miércoles, 11 de agosto de 2010
FINAL DE CURSO EN BAEZA
La Filosofía perdería todo su encanto si la dejásemos reposar fría en la vitrina de una biblioteca cualquiera o en un aula vacía. Por eso, de vez en cuando, la sacamos a la calle.
La última reunión de la Quinta este curso académico la tuvimos en Baeza, y así se vuelve a repetir el protocolo iniciado el curso pasado. Si bien, en la anterior clausura, Rafa nos legó sus canciones al mochuelo, en esta disfrutamos de una pequeña visita privada, gracias a la amabilidad de D. Antonio Tornero, por la Exposición que sobre Gaspar Becerra fue organizada por el Ayuntamiento de Baeza y el Club Unesco.
Después de pasar y posar nuestras miradas en las reproducciones del insigne artista del Renacimiento nacido en Baeza en el siglo XVI, la duda, la curiosidad o la ignorancia, que todas ellas forman parte de la inquietud filosófica, nos llevó hasta el mito de Dánae y Perseo que está representado en los frescos de la Torre de la Reina del Palacio del Pardo.
En esta imagen que forma parte del fresco en posición lateral, observamos la lluvia de oro, que es la forma en que Zeus penetró a Dánae.
Buscando la historia en este potente artefacto que es Internet, me he encontrado con una referencia al mito y a la representación plástica de Gaspar Becerra en la revista Blanco y Negro. En la edición del 4 de Septiembre de 1935, según consta en los archivos del Diario ABC, hay un estudio de Manuel Abril, que es interesante por lo que de sociológico tiene y que voy a tratar de ir comentando a la vez que os narro la versión que Alicia Esteban y Mercedes Aguirre nos hacen en su libro Cuentos de la Mitología Griega (II).
Dánae, hija de Acrisio, rey de Argos, era tan bella como una ninfa. Sin embargo, el deseado varón que hiciera feliz al rey no llegaba y el oráculo le revela que será su hija Dánae la que concebirá un varón que está destinado a matarle. La única solución que encontró Acrisio fue alejarla de cualquier trato con hombre. Dice el comentarista de la revista Blanco y Negro "Lo de siempre...; el padre tiene sus planes acerca de la boda y la encierra en un coffre-fort, a más de mitológico, simbólico". Según este autor la boda tiene un sentido crematístico, las bodas de las hijas de reyes deben ser provechosas y por eso la encierra en lo que llama una "caja de caudales".
Parece que no es ese el sentido del mito, sino el de salvar la propia vida (como en otras historia del la Antiguedad -tal es el caso de Edipo-).
Pero Zeus, Dios de dioses, para el que nada hay imposible, se había enamorado de la bella Dánae y tomando la forma de una finísima lluvia de oro, envolvió y poseyó, como el más fogoso amante soñado, a la cautiva. Se trata, pues, en palabras de Manuel Abril, de un "dios hecho a imagen y semejanza de los hombres" y "se prenda de la joven a lo pagano".
Por fín, el niño nace, Perseo, pero el rey los embarca en un arca de madera con la intención de que el mar los engulla. Sin embargo, el mar los acerca hasta las costas de la isla de Sérifos. Aquí son recogidos por un pescador que se apiada de ellos y los cobija en su propia casa. Esta es otra de las imágenes que también quedan recogidas en el fresco.
Aquí la vida les sonrie, pero, de nuevo, la belleza de Dánae es un mal, ya que el rey de Sérifos, Polidectes, se enamora de ella y urde una treta para separar al hijo de la madre y poseerla.
Perseo se lanza a la búsqueda de la Gorgona Medusa, la más terrible de las tres Gorgonas pero la única que era mortal. El héroe clásico es socorrido por los Dioses (al fin y al cabo era hijo de Zeus) y así hombres y dioses comparten la historia de la tierra.
Hermes y Atenea dirigen a Perseo hasta el encuentro con las Gorgonas, regalándole, a través de las ninfas, unas sandalias aladas, un zurrón, una espada curva y un espejo de bronce bien pulido. Gracias al cine podemos disfrutar de este encuentro mortal.
Las referencias a las zapatillas aladas en el fresco de Gaspar Becerra están por doquier, de tal forma que Perseo vuela en el techo de la torre de la reina. Pero el resto de las imágenes que siguen narrando la historia de Perseo, fundador de Micenas, son más difíciles de localizar y mostrar en esta entrada. Seguiré, pues, con la historia.
Parece que el destino de Perseo lo acerca cada vez más a su misión, señalada por el oráculo. Para Manuel Abril, Perseo está "predestinado", hecho que califica como "el abismo del pensamiento" y que sólo mediante la fe se puede llegar a aceptar. De esta forma el héroe triunfa fatalmente, ya que los humanos en su afán de alejar el trago amargo, "se vuelven ciegos y (...) torpes". Según este comentarista, la propia "vida (...) crea al salvador en un esfuerzo supremo de conservación instintiva". Apostilla que una explicación de este tipo puede parecernos materialista, pero que, de ningún modo cae dentro de la explicación materialista de la historia, porque, sencillamente, "la historia, o no es materialista, o no es historia". Está clara la opción ideológica del comentarista (recordemos que estamos en el 1935).
Al volver hacia su casa, con el presente para Polidectes en su zurrón, llega hasta las costas de Etiopía, donde es testigo de la desesperación de una muchacha atada a las rocas de unos acantilados que grita ante la presencia de un Dragón marino. Es Andrómeda, hija del rey Céfeo y de la reina Casiopea. Es el tributo que han de pagar para calmar la furia de Poseidón, ofendido por la reina Casiopea que se comparó en belleza con las Nereidas. ¡Cuántos males ha causado la belleza femenina! Y ¡qué fácil ha sido descargar el peso de la culpa siempre en una mujer!
Después de liberar a Andrómeda, está le premio: la propia Andrómeda (si de todos modos la habían dado por muerta, que más da que se la beneficie este "fulano").
El Destino sigue llamando a Perseo, no puede vivir una vida cualquiera al lado de Andrómeda, debe volver al lado de su madre y llevar su trofeo a Policdetes. Seguimos con el tema de la predestinación, según Manuel Abril, "no es nada fácil ser héroe, la vida de los seres elevados y privilegiados es dura", "ser héroe, proponerse altas empresas; (...)subordinar a ellos el capricho y ajustarse a la ley, con disciplina, y tener firme la mano, firme el alma, para que caiga en la tierra la sangre que sea precisa; quizá la sangre que amamos; quizá la sangre propia. Sólo así..." Un escalofrío recorre mi cuerpo, ¿a qué héroe está invocando este comentarista que habla de la predestinación del héroe? ¿qué sangre es necesaria derramar o qué cabezas son necesarias cortar?
Los mitos tienen una función pedagógica para el ser humano clásico. Es claro que somos juguetes en manos de los Dioses, pero también es posible llevar a cabo empresas elevadas. A su regreso a Sérifos, Perseo conoce la suerte de su madre y el propio regalo a Policdetes será el final del tirano: la mirada de Medusa petrificó al mal rey que fue sustituido por Dictis, el buen pescador que acogiese en su cabaña a Dánae y Perseo.
En la ciudad de Larisa, en Tesalia, estaba el final del peregrinaje del héroe y de su destino. Allí, los dioses quisieron que Acrisio se escondiese en esta ciudad para huir de Perseo y que él se enterase. La ciudad está de luto y se celebran unos Juegos como honras fúnebres por el padre del rey. Perseo lanza su disco de bronce que se desvía y golpea mortalmente a un hombre: el rey Acrisio ha caído desplomado, sin vida en el suelo, y el oráculo se ha cumplido.
La culpa acompaña al héroe que ha matado a su abuelo, por eso no puede volver a Argos. Debe tomar un nuevo rumbo. Cerca de Tirinto, levantó una ciudad bien fortificada, con gruesos muros formados por piedras enormes, piedras levantadas por los mismísimos Cíclopes. Aquella ciudad se llamó MICENAS. Se trata, por lo tanto, de un mito sobre la fundación.
gracias por la investigación veraniega que te has echado a la espalda, ahora ya sabemos donde consultar todos los avatares de Perseo. Feliz resto de vacaciones!
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