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Depósito de ponencias, discusiones y ocurrencias de un grupo de profesores cosmopolitas en Jaén, unidos desde 2004 por el cultivo de la filosofía y la amistad, e interesados por la renovación de la educación y la tradición hispánica de pensamiento.

miércoles, 21 de octubre de 2009

Las dos Hipatias



Autora Ana Azanza


En nuestra primera reunión de este año ha salido el tema de Hipatia, la película. Nos ha faltado la opinión de uno de los dos cinéfilos que hoy actuaba en el teatro.
Al otro parece no haberle gustado demasiado.
Agora no me ha desagradado. Critican que utilizar las imágenes de Google Earth ya está muy visto. Incluso queda un poco vulgar. En este caso no me parece que sea así. La gran obsesión de Hipatia a lo largo del film es cómo explicar las trayectorias de las errantes (los planetas) en el firmamento terrestre. La solución de Ptolomeo con sus ecuantes y deferentes la he entendido mejor con el "trasto" que saca el alumno de Hipatia en clase para explicar el sistema ptolemaico.
Subyace como una provocación la solución de Aristarco, el heliocentrismo, que en aquellos tiempos parecía estrafalaria. El momento en que un personaje subido a una tapia, al margen del resto de la concurrencia, recuerda la idea de que el sol sería el centro me ha parecido brillante. Alguien desde una posición "excéntrica" en el doble sentido de la palabra, no se confunde con la audiencia dice algo extraño, que para nosotros, espectadores del siglo XX es rutinario: el sol es el centro y la tierra gira alrededor junto con los demás planetas.
Me gusta cómo se lleva esta inquietud intelectual a lo largo de la película. También me ha parecido un acierto del director traer a colación una mujer, que por una vez en la historia del cine, de la filosofía, de todo, su centro no es un hombre ni "otros" sino ella misma y sus investigaciones. Nos faltan modelos de mujer distintos a los clásicos. Queremos una sociedad igualitaria en la que no haga falta establecer cuotas de mujeres y hombres, pero estamos lejos de que eso sea realidad.
Ayer mismo hubo un reportaje en Documentos TV basado en las preguntas y contestataciones de la célebre señorita Francis. Había que escuchar las preguntas que tanto hombres como mujeres españoles hacían cuarenta años atrás, y había que escuchar las respuestas. Sociedad domesticada.
¿Sufría España en aquellos tiempos de parálisis cerebral?
Desprenderse de este acostumbramiento a no pensar nos está llevando tiempo.
En mi más tierna infancia todavía esta señora se prodigaba en la radio explicando a las jóvenes españolas asuntos que "la pluma no quiere ni puede expresar".
Dicen que le faltan amores a Hipatia, que ha sido una queja de la propia Raquel Weisz. Otra innovación, siendo una mujer la protagonista. Aplaudo a Amenábar por ello.
Hay un momento en que la filósofa está recostada y su discípulo enamorado con ella, parece que la cosa va a ir por el camino habitual. Pero entonces Hipatia se levanta de un salto preocupada por el problema astronómico. Decepción para los románticos.
Me encantan los amores y que la gente se quiera. Pero los clichés están para ir rompiéndolos. Y esta Hipatia convence, es diferente.
Finalmente la gran temática del fanatismo religioso. Concretamente el fanatismo de los cristianos, que dejan de ser una religión perseguida, está reciente el Edicto de Milán (313), para convertirse en perseguidora. No tardó nada en producirse tan terrible transformación.
Dicen que no sólo los cristianos también los musulmanes incendiaron la biblioteca.
Pero eso no le quita gravedad al hecho de que Cirilo, patriarca de Alejandría, que luego sería san Cirilo, padre de la iglesia, protagonista del concilio de Efeso (sin su decisiva intervención María no habría sido Madre de Dios), se sintió molesto por la ciencia de Hipatia. Por muy padre de la iglesia que lo hayan hecho fue un fanático que manipuló a las masas para sus propósitos.
La utilización de textos bíblicos para justificar que no se puede ni se debe escuchar a una mujer: "La mujer calle en la iglesia." La reacción de los notables alejandrinos que en vez de protestar ante la injusticia callan, agachan la cabeza y se someten a la manipulada "palabra de Dios". Y al final el martirio de Hipatia a manos de los monjes.
Cirilo no se contentó con cerrar la biblioteca y acabar con Hipatia. También los judíos le molestaban. Empezaba así el antisemitismo de los cristianos que no se quiere reconocer y que ha llegado hasta nuestros días.
Hipatia es insultada por sus agresores con dos palabras clave en la historia del sometimiento de la mujer: ¿Qué se dice de una mujer cuando se la quiere degradar? aunque probablemente los mismos que insultan sean los usuarios, encantados de que exista esa explotación de las mujeres.
El segundo insulto: si además de mujer Hipatia era científica, sólo podía ser una bruja.
En conclusión: la película toca temas bien interesantes de los que tratamos en primero de bachiller o en "cambios sociales y de género": mujer y ciencia, ciencia antigua, ciencia y religión...
Incluso si a los actores les falta garra interpretativa para mí esta película no caerá en el olvido.

1 comentario:

Amelia Fernández dijo...

Me congratula enormemente tu visión de la película y tu exposición tan certera de argumentos. Pero me descoloca la rapidez con la que trabajas. Ana, eres genial.Besos, Amelia