para el centenario de Turing dice que estaban preocupados porque el asunto se quedara empantando, así que la noticia es estupenda y un signo de la creciente reputación de Turing, de lo que hizo por el país y por mucha otra gente.
Lord Sharkley, introductor de la moción en la Cámara de los Lores asegura que el perdón demuestra sabiduría y compasión, sirve de reconocimiento a un gran héroe inglés y supone una enmienda a la crueldad y la injusticia con la que Turing fue tratado.
"Es una gran cosa pero todavía no hemos terminado, hay que seguir luchando por todos los que fueron condenados como él para que se levanten sus condenas. Ese sería el final apropiado de esta historia".
Peter Tatchell que lucha por el reconocimiento de esos derechos asegura que el perdón se ha hecho esperar demasiado y que quedan otros 50.000 hombres condenados por lo mismo en el siglo XX.
A pesar que la investigación dejó establecido que Turing se suicidó, su madre y otros siguen manteniendo que su muerte fue accidental.
Turing trabajó después de la guerra en diversas instituciones, como la universidad de Manchester, donde me lo encontré. Allí participó en la creación de uno de las primeras computadoras modernas, Mark 1.
Alan Turing |
Hoy sabemos que la castración química mediante una terapia hormonal a la que fue sometido Turing no cambiaba su orientación sexual. Pero le causó cambios físicos como crecimiento de los pechos o disfunción eréctil. Toda una serie de humillaciones que le llevaron al suicidio dos años más tarde.
Reflexionan más allá del perdón al matemático: Turing no debe ser perdonado porque hizo grandes cosas por Reino Unido, sino porque no hizo nada malo. La ley que condenaba esas prácticas era igual de mala cuando se aplicó a un genio matemático, como a un fontanero o a un vagabundo. No está bien perdonarle sólo a él: parece que los demás lo merecen menos. Si este perdón se extiende sin más a todos los que sufrieron la misma condena él, vivos y difuntos, entonces la "ley Turing" habrá sido un tributo merecido a un héroe nacional de Inglaterra.
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