Contenidos

Depósito de ponencias, discusiones y ocurrencias de un grupo de profesores cosmopolitas en Jaén, unidos desde 2004 por el cultivo de la filosofía y la amistad, e interesados por la renovación de la educación y la tradición hispánica de pensamiento.

sábado, 21 de febrero de 2009

Sobre d'Ors en Pamplona


Esta imagen es de la casa en Priego en la que nació don Niceto Alcalá Zamora, a la que alguna vez sugerimos una excursión los de la Quinta.

Aunque en nuestra última reunión fuimos pocos, disfrutamos, o al menos disfruté con la exposición sobre d'Ors. Me gustó su "gracianismo del siglo XX", su filosofía sentenciosa, de honda raigambre hispánica. Aquello de la razón como actividad antitóxica está muy bien dicho y viene bien oírlo. "Todo pensamiento es diálogo", y la ironía que significa libertad de espíritu. Lo más profundo: el universo no es máquina sino sintaxis, hemos de buscar las concordancias, que las hay, en el universo. Me parece de una gran sabiduría. Y ¿qué decir del aprendizaje y heroísmo?, estamos muy necesitados en nuestro país de oír y recordar que sin tensión, sin estrés, sin esfuerzo, no se aprende. Ni ahora ni nunca.

Me encantó las referencias al ángel, del que tuvimos tan oportuna ejemplificación en los dulces rellenos de cabello del mismo aportados por Rafa.

Y yo quería traer a colación las páginas de Trapiello en su imprescindible "Las armas y las letras. Literatura y guerra civil (1936-1939)".

Hay abundantes referencias a d'Ors en esta obra. Por ella aprendí que Pamplona fue durante la guerra civil una especie de centro cultural del bando de Franco (¡qué honor para mi ciudad natal!). Así empieza el título del capítulo séptimo: "o de Pamplona, la pequeña Atenas, ciudad donde vinieron a parar o se juntaron escritores, carlistas, falangistas que empezaron a imprimir sus libros, revistas y periódicos..."

Dice Trapiello que "d'Ors, declarada la guerra, permaneció un año en París, pero su corazón no dudó en elegir bando desde el primer momento y, a mediados de 1937 se presentó en Pamplona, donde empezó a publicar su "Glosario" en el Arriba España. Fue la gran baza intelectual de los rebeldes, un falangista de vocación tardía y ya que no su Aristóteles de Atenas, su Goethe de Iruña. Cuenta que Franco no recibió a d'Ors y al referir el desaire dijo el filósofo: "Es posible que yo no sea Goethe... Pero, 'recollons', tampoco él es Napoleón".

Y fue pintoresca la "iniciación" de d'Ors en el falangismo:

"Al llegar a Pamplona, ya en plena guerra, lo primero que hizo d'Ors fue velar las armas falangistas en una noche y con una ceremonia que se hicieron célebres en toda la España nacional. La charlotada iba, no obstante, en serio. Se metió en la iglesia de san Agustín, y rodeado de Laín, Torrente, Rosales, Ridruejo y algunos más a modo de caballeros, se entregó al placer del teatro ante el cura Yzurdiaga, al que tocó el papel de ventero. Quienes lo conocían, al verle metido en un uniforme de falangista que él mismo se figurinó, introduciendo en él notables modificaciones, como aquellos leguís de cuero... al verle, digo, no sabían si tomarlo por loco o clown."

Trapiello compara el estilo de las glosas dorsinas primero con el suflé "unas veces se remonta, y otras, no sube; unas, sale seco, otras, crudo y otras, en su punto, sin que sepa nadie la fórmula perfecta de cocción". Es el ingenio del que hablaba Gracián.

Y luego con los buñuelos: "uno ha comprendido que la esencia de la glosa, si no su función, es el puro barroquismo. Dicho en otras palabras: la glosa es un buñuelo de viento: harina, huevo aceite hirviendo y dentro... el universo, la bóveda del cielo y los agujeros negros. Y como el buñuelo, tienen algo de tramposo, de estafa, por más que uno tenga debilidad por ellas..."

Y ¡qué azar!: d'Ors fue hecho académico por Primo de Rivera en 1927, su contrincante para la elección fue Niceto Alcalá Zamora, contrario al dictador.

1 comentario:

José Biedma L. dijo...

¡Magnífica, tu crónica de la sesión en la Quinta, estimable Ana! Y jugosas las anécdotas que refieres. No me extraña lo del velar armas de don Eugenio, a lo Quijote, aunque fuesen las armas equivocadas. D'Ors pensaba que en la vida como en el lenguaje, todo es figuración. He concluido la Oceanografía del tedio: Voluntad de Orden frente a Voluntad de Aventura, magníficas prosopopeyas morales, como en Gracián. ¡Qué obra tan original! Estoy terminando la Flos sophorum de Xenius, enseguida colgaré una referencia en Signamento... También quiero retocar mi ponencia, ampliar algunas referencias..., ya veremos.