Autora Ana Azanza
Nos ocupamos al año pasado de feminismo, para ilustrar la cuestión he encontrado este interesante programa.
Este primer vídeo sobre Simone de Beauvoir empieza por las reacciones de las mujeres cuando el libro apareció en 1949. Un libro que se dirige a hombres y mujeres. Nada hacía prever que una niña nacida en una familia burguesa iba a escribir sobre menstruación, prostitución... el libro le valió la animosidad de Camus o de Mauriac. El primero era amigo de la pareja Sartre-Beauvoir y reaccionó con verdadero disgusto. Gracias al escándalo "El segundo sexo" es un best seller, 22.000 ejemplares vendidos la primera semana.
La vida libre de Simone acompaña su obra escrita. El libro y su vida juntos han provocado ese efecto de liberación en las mujeres.
Su padre perdió gran parte de su fortuna en una inversión en préstamos rusos que los soviéticos no querían reconocer tras la revolución. Este hecho significó una oportunidad para Simone, cuando la familia era rica su destino habría sido un buen matrimonio. Pero debido al "desclasamiento" de los Beauvoir sin llegar a la miseria, el padre de Simone acepto que su hija debería estudiar para ganarse la vida. Sus dotes intelectuales podrían dar fruto.
En la Sorbonne conoce a la persona más definitiva de su vida, Sartre, que era un poco mayor que ella y "normalien", es decir, pertenecía a una cierta élite universitaria. Tenía fama de ligón, feo y borracho entre los estudiantes. En su primera discusión filosófica Sartre la derrotó, dicen que nunca le había sucedido algo así a Beauvoir. Simone fue la número 2 en la Agregation y Sartre el 1. Pero para Simone era su primer intento, no así para Sartre. A partir de entonces compartirán su vida de manera original y nueva, no como un matrimonio, algo de lo que ambos abominan, sino una relación basada en la libertad, la igualdad y la connivencia afectiva e intelectual. Compartieron su vida sin vivir juntos, amaron a otros sin dejar nunca de amarse. Pareja filosófica que ha descubierto la igualdad de sexos, nada fácil y menos en aquella época.
Ser mujer no significa estar limitada, Simone siendo mujer vivió todas las experiencias posibles.
Esta segunda parte refleja el "pacto ético" entre Sartre y Beauvoir, dispuestos cada uno a respetar el deseo del otro. Sartre la animó a ser ella misma al escribir, en ese momento es cuando se pregunta qué significa ser mujer. Para ella ser mujer no era una limitación, pero empezó a mirar a su alrededor y se dió cuenta de que las mujeres eran secundarias en la sociedad. Se interesa entonces por la mujer como mito de los hombres, por su fisiología, su historia... y finalmente por las situaciones concretas. Simone de Beauvoir se hizo feminista escribiendo el "Segundo sexo", un libro que era puramente teórico en su origen se convertirá con los años en un libro de militancia feminista.
En 1947 conoce a otro gran amor de su vida, el escritor americano Nelson Algren, una relación a distancia la mayor parte del tiempo que durará 17 años. Simone no quiere renunciar ni a Francia, ni a Sartre. La correspondencia entre ambos escritores cuenta con unas 300 apasionadas cartas. Parece contradictorio con su condición de filósofa feminista, pero Beauvoir no está contra el hombre en general sino contra la sociedad que relega a la mujer. En esta relación no se comportó como la mujer ideal igual que el hombre que parece concluirse del "Segundo sexo".
Cuando Simone dijo a Nelson: "volveré siempre", Nelson comprendió el mensaje: "me marcharé siempre".
Liberación de la naturaleza: evidentemente el cuerpo de la mujer es diferente, pero todo lo construido sobre esa diferencia fisiológica es lo que puede ser cambiado. La sociedad fabrica la mujer a partir de la hembra que nace. Nacidas para la generosidad, para la maternidad, para servir, para hacer soñar. Las primeras lectoras del "Segundo sexo" escribieron a Beauvoir contándole sus experiencias, "a mis 57 años he aprendido a dejar de definirme por referencia a los demás", le agradecen su contribución a la lucha de las mujeres. El libro se ha convertido en un "long seller" que se vende sin esfuerzo año tras año.
La primera traducción inglesa la hizo un profesor emérito de zoología, que omitió a discreción un 10% del libro, aconsejado por el editor, "el público norteamericano no va a leer un libro tan gordo".
El contrapunto al feminismo está hoy en las marchas "pro life", los concursos estilo "Litlle Miss Sunshine". Simone de Beauvoir luchó contra todo lo que impide a las mujeres tener una vida libre, si hoy las mujeres quieren ser libres lo son. A pesar de todos los avances del siglo XX para las mujeres (derecho al voto, al trabajo sin permiso del marido...) la segunda exigencia feminista, la igualdad real no se ha conseguido. No se corresponde con la igualdad formal reconocida por la ley. Beauvoir quiso que su libro caducara, todavía no estamos en ese punto si nos fijamos en las diferencias en los salarios, en los escasos puestos de responsabilidad ocupados por mujeres ...etc. Y en el contexto de la actual crisis, la tentación de reenviar la mujer a casa es muy grande. El discurso esencialista se "religitima".
Nos ocupamos al año pasado de feminismo, para ilustrar la cuestión he encontrado este interesante programa.
Este primer vídeo sobre Simone de Beauvoir empieza por las reacciones de las mujeres cuando el libro apareció en 1949. Un libro que se dirige a hombres y mujeres. Nada hacía prever que una niña nacida en una familia burguesa iba a escribir sobre menstruación, prostitución... el libro le valió la animosidad de Camus o de Mauriac. El primero era amigo de la pareja Sartre-Beauvoir y reaccionó con verdadero disgusto. Gracias al escándalo "El segundo sexo" es un best seller, 22.000 ejemplares vendidos la primera semana.
La vida libre de Simone acompaña su obra escrita. El libro y su vida juntos han provocado ese efecto de liberación en las mujeres.
Su padre perdió gran parte de su fortuna en una inversión en préstamos rusos que los soviéticos no querían reconocer tras la revolución. Este hecho significó una oportunidad para Simone, cuando la familia era rica su destino habría sido un buen matrimonio. Pero debido al "desclasamiento" de los Beauvoir sin llegar a la miseria, el padre de Simone acepto que su hija debería estudiar para ganarse la vida. Sus dotes intelectuales podrían dar fruto.
En la Sorbonne conoce a la persona más definitiva de su vida, Sartre, que era un poco mayor que ella y "normalien", es decir, pertenecía a una cierta élite universitaria. Tenía fama de ligón, feo y borracho entre los estudiantes. En su primera discusión filosófica Sartre la derrotó, dicen que nunca le había sucedido algo así a Beauvoir. Simone fue la número 2 en la Agregation y Sartre el 1. Pero para Simone era su primer intento, no así para Sartre. A partir de entonces compartirán su vida de manera original y nueva, no como un matrimonio, algo de lo que ambos abominan, sino una relación basada en la libertad, la igualdad y la connivencia afectiva e intelectual. Compartieron su vida sin vivir juntos, amaron a otros sin dejar nunca de amarse. Pareja filosófica que ha descubierto la igualdad de sexos, nada fácil y menos en aquella época.
Ser mujer no significa estar limitada, Simone siendo mujer vivió todas las experiencias posibles.
Esta segunda parte refleja el "pacto ético" entre Sartre y Beauvoir, dispuestos cada uno a respetar el deseo del otro. Sartre la animó a ser ella misma al escribir, en ese momento es cuando se pregunta qué significa ser mujer. Para ella ser mujer no era una limitación, pero empezó a mirar a su alrededor y se dió cuenta de que las mujeres eran secundarias en la sociedad. Se interesa entonces por la mujer como mito de los hombres, por su fisiología, su historia... y finalmente por las situaciones concretas. Simone de Beauvoir se hizo feminista escribiendo el "Segundo sexo", un libro que era puramente teórico en su origen se convertirá con los años en un libro de militancia feminista.
En 1947 conoce a otro gran amor de su vida, el escritor americano Nelson Algren, una relación a distancia la mayor parte del tiempo que durará 17 años. Simone no quiere renunciar ni a Francia, ni a Sartre. La correspondencia entre ambos escritores cuenta con unas 300 apasionadas cartas. Parece contradictorio con su condición de filósofa feminista, pero Beauvoir no está contra el hombre en general sino contra la sociedad que relega a la mujer. En esta relación no se comportó como la mujer ideal igual que el hombre que parece concluirse del "Segundo sexo".
Cuando Simone dijo a Nelson: "volveré siempre", Nelson comprendió el mensaje: "me marcharé siempre".
Liberación de la naturaleza: evidentemente el cuerpo de la mujer es diferente, pero todo lo construido sobre esa diferencia fisiológica es lo que puede ser cambiado. La sociedad fabrica la mujer a partir de la hembra que nace. Nacidas para la generosidad, para la maternidad, para servir, para hacer soñar. Las primeras lectoras del "Segundo sexo" escribieron a Beauvoir contándole sus experiencias, "a mis 57 años he aprendido a dejar de definirme por referencia a los demás", le agradecen su contribución a la lucha de las mujeres. El libro se ha convertido en un "long seller" que se vende sin esfuerzo año tras año.
La primera traducción inglesa la hizo un profesor emérito de zoología, que omitió a discreción un 10% del libro, aconsejado por el editor, "el público norteamericano no va a leer un libro tan gordo".
El contrapunto al feminismo está hoy en las marchas "pro life", los concursos estilo "Litlle Miss Sunshine". Simone de Beauvoir luchó contra todo lo que impide a las mujeres tener una vida libre, si hoy las mujeres quieren ser libres lo son. A pesar de todos los avances del siglo XX para las mujeres (derecho al voto, al trabajo sin permiso del marido...) la segunda exigencia feminista, la igualdad real no se ha conseguido. No se corresponde con la igualdad formal reconocida por la ley. Beauvoir quiso que su libro caducara, todavía no estamos en ese punto si nos fijamos en las diferencias en los salarios, en los escasos puestos de responsabilidad ocupados por mujeres ...etc. Y en el contexto de la actual crisis, la tentación de reenviar la mujer a casa es muy grande. El discurso esencialista se "religitima".
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