domingo, 23 de febrero de 2014

EN EL 75 ANIVERSARIO DE LA MUERTE DE ANTONIO MACHADO

Escrito por Ana Azanza





Nuestro compañero y amigo del Mochuelo pensativo Martín Ruiz Calvente acaba de publicar “D. Antonio Machado, profesor. La educación en su época y en la nuestra.” (Grupo M&T Impresores, 2014). El libro fue presentado primero en la última sesión en la que d. José Biedma nos habló de ciberfeminismo y este viernes en Baeza. Ha sido toda una sorpresa, Martín nos había hablado de un proyecto modesto en el que quería poner por escrito sus reflexiones a propósito de la educación tomando pie en Antonio Machado. Pero yo al menos no estaba informada de que ya estaba a punto de salir. No ha podido ser más oportuna la aparición del libro, ya que acabamos de celebrar el 75 aniversario del ilustre jiennense de adopción, característica que por otra parte compartimos Machado y la que esto suscribe.
 
Primero debo felicitar a Martín por este trabajo en el que con toda sinceridad ha volcado muchas de las consideraciones que nos hemos hecho a lo largo de estos años en nuestro grupo de trabajo. Debemos ser el más antiguo de la provincia. Celebramos ya el décimo aniversario en este 2014. Y es en verdad todo un placer observar que además de “los buenos ratos que echamos” peleándonos con motivo de la filosofía, el grupo estimula en todos nosotros la creatividad, las ganas de poner en marcha proyectos que nos ayudan a mejorar en nuestro trabajo como docentes y en nuestros esfuerzos filosóficos. Esperemos que se tenga en cuenta esta publicación como mérito del grupo.

El libro comienza por una breve presentación de su principal autor: Martín Ruiz Calvente, profesor de filosofía en el IES Los Cerros de Ubeda, residente en Baeza, autor de diversos artículos filosóficos algunos de los cuales se pueden consultar en Internet. Preocupado por la comprensión de la realidad humana Ruiz Calvente quiere indagar  en la realidad cotidiana de la enseñanza. En la introducción trae un precioso texto que desconocía titulado “Nota autobiográfica para una antología proyectada por Azorín” en la que Machado expresa cómo se ve a sí mismo. Lo dejo para los lectores del libro, sólo diré que comparto cien años después, muchas de las opiniones y sentimientos que Machado expresó sobre España.

Martín ha procurado ir desgranando  las vivencias de Machado como profesor de francés en Baeza. A partir de ellas, establece relaciones con los “padecimientos” y experiencias que pienso cualquier docente español de un instituto de secundaria podría compartir. Quizás las conclusiones a las que se llega no serían las mismas que Martín en todos los casos, pero se agradece la frescura y la osadía de hablar claro y haber puesto negro sobre blanco ciertas consideraciones muy comunes en el gremio.

Machado no fue un profesor vocacional, esa falta de “inclinación” hacia la enseñanza del ilustre poeta le sirve a nuestro compañero para plantearse cuestiones al respecto de la “llamada” a ser profesor en la actualidad. Desfilan por estas páginas el “aliño indumentario” de profesores y alumnos, la distribución de los espacios y los horarios en los centros docentes, la carga horaria de las asignaturas, la optatividad, el bilingüismo y plurilingüismo de los centros, la abundante y abrumadora legislación educativa en la que no se cuenta con los docentes, tantos y tantos temas que son el pan nuestro de cada día y que no nos atrevemos a plantear abiertamente.

El libro de Marín es “trilingüe” y de autor múltiple. En efecto encontramos colaboraciones en inglés de personas allegadas a él que nos muestran una interesante comparación de la enseñanza en nuestro país y en Reino Unido. También un profesor de francés relata cuál ha sido su recorrido en el idioma de Molière, haciendo hincapié en los cambios que ha sufrido la enseñanza de las lenguas vivas en España desde que él empezó hasta la actualidad. Muy diferentes técnicas las que usaba don Antonio Machado como profesor de una lengua que no le gustaba demasiado y que entonces se enseñaba según el modelo de la pedagogía de las lenguas clásicas.

Antes de la bibliografía final, hay dos colaboraciones más debidas al Mochuelo. Una de nuestra compañera Gisela Destefanis, que con acento argentino diserta sobre el problema que tiene el neoliberalismo con la educación. El neoliberalismo fomenta la exclusión y la actual reforma que sólo gusta al gobierno y al actual ministro del ramo, está inspirada del mismo. La última colaboración es de d. José Biedma. Se titula “El ideal educativo de Juan de Mairena”, y desgrana la personalidad pedagógica de Machado en este apócrifo: modesto, sencillo, amable, benevolente, comprensivo con las debilidades humanas.


Esta última característica del docente Mairena me parece fundamental. Efectivamente, no todo lo que hacen los alumnos está bien hecho. Pero un gran defecto que es fácil de observar en muchos de nuestros compañeros es la queja sistemática ante el alumno. Para poder educar es necesario comprender, empatizar, saber callar, tener mucha paciencia, ganarse el corazón. Sin eso es imposible enseñar nada. No podemos pretender que los adolescentes razonen y se comporten como si tuvieran 40 años. Instalados en el continuo reproche al alumnado no podremos sacar gran cosa de ellos. Esta es mi reflexión final ante la lectura de este libro que recomiendo vivamente por la variedad y claridad de todos los problemas planteados que afectan hoy a nuestras escuelas. También porque nos acerca a un punto de vista sobre Machado al que no estamos acostumbrados, Machado profesor.

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