DERECHOS Y DEBERES PARA NIÑOS

Se nos había pasado dejar constancia del nuevo libro de Martín Ruiz Calvente, mochuelo que va y viene a la Quinta. Se titula
Derechos y deberes para niños, Rights and Responsibilities for children,(Jaén  2016)

Lo ha escrito en colaboración con su esposa Amanda Pym responsable de las páginas en inglés y de las ilustraciones. Como en su anterior obra  sobre la figura de Antonio Machado como profesor  sobresale en este libro el interés del autor por la educación. Derechos y deberes para niños. Rights and responsibilities for children  es como su propio título indica una obra bilingüe, escrita en español y en inglés de manera armoniosa y ordenada, y agradablemente ilustrada por los dibujos de Amanda Pym. La autora ha querido reflejar la interculturalidad con estampas que reflejan niños vestidos según los modelos típicos de diferentes países. También encontramos simpáticas alusiones al mundo animal. Una de las ideas básicas de Ruiz Calvente tiene que ver con la corporalidad que somos los humanos y que nos recuerda el parentesco con los otros habitantes “sentientes” del planeta, por utilizar un vocablo zubiriano, “inteligencia sentiente”, pues Martín Ruiz Calvente es buen conocedor y estudioso del filósofo vasco.

La ONU acaba de  esbozar 17 metas globales para toda la humanidad que tendrían que cumplirse a lo largo de los próximos 15 años: acabar con el hambre y la pobreza, educación y sanidad de calidad, igualdad de sexos, agua potable, sostenibilidad de las ciudades, energías limpias, acción por el clima, reducción de las desigualdades…

Este libro pretende contribuir a su consecución acercando una exposición sencilla de los derechos y los deberes. Tiene el mérito de abordar un tema nada fácil, el de los derechos humanos, adaptado a las posibilidades y entendederas de los más pequeños. Además la lista de derechos y deberes de los niños es creación del autor que ha tenido ante sí algunas declaraciones, la de la ONU de 1948, Convención Europea de Derechos humanos de 1950, Declaración de los Derechos del Niño de 1959 entre otras. Pero los lectores podrán comprobar que Ruiz Calvente le da un enfoque muy personal. Acompaña cada uno de los treinta derechos de una obligación o responsiblity. En efecto, el autor quiere recordar que la participación en la vida social no consiste sólo en recibir y ser reconocido, también los niños han de ser conscientes de sus responsabilidades primero como niños y más tarde como ciudadanos.

 Espero que el libro tenga recorrido y obtenga el reconocimiento que se merece. En primer lugar por abordar el tema de los Derechos humanos en relación con los más pequeños, lo que ya es una muestra de valentía por parte del autor. En segundo lugar por estar escrito en inglés, idioma que se ha vuelto imprescindible en todo curriculum académico, y este libro es una  contribución importante en los inicios del aprendizaje. Siempre se dice que  los idiomas se aprenden mejor en la infancia. 

Por otra parte estamos en una etapa educativa en Andalucía en la que al menos en los institutos nos encontramos con la asignatura de Ciudadanía, programa PSOE, y la asignatura Valores éticos, programa PP, un desbarajuste como cualquier otro, pues algunos contenidos evidentemente se repiten. 

Viene bien tener a mano materiales originales y entretenidos para olvidar el panorama político desolador en el que vivimos y sus consecuencias en Educación. Al menos con el uso de este libro aprenderemos Derechos, Responsabilidades e Inglés. Me viene a la mente respasando la propuesta de Martín que los adultos que nos (des)gobiernan de responsabilidades andan un poco justos. ¿No serán ellos son los primeros necesitados del contenido de este libro?

Estar en el parlamento sin gobierno constituido debería llevar aparejado una "detracción" de salario. Si no hay apertura normal de legistatura, ¿qué han hecho en 6 meses mareando la perdiz?

Hay quien anuncia que vamos hacia unas terceras elecciones. 

Tenemos mucho que mejorar por tanto en Derechos y Deberes. Bienvenido  el libro de nuestro compañero Martín Ruiz Calvente.

Ana Azanza Elío