Si creyéramos a los grupos más conservadores en especial dentro de la Iglesia no hay nada más amenazador para la civilización occidental que los Estudios de Género.
En Hungría el gobierno de derecha ha prohibido dichos estudios en las universidades, el obispo polaco Marek Jedraszewski declara que "el género es la gran amenaza para nuestra libertad, peor que el comunismo", el político de Vox Francisco Serrano ha acuñado la expresión "Yihadismo de género". ¿De dónde procede el miedo a los Estudios de Género?
Judith Butler, Profesora de Berkeley, y la representante más conocida de la disciplina intentó contestar a la pregunta el viernes pasado en la Technischen Universität de Berlín.Pocas otras expertas consiguen reunir a más de 1000 jóvenes un viernes por la noche en un anfiteatro universtario. Ante las puertas de la universidad se produjeron escenas que recordaban a las colas a la entrada de una discoteca.
El Género en disputa apareció hace 30 años
Con este libro titulado en alemán "Lo monstruoso de los géneros" Butler influyó definitivamente en la teoría feminista. Además de este cumpleaños se festejaba el viernes el décimo de los estudios de género en la TU.
A pesar de la seriedad del tema Butler mostró bueno humor. En su conferencia rebatió el reproche frecuente de que considera el género como una pura performance."El sexo no es algo que podemos elegir sin más. Las normas sexuales son muy poderosas, funcionan antes del nacimiento, cuando se distingue entre "niño" y "niña" y todas las expectativas asociadas a ambas categorías."
Pero aunque nadie puede simplemente elegir su género, cada persona debería poder vivir según el que más le convenga. Butler se mostró "no binaria" en su conferencia, es decir que no pertenece `plenamente a ningún género.
El pánico aflora cuando se cuestionan los roles tradicionales. "No son nuestras respuestas sino nuestras preguntas las que les dan miedo", dice Butler. Hay que tomar en serio ese miedo a los Estudios de Género y preguntarse por sus motivos.
Una posible explicación estriba en el cambio de las sociedades del capitalismo neoliberal, en las que los servicios sociales se han reducido y la familia y la Iglesia retoman el papel de cuidadores.
El regreso a los roles tradicionales es entonces importante para la supervivencia, la familia y su heternormatividad son un refugio en la precariedad. Una tarea de los Estudios de Género sería descubrir esas relaciones.
Al final de su conferencia Butler no aboga por el realismo. Para imaginar una sociedad mejor en la que se respete a todos y nadie sea explotado es preciso ser terco y poco realista.
En Hungría el gobierno de derecha ha prohibido dichos estudios en las universidades, el obispo polaco Marek Jedraszewski declara que "el género es la gran amenaza para nuestra libertad, peor que el comunismo", el político de Vox Francisco Serrano ha acuñado la expresión "Yihadismo de género". ¿De dónde procede el miedo a los Estudios de Género?
Judith Butler, Profesora de Berkeley, y la representante más conocida de la disciplina intentó contestar a la pregunta el viernes pasado en la Technischen Universität de Berlín.Pocas otras expertas consiguen reunir a más de 1000 jóvenes un viernes por la noche en un anfiteatro universtario. Ante las puertas de la universidad se produjeron escenas que recordaban a las colas a la entrada de una discoteca.
El Género en disputa apareció hace 30 años
A pesar de la seriedad del tema Butler mostró bueno humor. En su conferencia rebatió el reproche frecuente de que considera el género como una pura performance."El sexo no es algo que podemos elegir sin más. Las normas sexuales son muy poderosas, funcionan antes del nacimiento, cuando se distingue entre "niño" y "niña" y todas las expectativas asociadas a ambas categorías."
Pero aunque nadie puede simplemente elegir su género, cada persona debería poder vivir según el que más le convenga. Butler se mostró "no binaria" en su conferencia, es decir que no pertenece `plenamente a ningún género.
El cuestionamiento de los roles tradicionales provoca el pánico
El tema principal de su conferencia fue el constructo de la fantasía creado por la derecha y la Iglesia han creado a partir del género. Por ejemplo la idea de que los Estudios de Género son una amenaza para los niños. Butler subraya la ironía de que semejante crítica proceda precisamente de la Iglesia católica con tan triste historia de pedofilia a las espaldas.El pánico aflora cuando se cuestionan los roles tradicionales. "No son nuestras respuestas sino nuestras preguntas las que les dan miedo", dice Butler. Hay que tomar en serio ese miedo a los Estudios de Género y preguntarse por sus motivos.
Una posible explicación estriba en el cambio de las sociedades del capitalismo neoliberal, en las que los servicios sociales se han reducido y la familia y la Iglesia retoman el papel de cuidadores.
El regreso a los roles tradicionales es entonces importante para la supervivencia, la familia y su heternormatividad son un refugio en la precariedad. Una tarea de los Estudios de Género sería descubrir esas relaciones.
Al final de su conferencia Butler no aboga por el realismo. Para imaginar una sociedad mejor en la que se respete a todos y nadie sea explotado es preciso ser terco y poco realista.
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