domingo, 14 de octubre de 2018

Slavoj Žižek, la buena alienación

  Ana Azanza por la traducción

Slavoj Žižek es psicoanalista, aunque no practica, comunista y uno de los más vibrantes filósofos actuales. Desde hace casi 20 años trabaja sobre las tesis de Lenin para aplicarlas al presente. Le preguntamos ¿Por qué?

El esloveno Slavoj Žižek funge como estrella del Pop de la filosofía, particularmente omnipresente en los medios anglosajones. En Alemania está más bien considerado como un fenómeno que ocupa los dominicales de los periódicos. Sus teorías se mueven entre el psicoanálisis lacaniano, la filosofía hegeliana, la crítica social marxista y  el inconsciente político de las películas de Hollywood.  La lista de sus publicaciones es casi inabarcable. Su nuevo libro se titula “Lenin hoy” y en el se vuelca una vez más en uno de sus protagonistas favoritos del siglo XX sobre el que ya ha trabajado abundantemente desde el punto de vista intelectual. 

Lo mejor de nuestra entrevista:
Slavoj Žižek gestikuliert auf einem Sofa (David Kohlruss)
Slavoj Žižek en la Feria del Libro de Franfurt 2018

Lo que le interesa de Lenin:


“Hay dos momentos en la vida de Lenin que me fascinan: ¿qué hizo Lenin cuando estalló la primera guerra mundial? Se fue a Suiza a estudiar la Lógica de Hegel. Es lo que hoy necesitamos. Estamos en un punto cero, tenemos que empezar de nuevo. Los marxistas dicen siempre que los filósofos se han limitado a interpretar de formas diferentes el mundo y que lo que hay que hacer es cambiarlo.Quizás hoy si somos buenos marxistas se impone lo contrario, quizás en el siglo XX nos precipitamos queriendo cambiar el mundo. Y ahora es el momento de intepretarlo de nuevo. ¿Qué está pasando hoy? ¿Qué pasa en China? ¿se trata de un nuevo capitalismo o sigue siendo comunismo?


Eso es lo que considero verdaderamente horrible, la perspectiva de una conexión directa de nuestro pensamiento con la máquina digital. ¿Seguimos siendo el mismo hombre?¿Hay una cultura post humana? Vivimos un momento en que necesitamos la Filosofía para responder a las preguntas de la vida de todos los días.

Y en segundo lugar me interesa el viejo Lenin que estaba desesperado. Sólo le daré un detalle, quizá sabe que en su testamento dejó escrito que el compañero Stalin debería de ser depuesto. Lo que mi interesa es el argumento de Lenin, no era que la línea política de Stalin estaba equivocada sino que no guardaba las formas, que era demasiado brutal. Es casi una obsesión en los último años de la vida del viejo Lenin, ser civilizado, las buenas maneras. Hoy en la era Trump es lo que estamos necesitando”.  mmm

Sobre la ideología del Socialismo en la actualidad:

“Lo que me fascinó en los últimos años  de Yugoslavia era qué bien funcionaba la ideología cuando los súbditos no se  la tomaban en serio. No había falta creer en la ideología y sin embargo funcionaba a la perfección. Hoy hablamos de democracia y estado de derecho. La gente no se lo cree, pero funciona. Lo mismo encontramos en Marx, cuando habla del fetichismo de la mercancía. Los capitalistas corrientes no creen en la magia, La ideología no está en nuestro pensamiento, está en nuestra conducta”. 

En otro momento de la conversación dice:

“Es como si tuviéramos un sentimiento melancólico con respecto a los buenos viejos tiempos del Totalitarismo, cuando nos controlaba una instancia exterior. Pero hoy lo que me parece terrible es que en Occidente hay nuevos modelos de control. Nos controlan y regulan sin que lo sepamos, mediante las técnicas digitales. Por eso me parece que es tan importante  WikiLeaks y el Análisis de Google. Hoy en el Occidente libre estamos siendo controlados regulados manipulados, incluso cuando pensamos que somos libres. Es la ideología actual.
Por ejemplo: ya no hay contratos fijos, vivimos en el precariado. Y la ideología nos intenta convencer de que es maravilloso, de que así no está alienado y puedes tener algo nuevo cada dos años. Vivimos en un tiempo absolutamente ideológico“.

Sobre China:

“La gente dice que el comunismo no funciona pero les digo que hay un país donde el comunismo en sentido formal, el Partido Comunista sigue teniendo todo el poder, funciona perfectamente. No conozco otro milagro económico parecido en toda la historia de la humanidad. Un milagro económico capitalitas, sí, pero que no hubiera podido tener lugar sin la dirección del Partido Comunista. „


Esto me da mucha tristeza. Esa combinación de un capitalismo salvaje y brutal con un comunismo autoritario. La izquierda odia las dos cosas: capitalismo salvaje y poder autoritario. En China tenemos una combinación de ambos y funciona.

Y pienso: No es sólo China. Hoy se da una tendencia global en esa dirección. China first, America first, Russia first – un nuevo y autoritario capitalismo. Y esa es quizás mi utopía: la herencia liberal es una gran cosa, pero sólo una nueva izquierda puede salvar lo que es grande dentro del liberalismo.“

Sobre la política de izquierdas hoy:

“Marx era demasiado optimista y demasiado determinista. Considero que Marx era más idealista que Hegel. Marx creía en una especie de teleología: Hay una necesidad histórica, hay un escalón que pasar y luego llega el comunismo. Soy pesimista en sentido hegeliano: no sabemos lo que va a pasar.”

Y añade:

“Hoy sabemos que el socialismo real no es nuestra esperanza, tampoco la socialdemocracia. Siguen flotando esas ideas en el ambiente de democracia local, administración local, comunidad...etc. Hace un año en Madrid dí una conferencia con el título: “Defensa de un socialismo burocrático”. El estalinismo no fue eso. El problema del estalinismo es que fue una burocracia ineficiente por eso había purgas de vez en cuando.

En sus últimos años Lenin estaba obsesionado por ese problema. El problema no es la gran revolución, millones de gentes en la calle, cualquier tonto puede hacer eso. El verdadero test de una revolución, y Trotski lo sabía bien aunque yo no soy trotskista, qué pasaba después cuando se volvía a la vida normal, en eso la revolución de Octubre fracasó.

Es el mismo problema que tenemos hoy: ¿tenemos un modelo? La gran tragedia no es Trump , es muy fácil como izquierda liberal criticar a Trump, el problema es si tenemos una alternativa. ¿Basta con que seamos un poco más radicalmente demócrata-liberales cuando es necesaria una transformación total? No hay ninguna visión de izquierdas, pero es necesaria, imposible pero necesaria”.
 
Como me gustaría vivir:

“Nunca entendí esa visión popular de la izquierda que consiste en vivir en una pequeña comunidad en la que se está todo el tiempo discutiendo sobre los asuntos comunes, sobre el agua y la electricidad, me parece horrible pasar las tardes en eso. Prefiero una buena alienación en la que hay unos mecanismos estatales que se ocupan. Quiero leer y escribir mis libros y ver películas. Y me parece que eso es lo que hoy hemos de rehabilitar, lo digo seriamente: una buena y funcional burocracia estatal”.

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