martes, 29 de diciembre de 2015

ALEMANIA 2015

Entrevista a Rudiger Safranski en un diario suizo en el mes de octubre 2015, en plena crisis de los refugiados sirios, cuando Merkel sorprendió con su espíritu de bienvenida y los demás países se resistían a los planes de acogida. Alemania y su necesidad de "moralizar" la política. El miedo alemán, "German Angst", la ética de la convicción frente a la ética de la responsabilidad, la crisis griega en 2015. En el centro de todo Alemania.


«Los alemanes están en la pubertad»

Rüdiger Safranski

Nació en 1945 en Rottweil, estudió Filosofía, Germanística, Historia e Historia del arte y fue coeditor de la revista literaria  «Berliner Hefte». Se ha hecho famoso por sus monografías entre otros de Schiller, Schopenhauer, Heidegger, Nietzsche y Goethe. De 2002 a 2012 moderó con Peter Sloterdijk el   «Philosophische Quartett» en la ZDF, hasta 2014 perteneció al  «Literaturclub» en la televisión suiza. Safranski es profesor honorario en la Universidad Libre de Berlin. Vive entre Berlín y Badenweiler.

 




Cultura de la bienvenida y auge de los extremistas radicales, estafa de Volkswagen y compra de un Mundial de Fútbol. Pocas veces Alemania había sorprendido tanto al mundo y a sí misma. ¿Qué pasa en Alemania? El filófosofo y escritor  RüdigerSafranski contesta sobre un año del "destino" para su país.

NZZ am Sonntag: Sr. Safranski, Su nuevo libro trata del tiempo, hace poco que en medio mundo se ha cambiado la hora.  ¿Qué significa esta sincronización para la sociedad global?

Rüdiger Safranski: El establecimiento de una hora unitaria en el mundo es un acontecimiento increíble, como no había ocurrido nunca antes en la historia de la humanidad, al que ya nos hemos acostumbrado. Antes de que llegara el ferrocarril con la Revolución industrial cada lugar tenía su propio tiempo. Todavía en el siglo XIX  empezó por excluir que ese sentimiento de simultaneidad pudiera llegar a cualquier punto. Hoy experimentamos la simultaneidad de puntos distantes en el espacio en tiempo real. La lejanía se ha alejado. Realmente se da algo así como una conciencia global.

¿Que quería decir Schiller con la frase: "Abrazaos millones"? 

Era algo abstracto y se refería al ámbito del pensamiento. Hoy puede pasarnos que no seamos nosotros quienes abracemos a los millones sino los millones a nosotros. Los refugiados están a nuestras puertas. Todos hemos visto las imágenes. Somos el paraíso para ellos. Todo está interconectado hoy en día, no sólo de modo virtual.

2015 ha sido un año plagado de acontecimientos en Alemania, sobre todo por los refugiados. ¿Es un año "del destino" para Alemania?

Lo sabremos con el tiempo. De todos modos me aterra con que ligereza la clase pública y reflexiva trata los problemas de la inmigración. 

¿Qué es lo que le da miedo?

El Islam político, como se ha manifestado en la mayoría de los Estados de Oriente próximo es una catástrofe. El Islam como religión no es el problema, sino el orden político al que está dando lugar a día de hoy. Muchos llevan consigo ese Islam político y por ello en Alemania tiene auge el antisemitismo y particularmente el antisemitismo islámico. También en Francia, los judíos ya no se sienten seguros. Muchos musulmanes no saben lo que es respetar otra religión. Se ha olvidado que en los botes de refugiados se arrojaba a los cristianos al agua. En los campos de refugiados pelean entre sí grupo étnicos y religiosos, así que traen a nuestro país su enemistad, la causa que les ha hecho emigrar. La separación entre la religión y el Estado les es totalmente desconocida. Los jóvenes traen su comportamiento machista, la violencia que es mala para todos especialmente para las mujeres.

Alemania prueba el multiculturalismo. ¿Por qué no podría superar este reto?
Cuando el número de musulmanes sea demasiado alto, la propia sociedad liberal se verá a prueba, porque precisamente en Alemania la fuerza de integración es escasa, porque no nos aclaramos con nosotros mismos. No hace mucho se consideraba como de derecha radical y asimilación represiva la exigencia de aprender alemán.

Muchos alemanes oponen la cultura de la acogida al miedo...  

Eso dura un par de días, quizás un par de semanas, un poco más en los periodistas, pero al poco todos vuelven  a ser gente normal, a la que le gusta dejar el trabajo a los profesionales y que prefieren no ser molestados en las inmediaciones de su barrio. La cultura de bienvenida es divertida por poco tiempo, sobre todo cuando se piensa que luego viene lo gordo. El 70% de los aproximadamente millón de refugiados son hombres jóvenes que quieren traer a su familia. Pronto serán varios millones. Entonces comenzarán a crecer las protestas y si crecen los disturbios, la idea de Alemania como ejemplo moral se desvanecerá y volverá la de Alemania como el peligro fascista.

¿Cómo puede escapar el país de esa situación?

Hay que ayudar a los refugiados cerca de la región de donde han salido, y sólo se pueden aceptar determinados contingentes. Eso no puede ocurrir si las fronteras no están bien vigiladas. Nos engañamos con respecto al hecho de que Europa tiene que ser una fortaleza, tenemos algo que defender. La próxima ola de refugiados vendrá de Afganistán. Y no estamos hablando de los millones de las regiones pobres de África, Bangladesh y Pakistán.

¿Los suizos que han votado a  SVP lo han hecho mejor?

Es muy precipitado atribuir las ideas que no gustan a la extrema derecha. Es pereza mental. La política de inmigración es una parte importante de la política de un estado soberano, que tiene el deber y la responsabilidad de vigilar sus fronteras.

¿Por qué hizo Hungría lo que Alemania no se ha permitido? ¿Por qué los demás países de los Balcanes se comportan igual? 

Porque ellos estuvieron antiguamente bajo dominio musulmán, en 1908 se retiró el imperio otomano de los Balcanes. Esos países no ven a los refugiados desde un punto de vista humanitario sino que no quieren volver a tener el dominio musulmán. No habría que olvidar que la guerra civil de Yugoslavia se enfrentaron cristianos y musulmanes. ¿Y qué hacemos ahora? Bajo esas condiciones implantamos una potente cultura musulmana que nadie sabe que va a dar de sí.

¿Cómo explica Ud esta excepción alemana?

Nos vemos a nosotros mismos como el ancla de salvación de todos los oprimidos y perdidos y practicamos una ética de la convicción en vez de una ética de la responsabilidad. Ética de la convicción es la de Merkel, "no habrá fronteras especiales para los musulmanes". La ética de la responsabilidad sería decir, para un país como Alemania hay una frontera superior. La política alemana  tiene compromisos. Ahora vemos que los demás países europeos no quieren hacer lo que hace Merkel. No quieren dejarse chantajear por la misión moral alemana.

¿Es la ética de la convicción alemana una reacción a su propia historia? 

En la sociedad alemana hay una gran disposición a sentirse culpable. Se ha hecho mucho para entender y hablar de los aspectos criminales de la historia nacional. Todo ello ha supuesto una hipermoralización de la política. La política tiene que basarse en principios morales, pero no tiene una misión moral. El discurso sobre los refugiados en parte se ha concretado en que el Estado tiene el deber de acoger a todos los refugiados. Merkel dijo que no habría ninguna frontera. Son bobadas. Pertenece a la soberanía del Estado proteger las fronteras, no se puede decir que las fronteras no se pueden cerrar. Claro que se pueden cerrar cuando se quieren cerrar.

¿Tiene algún papel lo que los anglosajones llaman "miedo alemán"? 

El concepto procede de los años 80, cuando se supo que la Unión Soviética había instalado misiles que alcanzaban a Europa. La OTAN no tenía armas para responder. El Canciller federal  Helmut Schmidt dijo: Hay un agujero en la seguridad, tenemos que armarnos. Hubo un debate sobre el rearme y se dijo: Nos armamos para la muerte, tenemos miedo, hemos de desarmarnos. Esa era la solución que proponía la Iglesia evangélica alemana en sus asambleas anuales.

¿Una posición que se prepara para la paz?

Una posición que pone el miedo como pretexto para no mirar directamente la realidad. La realidad era que la libertad y la seguridad en Europa sólo estaban aseguradas por la amenaza de las armas. El bloque del Este se hundió sobre todo porque su economía no era suficientemente sólida para mantener la carrera de armamento. Fue a la bancarrota, Occidente lo había armado para la muerte, la amenaza recíproca llevó a una ganancia en libertad. Si no lo hubiéramos hecho habríamos sido quizás víctimas del chantaje, el miedo alemán no hubiera sido buen consejero.

¿En qué se apoya el miedo alemán?

Me parece que era una reacción infantil. Tras la ocupación de 1945 Alemania no era un estado soberano, sino que vivía bajo patronazgo de los norteamericanos. Era una posición confortable, se vivía en casa de los padres y no había que enfrentarse a la seria realidad de ahí fuera. Por eso se desarrolló en política el patrón del mimo, de la minoría de edad, del apagicuamiento, la infantilización de la sociedad alemana era una consecuencia de la pérdida de soberanía.  Quien se deja arredrar por el miedo no necesita argumentar sólo necesita un guardián que cuide de él.

¿Como repercutió el año del cambio, 1989, y el final de la guerra fría en Alemania? 

Terminó entonces la posguerra, Alemania ya no estaba en régimen de ocupación. Por vez primera era un actor en la política mundial y ya no estaba todo el día colgada de las faldas de su madre. Por eso en política exterior Alemania todavía no se comporta como una nación adulta y por eso moraliza tanto. Los alemanes están todavía en la pubertad.

¿Piensa Ud que la típica conciencia de culpa alemana ha tenido un papel en el escándalo Volkswagen? 

Es una estafa abismal. Puedo entender la alegría por el mal ajeno en el extranjero: los alemanes nos dan la lata con la ecología, ¿y qué hacen?, estafan.

Incluso el fútbol es motivo de contrición: el cuento de verano de la Copa mundial de fútbol por lo visto estaba comprado. 

No se ha probado, supongo que sin pagar nadie obtiene esa copa mundial. Así era antes y así ha de seguir siendo. Así que también la comprarán en Rusia y en Qatar. Me llama la atención que los responsables alemanes no lo expliquen con sencillez ¡claro que la copa de 2006 estaba comprada! también un cuento de verano tiene su precio.

 «Alemania quiere eliminar su sentimiento nacional en Europa, las demás naciones no tienen motivos para hacerlo.»

El moralismo alemán tiene un caldo de cultivo histórico. Nietzsche llamó a  Schiller el «Trompetista Moral de Säckingen».

Schiller tenía fuertes exigencias morales, pero era un realista instintivo. Estaba entusiasmado por las ideas de la Revolución Francesa, le parecía estupendo el nacimiento de la soberanía nacional, pero cuando creció el Terror jacobino, empezó a meditar sobre el uso de la libertad y como el hombre primero puede ser capaz de libertad para luego poder empezar a usar la libertad iniciando algo.

Friedrich Schiller (1759-1850)


¿No se rebeló Schiller contra su propio soberano?

Tuvo que arreglarse con él, pero no tenía pelos en la lengua, su libertad fue la libertad de pensamiento.

¿Como veía él la idea de una nación alemana?

Su posición era renunciar a querer competir con las fuertes naciones políticas: Inglaterra y Francia. Schiller prefería hacer algo cultural. No era nacionalista en sentido político, soñaba con la nación cultural. En Alemania tenemos más teatros y orquestas sinfónicas con respecto a la población que en ningún otro sitio. Esto procede de los siglos XVIII y XIX.

¿Es suficiente para un sentimiento identitario?

En  Alemania tras los peores acontecimientos históricos no hay ninguna conciencia nacional evidente. Preferimos decir que tenemos que ir a Europa, esa es nuestra misión. Alemania quiere deshacerse de su sentimiento nacional de Europa. Las demás naciones no tienen ningún motivo para ello.

¿Y ahora se niegan a seguir a Alemania?

La política alemana no se ha dado cuenta de que los otros países no quieren tanta Europa, sino que quieren su nación. En Europa del Este querían tener su libertad con respecto a la Unión Soviética, prefieren disfrutar su soberanía y no perderla otra vez en Europa. Los alemanes no han comprendido que sus socios europeos aprecian Europa porque sigue habiendo una desconfianza hacia Alemania que se puede neutralizar en la Unión Europea. Cada país tiene sus intereses y los sigue. En Alemania se tiene la sensación de que los intereses nacionales no son convenientes y se envuelven en la retórica de Europa. Esto da a la política alemana un aire atascado y patético.

Pero cuando se trata de dinero, se comporta sin ningún complejo.

El error básico de la política en la eurozona es que los economistas no se dan cuenta de que cada economía nacional tiene su propio estilo. La economía alemana funciona de manera muy diferente a la griega o a la española. Se ha creado el euro y se piensa que con eso basta para que todo funcione igual por todas partes. Antiguamente se habría dicho, "los griegos ya sabemos como son". Hoy todos dicen que son perezosos. El pensamiento económico ha contribuido a incrementar la alienación y a la intensificación de las contradicciones dentro de Europa. Las diferencias culturales, que son una riqueza, se convierten en una carga.


Los griegos se han aprovechado sólo a corto plazo, ahora llega el desorden.  Por eso Suiza no debería seguir el reclamo de la Unión Europea, porque en comparación con Suiza la Unión Europea tiene menos democracia y menos racionalidad económica. Me admira de Suiza su orgullosa voluntad de independencia y su democracia directa. Por ello no debería exponerse a Europa. Es importante mantener la propia posición soberana y no dejarse chantajear.

¿Por qué Alemania ha logrado esa posición única de fuerza en Europa? 

El país no ha hecho lo que en los últimos 20 años ha hecho Inglaterra, a saber, la desindustrialización. Inglaterra era el país líder en la industria, todos se pusieron a hablar de la sociedad del sector terciario, las grandes compañías de automóviles fueron compradas por las firmas alemanas. Ahora Inglaterra no tiene nada más que la economía financiera, "aire", porque la especulación no produce ningún valor.

Precisamente son los idealistas alemanes los que han mostrado tener los pies en la tierra.
Fueron lo suficientemente inteligentes, para especular sobre todo en el reino de las ideas. La metafísica espiritual. La Inglaterra pragmática con su centro financiero de Londres es el lugar de la metafísica material. Unos especulan en el ámbito del espíritu, los otros en la bolsa.

«Los alemanes redujeron Europa a cenizas y ahora se transforman en niños.»

¿Qué ha supuesto el protestantismo para las virtudes alemanas?

Las grandes regiones alemanas estuvieron muy marcadas por el protestantismo. El trabajo era una virtud con fundamento religioso. También el moralismo tiene que ver con el protestantismo. Pero no lo olvidemos: el protestantismo es la mitad del camino hacia el nihilismo. La religión sin manifestación externa pierde significado, se traslada al interior, primero queda una moral religiosa hasta que desaparece y sólo queda la moral.  En algún momento desaparece también la moral y ya estamos en el nihilismo. La forma contemporánea del nihilismo es el consumismo. Cuando ya no existe Dios siempre queda algo que comprar..

¿Los demás países están más cerca de la religión?

Quién sabe, quizás les pasa lo mismo. Pero todos nos damos cuenta de que todos tenemos algo que defender ante el Islam político: nuestra libertad. La autonomía frente a la teonomía. El modo de vida occidental debe ser recordado otra vez, tiene enemigos. Nosotros, hijos mimados del oeste, no queremos admitirlo.

¿Por qué?

Vivimos en una sociedad post-teórica, somos los últimos consumidores de nuestra forma de vida, que disfrutamos y consumimos, vida por la que no estamos dispuestos a luchar.  Me incluyo, cuando tuve que hacer el servicio militar no lo hice, inicié estudios de teología que interrumpí. A pesar de todo es cierto que sin la protección americana, 25 años después del final de la guerra fría, Europa no podría afirmarse contra otros poderes. Esa es la realidad también en Alemania. Los alemanes redujeron Europa a cenizas y luego se han convertido en niños virtuosos. Ocurrió el milagro económico, todos contentos de haber perdido la soberanía. Europa sólo esta medio segura gracias a los americanos. Los países del Este lo saben mejor que nosotros.

¿Alemania subestima la amenaza?

Hace unos meses hubo un debate sobre una reforma del ejército federal. Se trataba de que en los lugares de trabajo del ejército no hubiera niños. Eso es muy importante, pero se puede percibir en ello el Biedermaier alemán. Entre tanto la ministra tuvo problemas: tuvo que defenderse de acusaciones de plagio en su tesis doctoral. Uno de sus predecesores perdió el cargo por el mismo motivo. Así son nuestros ministros de defensa

¿Un síntoma de decadencia?

Eso lo ha dicho Ud.

1 comentario:

  1. Interesantísimo. Admiro a Safranski, me encantó su libro sobre la época de Schopenhauer.
    Algunos datos me han sorprendido y ponen en cuestión nuestra ingenuidad, como ese de que en algunas balsas de refugiados tiraban a los cristianos por la borda. También la afirmación de que el protestantismo es medio camino hacia el nihilismo, pues acaba siendo un moralismo sin incentivos. Claro que han sido los americanos quienes han expuesto las vidas de sus soldados ejerciendo de policías globales, y a la vista de sus grandes fracasos desde Vietnam, seguramente cada vez estarán menos dispuestos a hacerlo. Es una idiotez pensar que nuestro tipo de vida se va a salvar cuando la población musulmana sobrepase por ejemplo un 20% (una cifra que el gran sociólogo italiano Sartori consideraba crítica). Creer que un islamista puede ser integrado en una cultura laica es un sueño. La Sharia es premoderna y contraria a los valores de la modernidad, como el fundamentalismo cristiano.

    Y genial la afirmación de que el consumismo es una forma de nihilismo. "Cuando no existe Dios siempre queda algo que comprar". Que me recuerda la afirmación de Chesterton: "Cuando no hay Dios, cualquier cosa se convierte en dios".

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