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Depósito de ponencias, discusiones y ocurrencias de un grupo de profesores cosmopolitas en Jaén, unidos desde 2004 por el cultivo de la filosofía y la amistad, e interesados por la renovación de la educación y la tradición hispánica de pensamiento.

viernes, 25 de abril de 2014

AULA DE CONVIVENCIA Y HETEROTOPÍAS

Escrito por Ana Azanza



Seguramente Foucault es una de las mentes más geniales y prolíficas del siglo XX. Así nos lo volvió a mostrar Gisela en su ponencia sobre "Aula de Convivencia y Heterotopías".


Se basó para ello en un escrito publicado en 1984 titulado "Des espaces autres" que se puede encontrar en el volumen traducido por Angel Gabilondo "Estética, Etica y Hermenéutica", Paidós 1999. La conferencia fue pronunciada por Foucault en el "Cercle d'études architecturales", ocasión digna de señalarse, pues como veremos se trata de una filosofía del espacio muy adecuada para el público al que iba dirigida.

1. HETEROTOPOLOGIA DE FOUCAULT


El mérito de Gisela estuvo en combinar este discurso tan particular de Foucault sobre las Heterotopías con la cuestión de un "dispositivo" de corrección en los centros educativos, el aula de convivencia. Osado trabajo el de tender puentes entre un texto foucaultiano tan sugerente filosóficamente hablando y un texto bastante más seco y prescriptivo como es el Decreto 19/2007 de la Junta de Andalucía en el que se disponen las medidas para una cultura de la Paz y la Mejora de la convivencia en los centros educativos.


Empieza Foucault por hacernos notar que el siglo XIX fue el siglo obsesionado con la historia, con el paso del tiempo, la teoría de la evolución biológica es una de sus creaciones, otra sería el romanticismo y su querencia por el pasado histórico estilizado del que los nacionalismos harán buen uso. Si como digo el siglo XIX es el siglo del historicismo el siglo XX es quizás la época del espacio.
El mundo se experimenta menos como un despliegue, siglo XIX, que como una serie de puntos enlazados en red. Genial visión foucaultiana que describe lo que fue el estructuralismo y no digamos lo que hoy supone internet para la humanidad, multitud de redes que se enlazan y nos entrelazan a los seres humanos a lo largo y ancho de este planeta.

No es que el siglo XX niegue el tiempo, dice Foucault, simplemente es otra forma de ver lo que se llama tiempo. Estamos en la era de la simultaneidad de lo a menudo "incomposible" o "incompatible". Frente a la época medieval en la que la jerarquía de lugares estaba muy clara, se abrió o mejor dicho, Galileo abrió el universo infinito, infinitamente abierto. En lugar de "localización" según nos enseñaba Aristóteles con su física del "lugar natural", tenemos la extensión infinita. El lugar ya no es un accidente de la sustancia, es sólo un punto del espacio infinito que se ocupa. La extensión sustituye a la localización, pensemos en la res extensa de Descartes.

Y en nuestros días el EMPLAZAMIENTO sustituye tanto a la extensión de la ciencia moderna como a la jerarquía de lugares medieval. El emplazamiento lo definie Foucault por las relaciones de vecindad entre puntos, esos puntos pueden ser lo que uno quiera, series, árboles, cuadrículas. El emplazamiento nos plantea problemas: almacenamiento de la información en la memoria de nuestros ordenadores o en otros tipos de memoria, circulación de elementos discretos como los automóviles o los sonidos en la línea telefónica, la demografía. El problema demográfico es un problema de emplazamiento ¿habrá sitio para todos en el planeta? ¿qué tipo de distribución de la población es el mejor?

Aunque con respecto a la época medieval el espacio está hoy desacralizado, no hemos accedido todavía a una desacralización práctica del espacio. Me pregunto si sería deseable una desacralización total de los espacios, Foucault parece sugerirlo pero me resulta inquietante e imposible para vivir en una sociedad sin diferencias espaciales bien marcadas.

Nuestra vida está dominada por oposiciones espaciales, oposiciones entre el espacio privado y el espacio público, entre el espacio de la familia y el espacio social, entre el espacio cultural y el espacio útil, el espacio del ocio y el del trabajo. Late en estas diferencias una "sorda sacralización".

Si Bachelard hizo la fenomenología de los espacios de adentro, espacios poblados de fantasmas, esapacio de nuestros sueños, espacios ligeros, etéreos, transparentes, espacios oscuros, rocosos, atestados, espacio de cumbres, espacio de lodo, Foucault quiere hablarnos del espacio de afuera.

No vivimos en una especie de vacío en el que se pueden superponer individuos y cosas. Vivimos en el interior de un conjunto de relaciones, de emplazamientos irreductibles entre sí y no superponibles. Hay muchos emplazamientos y podríamos describir las relaciones que definen esos emplazamientos, por ejemplo la red de relaciones que definen el emplazamiento del reposo, cerrado o semicerrado, que constituye la casa, la habitación, la cama...

Pero Foucault, y con él Gisela en su intervención sobre heterotopías, se centra en aquellos emplazamientos que estando en relación con todos los demás, suspenden, neutralizan, invierten el conjunto de relaciones pensadas a través suyo. El aula de convivencia de nuestros centros educativos sería uno de esos emplazamientos, "lugares" sería la palabra de resonancias aristotélicas, que estando en relación con todos los demás emplazamientos de la escuela, sin embargo los contradice. Me parece muy agudo por parte de nuestra compañera haberse dado cuenta de la "paradoja" o "contradicción" que encierra ese emplazamiento denominado "aula de convivencia". Precisamente nos dimos cuenta en la sesión de que a pesar del nombre de lo que se priva al alumno a ella enviado es de la convivencia. Pero sigamos con el sugerente texto foucaultiano.




Entre los emplazamientos "contradictorios" de todos los demás, tenemos las utopías a las que hemos dedicado este curso del Mochuelo. Las utopías son espacios irreales. Y tenemos asímismo las llamadas por Foucault heterotopías o espacios diseñados en la misma sociedad como contraemplazamientos. Un contraemplazamiento se diferencia de la utopía porque todos los demás emplazamientos reales del interior de la cultura están a su vez representados, impugnados e invertidos. Por ser absolutamente distintos a todos los demás Foucault los llama HETEROTOPIAS.

La primera de ellas aunque no tiene que ver con el aula de convivencia es el espejo. El espejo en realidad sería un mixto de heterotopía y utopía, puesto que por una lado es un lugar sin lugar, utopía. En el espejo estoy en un lugar donde no estoy. Pero a la vez es una heterotopía "en la medida en que el espejo existe realmente y en que posee respecto del lugar que yo ocupa, una especie de efecto de remisión, desde el que me descubro ausente en el sitio en que estoy". El espejo funciona como una heterotopía puesto que hace que el sitio que ocupo en el momento en que me miro en él sea a la vez




a la vez absolutamente real, en relación con todo el espacio que lo rodea y absolutamente irreal, puesto que está obligado para ser percibido a pasar por ese punto virtual que está a lo lejos.

La HETEROTOPOLOGIA que Foucault describe en esta conferencia consta de 6 principios.

1. No hay una sola cultura en el mundo que de ellas prescinda.

Y las clasifica en heterotopías de crisis y heterotopías de desviación. Las heterotopías de crisis son los lugares privilegiados, sagrados, prohibidos reservados a seres humanos en períodos especiales de su vida: adolescentes, mujeres en la época del período o del parto, los viejos, el servicio militar ya desaparecido, el viaje de novios en el que tenía lugar la desfloración de la mujer.

Las heterotopías de desviación sitúan a los individuos cuyo comportamiento se distancia con respecto a la norma exigida. Casas de reposo, clínicas psiquiátricas, prisiones, asilos...¿aulas de convivencia?

2. Una sociedad puede transformar el funcionamiento de esa heterotopía, Pone el ejemplo del cementerio, un espacio que siempre ha existido en todas las ciudades y pueblos occidentales. Pero cambió su sentido, en una época en que se creía en la resurrección de los muertos era natural que no se le prestara atención. A partir del momento en que no se está seguro de tener un alma inmortal, siglo XIX, se le presta más atención al despojo que dejamos al morir, puesto que no hay más. El cementerio empieza a estar en el limite exterior de las poblaciones, ya no en el centro, al lado de la iglesia o en el interior mismo de la iglesia. Los muertos transmiten enfermedades a los vivos, propagan la muerte misma. Se procede por tanto a su desplazamiento a los suburbios.



3. La heterotopía yuxtapone en un solo lugar real varios emplazamientos incompatibles entre sí. El cine, el teatro, el jardín. El jardín de los persas era un espacio sagrado en cuyo interior se representaban las cuatro partes del mundo, en el centro estaba el ombligo del mundo representado por el surtidor, y toda la vegetación se reapartía como en un microcosmos. El jardín es desde la Antigüedad una heterotopía feliz y universalizante. Me doy cuenta de que no me agradan los jardines sino la naturaleza salvaje y abierta, sin recortes y sin vallas. Infinita, ilimitada.

4. La heterotopía funciona cuando el hombre se encuentra en una especie de ruptura absoluta con el tiempo tradicional, el cementerio es el lugar hetorotópico por excelencia pues comienza cuando el hombre pierde la vida.
Hay heterotopías que amontonan tiempo, los museos y las bibliotecas. Lugares donde se quiere acumular todos los tiempos y conservar, que paso de los años no carcoma ni termine con esos tesoros allí guardados. Las bibliotecas dejaron de ser asunto privado o de unos pocos (bibliotecas de nobles, de monasterios, de universidades) para ser bibliotecas públicas en el siglo XIX.
Hay heterotopías crónicas, no eternizantes, como las ferias. Son lugares en la linde del pueblo que una o dos veces al año se pueblan de tenderetes, de objetos heteróclitos, de mujeres que leen la buena ventura. O los pueblos de vacaciones en Polinesia que ofrecen una supuesta vida primitiva durante dos semanas a los habitantes de las ciudades. Fiesta y eternidad del tiempo que se acumula se juntan en esas heterotopías.

5. Las heterotopías disponen de un sistema de apertura y cierre que las aisla y las hace penetrables a la vez. En la heterotopía o se está constreñido, como en la cárcel o bien hay que someterse a una purificación para entrar, como en los hammans musulmanes.


En Brasil y Argentina existen espacios en las grandes haciendas que se reservan a los viajeros de paso. Todo el mundo puede entrar en ellos para pernoctar, pero por el hecho de entrar allí signfica estar excluido del resto de la casa donde vive la familia. El viajero era un huésped que no se consideraba realmente un invitado. Dicha estancia presenta el aspecto de una apertura pero oculta a la vez la exclusión.

6. Las heterotopías cumplen una función con respecto al resto del espacio. Crean un espacio de ilusión que denuncia como ilusorio el espacio real que las circunda, esos emplazamientos en los que se compartimenta la vida humana.
Crean un espacio real tan perfecto, tan bien repartido como embrollado está el espacio en el que normalmente se desarrolla nuestra vida. Sería una heterotopía de compensación, cuyo modelo podrían ser las antiguas colonias o las fundaciones de los jesuitas en Sudamérica. En ellas la existencia estaba perfectamente organizada, las casas se distribuían en plano rigurosamente rectangular en torno a la plaza de la iglesia, con el colegio, el cementerio. El plano de la ciudad reproducía la cruz de Cristo y las actividades diarias eran reguladas al toque de campana, Incluso el deber conyugal tenía su propio toque a la medianoche.

Burdeles y colonias son dos tipos extremos de heterotopías.

Entre tantos ejemplos de heterotopías que nos devuelven el reverso de nuestros espacios habituales, hay un pedazo de espacio flotante, el barco. Un lugar cerrado sobre sí, entregado al infinito del mar que de puerto en puerto, de juerga en juerga va a las colonias a buscar sus tesoros. El barco ha sido un gran instrumento de desarrollo económico y también reserva de imaginación. El navío es la heterotopía por excelencia.

2. EL AULA DE CONVIVENCIA COMO HETEROTOPÍA

Gisela nos habló de la analogía entre la  sociedad y la escuela regular, y la posibilidad de que esa particular sociedad en la que trabajamos la mayoría de nosotros cuente con sus propias heterotopías o espacios diferentes.

Diferenció primero entre integración en la educación y educación inclusiva. La integración es un conjunto de medidas que buscan apoyos para los alumnos que están en riesgo de fracaso escolar. A la integración pertenecen los PROA, clases de apoyo, PAL, pedagogos, monitores de educación especial.La educación inclusiva supone cambiar las prácticas educativas, los currícula y la concepción de la enseñanza con la finalidad de que en el centro de enseñanza haya espacio para las diversas maneras de aprendizaje. Por supuesto que observando la situación actual la educación inclusiva es una utopía. La educación inclusiva se aleja de la realidad al ritmo de los recortes presupuestarios.

Una meta ineludible de la educación es la cultura de la paz y la mejora de la convivencia. El decreto 19/2007 establece que se precisan tres elementos esenciales si queremos conseguir ese objetivo: reglas que regulen la convivencia y que sean conocidas por todos, un sistema de vigilancia que detecte los incumplimientos y un procedimiento de corrección que actúe cuando se produzcan transgresiones.

Entre los 8 puntos propuestos destaca el "procedimiento para la imposición de las correcciones y de las medidas disciplinarias por el incumplimiento de las normas". En ese sentido figura la Creación del Plan de Convivencia del centro. En dicho plan una vez establecido quiénes somos, dónde estamos y adónde queremos ir se establecen las normas de convivencia del Centro y de las aulas, la creación de un aula de convivencia y las normas específicas para su funcionamiento.

La Comisión de Convivencia canalizará las iniciativas de la comunidad educativa para mejorar la convivencia, desarrollar medidas preventivas, evitar las actuaciones discriminatorias y conocer y valorar el cumplimiento efectivo de las correcciones o medidas disciplinarias.

El artículo 9 del decreto citado se centra en el Aula de Convivencia, espacio reservado al alumnado que debido a una conducta tipificada como contraria a las normas de convivencia (art. 20) o como gravemente perjudicial para la convivencia (art. 23) se vea privado de su derecho a estar en el aula con los demás.

El decreto 19/2007 desarrolla con un lenguaje que recuerda al código penal o en el mejor de los casos al civil, como deben ser las actuaciones en el caso de conflicto de convivencia. En la sesión del Mochuelo nos preguntamos si ese tono y redacción es el más adecuado para tratar los problemas en educación.

Gisela a partir de la lectura de algunos Planes de convivencia de centros educativos elegidos al azar intentó pensar esas Aulas de Convivencia como heterotopías, como espacios creados para fines concretos y sujetos predeterminados.

El fundamento del Aula de Convivencia es "habilitar un espacio que proporcione al alumnado las condiciones necesarias para reflexionar sobre su conducta contraria a las normas de convivencia, su comportamiento en determinados conflictos y como afecta todo ello al desarrollo de las clases".

En dicho Aula que no debe ser grande, el mobiliario debe disponerse para facilitar el diálogo y la reflexión. Situada en ubicación asequible, cercana e importante, cerca del despacho de los cargos directivos o de la sala de profesores para darle un carácter más serio, y que los alumnos no percibieran que iban a ser arrinconados o sancionados. Simplemente que con el tiempo el alumno percibirá que el Aula es un lugar para aprender a convivir cuando se producen alteraciones de la convivencia.

Ciertamente hay contradicciones entre lo que se dice que hay que hacer y lo que se pretende que el aula signifique. Si es una sanción evidente, ¿cómo se pretende que el alumno no lo sienta como tal?

El Aula de Convivencia reviste el carácter de espacio heterotópico acondicionado para la desviación. En ella tiene que haber:
-Ficha de auto-reflexión y compromisos.
-Material para mejorar y conocer los sentimientos.
-Materiales de autoconocimiento.

El Aula es una especie de laboratorio de moralidad. Recuerda el quinto principio de la heterotopía de Foucault, un lugar abierto y a la vez cerrado, que excluye por entrar en él. En los documentos se determina cuántos días, cuántas horas y cuántas visitas se puede realizar al aula-espacio heterotópico. Volviendo al cuarto principio de la heterotopología, el aula es una ruptura con el tiempo "normal" de aprendizaje. Heterocronía en la que el alumno tiene que reflexionar sobre el motivo que le ha llevado allí y cumplimentar unas tareas de aprendizaje.

Como dijo Foucault respecto a nuestra sociedad en la que se yuxtaponen espacios diferentes, lo mismo se puede decir de la escuela. El aula de convivencia se yuxtapone a las demás dependencias del centro educativo, lugar de reflexión, de trasnformación moral-actitudinal, de resolución de conflictos, de formación académica y de corrección disciplinaria. El aula de convivencia como lugar de redención del alumno, una heterotopía de compensación, citando a Foucault "un espacio distinto, un espacio real, tan perfecto, tan meticuloso, tan bien repartido como a su vez el nuestros es desordenado, mal dispuesto y embrollado". Lo que no conseguimos en el aula común queremos conseguirlo en el aula de convivencia.

Gisela no pretendía criticar el aula de convivencia. Sólo proponer preguntas para una reflexión:
-¿Hasta qué punto es útil proponer medidas de exclusión para conseguir la integración?
-¿Qué tipo de reestructuración haría falta en la comunidad educativa para conseguir una escuela inclusiva y no una serie de prácticas de integración?
-¿Basta con problematizar un determinado tipo de alumnos o habría que hacerlo con los propios centros educativos?...etc.





1 comentario:

margaestasola dijo...

Ana, qué trabajo! Muchas gracias por escribir tan maravillosa critica! Ha sido un verdadero placer compartir con la Quinta estos textos. Seguiremos y seguiremos!