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Depósito de ponencias, discusiones y ocurrencias de un grupo de profesores cosmopolitas en Jaén, unidos desde 2004 por el cultivo de la filosofía y la amistad, e interesados por la renovación de la educación y la tradición hispánica de pensamiento.

sábado, 23 de enero de 2010

El fin del exilio y exilio sin fin



Autora Ana Azanza

Amelia nos "entretuvo" en la última sesión del Mochuelo sobre ¿Adolfo o Alfonso? Sánchez Vázquez poeta filósofo exiliado en México desde 1939 hasta 1977. Nos aportó abundantes documentos para ilustrar la sesión: poemas de sus compañeros de generación como Miguel Hernández (Carta), Emilio Prados (Sueño), Alberti (Hace falta estar ciego) y Altolaguirre (Trino y la voz Cruel). Además de éste del propio Sánchez Vázquez titulado "yo sé esperar":


Si para hallar la paz en esta guerra,

he de enterrarlo todo en el olvido,

y arrancarme de cuajo mi sentido

y extirpar la raíz a que se aferra;


si para ver la luz de aquella tierra

y recobrar de pronto lo perdido,

he de olvidar el odio y lo sufrido

y cambiar la verdad por lo que yerra,


prefiero que el recuerdo me alimente,

conservar el sentido con paciencia

y no dar lo que busco por hallado,


que el pasado no pasa enteramente

y el que olvida su paso, su presencia,

desterrado no está, sino enterrado.


Muchas fueron las vicisitudes de Sánchez Vázquez en Méjico. Su búsqueda de un "modus vivendi" no es la menor, y sus desacuerdos con los autoritarios dirigentes del partido comunista tampoco son despreciables. De todo ello da buena cuenta en esta entrevista con Teresa Rodríguez de Lecea
www.ucm.es/info/eurotheo/filosofia/a_sanchezvazquez/trdlecea.htm

De toda la documentación que nos entregó Amelia me ha interesado el artículo "El compromiso político-intelectual de María Zambrano", conferencia pronunciada en el célebre "año zambraniano" 2004 en Madrid. Destaco de dicho artículo la clasificación que hace Sánchez Vázquez de la intelectualidad española según su reacción ante la segunda república:
-los que se identifican con ella.
-los que van distanciándose poco a poco.
-los que se pronuncian en contra.
-los poetas y artistas que hacen oír la voz de los más desgraciados.
-los que se ponen a "salvo de la contaminación política".

Para saber quién es quién prefiero mantener la intriga y remito a dicho artículo.

Pero lo que más me ha llamado la atención y a lo mejor alguna de las filósofas de Barcelona que se dedican a estas cuestiones ya le ha hincado el diente al tema, es el paralelismo que se puede establecer en algunos puntos entre Zambrano y H. Arendt. Ambas exiliadas, ambas discípulas de dos grandes, ambas poniendo en el centro de su reflexión, al menos en su juventud ("Horizonte del liberalismo") la vida pública, la política como la actividad más estrechamente humana, ambas haciendo parecida acusación a los intelectuales contemporáneos, "déficit de compromiso moral", "hacerse ideas de las cosas". "No tocar tierra" es mi traducción. Ambas participaron, se "arremangaron" en actividades sociales: Zambrano en aquellas giras culturales por los pueblos de España y luego con la infancia evacuada en la guerra. Arendt colaborando con las organizaciones judías que luchaban por salvar a su población.

Alejándose las dos de los dogmatismos, sean comunistas, liberales o sionistas en el caso de Arendt.... para seguir su propia senda. Y sabiendo también en la distancia y seguramente en el desacuerdo intelectual guardar fidelidad a sus maestros. Muy interesante horizonte de investigación. Y curioso, ninguna de las dos fue feminista declarada, en el caso de Arendt tenemos incluso declaraciones suyas que podrían ser tachadas de "machistas".


Siento la disgresión que aleja del auténtico protagonista, Sánchez Vázquez. Pero este punto de vista que expongo no quita que los demás déis el vuestro.