viernes, 6 de noviembre de 2009

Seguimos con Agora

Otra opinión sobre Agora esta sí que no sé de donde viene. La anterior ya me he enterado por el blog en que está publicado. Un vistazo me ha bastado para reconocer un ambiente familiar.

Hola,

he estado leyendo lo que me envías. Independientemente de que la película sea verídica, o siquiera verosímil, vamos a discutir unas cosillas. Cito textualmente:

Lahistoria de Hipatia ha sido objeto de manipulación por todas lastendencias ideológicas, desde la Ilustración hasta el feminismoradicalmás reciente.
Cambiemos en este fragmento el nombre de Hipatia por el de Cristo, ytendremos el mismo resultado. Para los comunistas, Cristo fue el primer comunista; para los hippies, fue uno más de los suyos. Y así.

A los que son creyentes, ni aunque les demostraras con pruebas que Cristo no resucitó, no cambiarían su fe. Cristo es poderoso porque es símbolo, no porque fuera un hombre de carne y hueso.

Nuestro desconocimiento sobre la historia real de Hipatia laconvierte igualmente en forma simbólica. Y los símbolos, como tales, noson vírgenes, sino que se impregnan de significados y evolucionan conla historia y la cultura.

Ágora es una película entretenida, en mi humilde opinión. Podía habersido mejor. pero no me parece que dé una visión necesariamente sesgadade los primeros cristianos. Los muestra en escenas de piedad, comotambién defendiéndose de la violencia de los paganos, así comodemostrando violencia gratuita. Como todos los demás hombres. ¿Cuándodejarán de creer los católicos que son mejores que los demás hombres?

En la película, Hipatia expresa su credo, tan bueno como puede serlola religión: cree en la filosofía. Cree en cuestionar lo que se da porsentado, algo que es totalmente incompatible con los dogmas de fe. Seráverídico o no con la historia, pero en estos tiempos que corren,existiendo en países civilizados como EEUU comunidades que rechazan lateoría evolutiva, me parece un buen modus operandi a seguir.

Ágora tiene ese toque brechtiano que me gusta mucho, y que ya tecomenté. En el país donde estamos, primero se expulsó a los judíos, ydespués a los mudéjares. ¿De verdad tenemos razones paraescandalizarnos porque la película dé una visión intolerante de loscristianos?

El retrato fílmico de Hipatia tiene más de inventado que de verídico.Pero seguro que las personas que han escrito ese texto no tienen ningúnproblema cuando leen la biografía novelada de Camille Claudel,igualmente semificticia y feminista; quizá porque no se sientenaludidos.

Eso sí, la película tiene un fallo garrafal hacia el final: cuandomarcha a buscar a Hipatia, Davo tira al suelo su espada y su bolsa depiedras, con la que los parabolanos van siempre equipados. ¿Por qué,cuando van a linchar a Hipatia (que según otras fuentes, tenía unos 45años cuando murió), ninguno lleva una piedra encima?

Al cine le iría mejor si lo juzgáramos a partir de lo que hay en lapelícula, no de lo que queremos ver. Me molestó igualmente cuandoalgunos críticos se rasgaban las vestiduras con la película 300, porquecreían ver la llamada a las armas de Bush contra Irán, pero no veían laépica de Frank Miller. Esas son las lecturas que no resisten el pasodel tiempo.

2 comentarios:

  1. Ana, no sé de dónde proceden los comentarios que publicas (supongo que los publicas tú) y te agradecería que llevasen firma. El blog debe servir para crear debate, pero un debate justificado. Si comento esta entrada no sé a quien me dirijo y no me gusta, además el artículo tiene errores sintácticos que deberían ser corregidos en la publicación (supongo que tanto no debo pedirte, pero no me agrada convertir el blog en vocabulario tipo móvil).
    De todos modos muchas gracias por tu trabajo y tu dedicación, Ana.
    Amelia

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  2. creo que este procede de una tal maría Lorenzo, hermana de Encarnación Lorenzo a quien Pepe Biedma conoce bien porque fue alumna suya en la UNED
    Si no he puesto firma es porque me los han enviado sin la misma.
    Me pasó con el anterior post, tuve que investigar, y este apareció en mi correo súbitamente sin que supiera muy bien de quien a quien iba.
    Me pareció bien argumentado y lo publiqué.
    Hoy ya he sabido de quien és y por eso lo digo hoy.

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