martes, 11 de junio de 2019

SCHLEIERMACHER



Cambiar primero a los hombres y luego el mundo, para  Friedrich Schleiermacher la Revolución fue un acontecimiento religioso

Fue critico con la Revolución Francesa. Y tenía su propia concepción sobre la esencia de la libertad: el pensamiento de Friedrich Schleiermacher oscila entre el liberalismo y la reacción.
Friedrich Seven

Nicht Umsturz, sondern Reform: Friedrich Schleiermacher (1768–1834) fordert für die Religion Freiräume, die von politischer Bevormundung frei sind. (Bild: PD)

No revolución sino reforma: Friedrich Schleiermacher (1768–1834) exigió espacios de libertad para la religión, liberados de la tutela política.

Pasó casi inadvertido aunque hubiera sido un jubileo del protestantismo alemán, el pasado otoño se celebró el 250 aniversario del filósofo, teólogo y predicador  Friedrich Schleiermacher (1768–1834) Andreas Arndt,pProfesor de filosofía en la facultad de teología de la  Humboldt-Universität en Berlín estudia la obra de Schleiermacher y ha escrito un libro con motivo de este aniversario. Un libro que no es una simple noticia de su vida y obra, sino que busca más alta meta:  Friedrich Schleiermacher como reformador del siglo XVIII en el contexto de la Revolución Francesa

Enfoque inteligentemente escogido. Una vez más se aclaran las reservas que los filósofos alemanes muestran ante la agitación social de sus vecinos. Lo mismo que  Kant mostró Schleiermacher simpatía por las ideas de libertad, igualdad y fraternidad.  Pero él pensó en otras categorías. No quería cambiar primero el mundo y luego el hombre. Quería empezar por el hombre y su pensamiento. En relación con la revolución Schleiermacher quedó en mero observador. Su objetivo no era pasar de las posibilidades puntuales de la libertad de pensamiento a la liberación social violenta.

La religión necesita libertad

Políticamente Schleiermacher apoyó las reformas que no afectaron a la constitución oficial del estado prusiano. Más que nada por el terror que va unido a una ruptura violenta. El ejemplo de Francia era todo menos alentador en ese sentido.  Schleiermacher concilió esto perfectamente con su pensamiento ya que él situaba la socialización religiosa del individuo por delante de la participación política.

Andreas Arndt lleva al lector a la raíz pietista del filósofo. Sin duda el joven predicador se liberó pronto de las estrecheces intelectuales. Pero el "humor" característico del pietismo le acompañaría toda la vida. En cierto sentido Schleiermacher siempre fue un pietista de alto rango.
Esta característica es evidente en el único escrito de  Schleiermacher, que sigue teniendo destacada cantidad de lectores en la actualidad, los Discursos sobre la Religión. En ellos no une el individuo con la sociedad a través de la moral y la razón sino a través del sentimiento y la intución.  Se basa en la convicción de que en el sentimiento individual y en la contemplación del universo hay un acceso a la totalidad del mundo. Por lo tanto  Schleiermacher disuelve el fundamento ético y racional que la Ilustración había asignado a la religión.

Progreso sin conflictos

Por su convencimiento de la que la religión ha de manifestarse siempre al hombre individual  Schleiermacher se mantiene en la línea de los reformadores del siglo XVI.  Sin embargo en su pensamiento el aspecto social de la vida religiosa no consiste en la mediación dogmática sino en una asociativa entre una especie de virtuosos religiosos que llevaría a una iglesia de la humanidad.
La religión así entendida sólo puede florecer en libertad. Por ello las sociedades religiosas necesitan un espacio libre de cualquier tutela política y de finalidad específica religiosa. Una libertad fundamental tal que en su pensamiento la libertad religiosa individual no tiene porqué corresponder necesariamente con la autonomía política.  Afirma más bien que el Estado tiene la obligación de otorgar la libertad que necesita la vida religiosa al individuo religioso y a las comunidades religiosas.
En opinión de Schleiermacher es interés del Estado la libertad de toda determinación, la relación libre de todos los sujetos religiosos, porque en la práctica religiosa la autoridad y los súbditos están juntos en camino hacia una utopía que ya está prevista en la experiencia religiosa. La igualdad en la religión hace que desaparezca la diferencia entre autoridades y súbditos, la supera históricamente. De esta manera el pensamiento de Schleiermacher liberó una creencia en el progreso en la cual la historia no avanza a través de los conflictos, como señala críticamente Arndt en reiteradas ocasiones.

Categorías premodernas

Para Schleiermacher el progreso es principalmente un desarrollo hacia un todo del mundo, en el que el universo mismo se encuentra en la intuición de cada individuo. A este respecto Schleiermacher piensa en el concepto de naturaleza del idealismo. Pero el camino hacia ese "Todo" no se hace bajo la guía de la emancipación política sino de la "revolución del pensamiento" kantiana que busca en las reformas su camino en las realidades finitas. 
En este punto el universalimos de Schleiermacher coincide con la idea de la universidad como una institución educativa: la educación que apunta al conjunto debe entenderse desde ese conjunto. En consecuencia siempre está orientada al fundamento del conocimiento que produce y requiere investigación y enseñanza libre de propósitos externos. 
Como en el caso de la religión considera que la autoridad tiene la obligación de facilitar la libertad requerida por dicha institución. La libertad intelectual, el coraje para usar el propio entendimiento no conduce a una autoafirmación de la Universidad sino a un espacio libre y bello oficialmente otorgado. La ley y la constitución tienen en su pensamiento más un significado descriptivo que constructivo. Costumbre y actitud rigen el consenso social. 
Según  Andreas Arndt precisamente en estas categorías están los riesgos del pensamiento de Schleiermacher. Sin duda su pensamiento universalista le impide ser absorbido por el nacionalismo. Al mismo tiempo sus reflexiones se ven muy alejadas de la realidad social  y política, a tal punto que deja tranquilamente en la estacada la libertad individual.
Andreas Arndt: Die Reformation der Revolution. Friedrich Schleiermacher in seiner Zeit. Verlag Matthes & Seitz, Berlin 2019. 336 pág. Fr. 41.90.

1 comentario:

  1. Su definición de la religión como “sentimiento de dependencia absoluta” lo acerca al Romanticismo como reacción al racionalismo-positivismo ilustrado.

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